Capítulo 1

6 2 0
                                    

— ¿Diana, harías el favor de mover tu trasero del sofá y ayudarme con mis maletas? —Me paré en frente de ella con los brazos cruzados. Estaba que echaba fuego por la nariz. Ella me miró con una expresión neutra. Que buena amiga.


— Voy —Se limitó a decir mientras se levantaba del sofá y cargaba una de mis 3 maletas, mientras que yo cogía las otras 2.


Oh dios, esto pesaba como mil demonios.


Caminé detrás de Diana hasta llegar a mi coche, abrí el maletero y pusimos las tres maletas dentro ¨bien colocadas¨. Inmediatamente, me subí al coche y me abroché el cinturón mientras Diana no había abierto ni la puerta de copiloto.


— ¿Se puede saber que te pasa, vaga? —La miré frunciendo el ceño.


— Nada, solo que mi madre aun no esta de acuerdo con que me vaya contigo al medio de la nada —Se sentó en su asiento poniéndose el cinturón.


— Al medio del bosque —Corregí— ¿Sigue pensando que soy mala influencia? —Reí, su madre nunca me miró con una cara amistosa.


Ella asintió mientras yo arrancaba el coche, mi Mustang GT 500 rojo.

Os preguntareis porque nos vamos a vivir a las afueras de San Francisco, al bosque. Muy fácil: no nos gusta para nada la ciudad, entre el ruido y los coches que hay no podemos divertirnos como a nosotras nos gustaría.


— Grace, como vayas tan rápido por la autopista nos van a pillar las cámaras, baja la velocidad joder. —Me advirtió Diana. Solté un largo suspiro mientras le hacía caso. Sobre una media hora llegamos a nuestro nuevo hogar. Aparqué al lado de mi nueva casa, que se situaba al lado de un pequeño río con apenas agua y muchas piedras de distintos tamaños.

Poco mas arriba, se encontraba nuestra nueva casa, sin madres, sin ruido, sin coches y lo mas importante: con diversión. Me bajé del coche sonriente al igual que mi mejor amiga.


Sonreímos mutuamente mirándonos con cara de competición y a los pocos segundos, estábamos corriendo hacía la entrada de casa. Para nuestros 18 años que tenemos parecemos niñas de 10 corriendo para llegar. Yo, por supuesto, iba ganando ya que nadie me ganaba en correr, miré un momento hacia atrás y.. santa mierda. Me había caído.


— ¡Ja! El karma —Gritó ella corriendo y poniéndose en primer lugar.


— Hija de playa.. —Murmuré levantándome rápidamente y tomando una postura adecuada para seguir corriendo. Miré como ella entraba en casa mientras me sacaba su dedo mas preciado. Apreté mis puños y corrí para entrar.


Una vez entré miré hacia todos los lados y sin rastro, Diana no estaba.


— ¡BU! —Gritó detrás de mi poniendo sus manos en mis hombros. Me giré sin expresión alguna y reí.


— ¿Que intentas? —Sonreí orgullosa. Estaba acostumbrada a los sustos, ya que mi primo de un año mayor que yo, en esas vacaciones de verano, siempre me asustaba de alguna manera u otra. Que viejos tiempos.

CHOOSEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora