True Hate (TL1)

Capítulo 2

2

—Y... ¿Qué tal el primer día? — dijo Ana con una sonrisa algo, digo, muy sospechosa.

Había llegado a casa hacía un tiempo, y no sé en qué momento acabé cotilleando con Ana.

Me estaba mirando con una cara muy rara, como si supiera algo que según ella era importante y así pudiera tener el control sobre el universo o algo así. De vez en cuando le pasaba.

— ¿Bien...?

Me olía que me esperaba una conversación muy extraña, una de esas muchas.

—Ya veo... ¿Has conocido a alguien?

—Em... no...—sí, pero no como crees.

En serio, mi hermana podía ser muy loca a veces. Leía romance desde hacía años, y estaba segura de que eso le estaba afectando un poco, ya que siempre que tenía un mínimo contacto con un chico, se volvía completamente loca, diciendo que me gusta o buscándole un lado romántico o algo asi, muy raro.

— ¿Y no te suena un tal Caleb Wilson?

Mierda.

—No... ¿Ana, necesitas algo?

— ¿Ni siquiera te suena haberte matado a gritos con él? — dijo ignorando lo último que dije.

—Eh...

—Te gusta, ¿verdad?

Justo a eso me refería antes.

— ¡No! ¡iAna, me hacía bullyng! i Y es un gilipollas!

— Enemies to lovers, Hermana.

Enemies to lovers... Le gustaría a ella.

—Ana, enserio, ¿Qué te pasa?

—El amor vuelve raras a las personas, ¿lo habías oído?

¿Recordáis cuando dije que mi hermana era una pesada? Bien, pues esa era una de esas veces, para variar.

— ¿De qué hablas?

—Creo que he conocido al amor de mi vida.

Ya era la quinta vez que decía eso. En menos de cinco años. Era como... No sé, mi hermana estaba mal.

—Eso lo has dicho desde hace cinco años, eres consciente,

¿verdad?

—Eh... Si, pero esta vez es de verdad.

—Eso también lo has dicho muchas veces— murmuré

— ¡Hey, que te he oído! Ya llorarás cuando me case con él.

Rodé los ojos. Siempre decía eso y... Bueno, se sabe cómo

acabó todas esas veces.

—Si, si, como digas.

— ¡Chicas, a comer! — gritó mi madre desde la cocina.

Antes de que bajáramos, Ana me hizo una señal rara con las manos, y al ver que no entendía nada, habló.

—Tú y yo vamos a hablar luego.

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— ¿Y qué tal ha ido vuestro primer día? — preguntó mi padre para romper el silencio.

—Muy bien— dijo Ana con una sonrisa.

Me estaba mirando fijamente. Iba a decir algo raro, lo sabía. Así que yo haría lo mismo. Amor de hermanas lo llaman.

—Si... a algunas mejor que a otras. — dije yo.

Ana me dio una patada por debajo de la mesa, mientras seguía mirándome. Por alguna razón, no le gustaba mucho que nuestros padres supieran de su vida, o no los detalles. Yo les solía decir las cosas, sabía que me dirían algo útil siempre.

— ¿Nic, a qué te refieres? — preguntó mi madre extrañada

—A que se ha...— Ana me interrumpió con una patada aún más fuerte.

Vale, esa chica debía controlar su fuerza un poco.

— iAuch!

Nuestros padres estaban observando la escena sin entender nada.

—Lo que pasa es que a Nicolle le gusta un chico de su clase.

Gracias, Ana. Ahora me preguntarán durante una semana entera. No sé qué haría sin ti.

— ¿Que? ¡Eso no es verdad!

— ¿Veis? Justo eso diría si le gustara alguien.

—Nic, no pasa nada si te gusta alguien, es normal. A demás, ya nos estabas asustando.

—Ya, el problema es que no me gusta nadie.

❦

—Y eso es lo que pasa cuando intentas delatarme. Te iba a contar todo, pero creo que ya no.

— ¡No! ¡Quiero que me lo cuentes! Mira, tu no dices nada de lo mío y no nada de lo tuyo, ¿Trato?

Se lo pensó un rato antes de decir nada.

— Trato.

Me contó que se había reencontrado con muchos de sus amigos, que se acordaban muy bien de ella, y que notaba que un chico de su grupo la miraba un poco más de lo normal. Ella no sabía si era porque le gustaba, le caía mal o tenía algo en los dientes (todos sabemos que era la primera, pero haremos ver que no). Hablando con las chicas, le dijeron que él cuando nos fuimos les dijo a todos que le gustaba Ana (que también gustaba de él), y que las probabilidades de que hubiera vuelto a ser así eran altas.

Todo eso con voz de loca enamorada, mil y una pausas dramáticas, desviaciones de la historia, frases que no tienen nada que ver... Podemos decir que tiene una manera única de contar historias, pero acaban dando gracia, es divertido oírla contar su vida.