Donde pisa leona, no deja huella una gata

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Sin proponérmelo y casi de forma inconsciente, sin mediarlo o siquiera percatarme de ello, excepto cuando ya se evidenciaba, por medio de frases dignas de la Nancy en su estado de máximo despecho: "donde pisa leona, no deja huella una gata" me hab...

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Sin proponérmelo y casi de forma inconsciente, sin mediarlo o siquiera percatarme de ello, excepto cuando ya se evidenciaba, por medio de frases dignas de la Nancy en su estado de máximo despecho: "donde pisa leona, no deja huella una gata" me había convertido en mi peor pesadilla.

Una loca despechada, que veía en cualquier mujer, una rival.

Aunque Bella, no era cualquier mujer. Era una buena mujer, que continuaba perseverante, esperando que el príncipe azul, llegara en su caballo blanco, le dijera: "Eres pobre como una rata, y tozuda como una mula, ¡te amo!" Y se la llevara cabalgando en su pony espacial, a su hacienda en la luna...

Ok.

En eso último, exageré, pero, igual de fantasioso, era que existieran las criaturas de mitos medievales. ¿Por qué mi relato era menos inverosímil?

¿Por qué lo inventé yo?

En fin.

Así como tenía cabeza, para distorsionar clásicos de la literatura universal, —que no sabía apreciar— sobrepensaba las mínimas interacciones entre la tímida Bella y el acosador Cullen, el que no dejaba de sentarse en la mesa que compartía con mis compañeros, desde que, como un personaje original había llegado a intervenir el clásico romántico contemporáneo.

Ese que protagoniza Bella Swan.

Corpúsculo o una cosa así.

—¡Julieta! —Exclamó Angela, demasiado alto, para estar tan cerca.

Por su parte, Lauren chasqueó los dedos frente a mi cara, para llamar la atención.

—Tierra a Julieta, ¿estás aquí?

—Sí, sí. —Asentí con premura, con mi mejor cara de concentrada, fijando la vista en los árboles que rodeaban el edificio de la preparatoria. —¿Han pensado alguna vez, que vivimos dentro de una simulación y fuimos creados como un experimento, por alguien que estaba aburrido?

Todos me miraron con extrañeza. Incluso Bella, quien no estaba prestando mayor atención, buscando con la mirada a Cullen, contorsionó su rostro anodino, en una mueca de confusión.

—¿No? —Jessica, frunció los labios.

Me repantingué en la silla, con los brazos cruzados.

Por supuesto que no.

Para lo único que tenían la cabeza, era para que les creciera pelo. De seguro, el único momento que dedicaban a las preguntas que le buscaban un sentido a la vida, era cuando estaban colocados o volados como pico.

De modo que continuaría conformándome con hacerles preguntas como esas a mi gata o a una IA.

El silencio incómodo que le sucedió a mi pregunta pretenciosa, se disipó rápidamente con los planes asociados a la graduación.

(Fanfic De Eclipse) Nuevo amanecerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora