Hace muchos años, décadas y posiblemente unos pocos siglos, dos chicos se conocieron en un campo de rosas, ahora por la petición de los gobernantes, para la frontera entre Texas y Chihuahua, se haría la reconstrucción de un pequeño campo en ese luga...
Estados Unidos había aprendido varias cosas mientras crecía, unas más memorables que otras, pero sabía perfectamente que sí despertaba en la cama y habitación desconocida, la noche había que olvidarla.
Uno de sus primeros recuerdos con esa lección fue con el Imperio Británico, no sabía que compartía directamente, pero Inglaterra siempre le pedía perdón por dejarlo a solas con el mayor. Así que lo catálogo como su abuelo, o algo parecido, todo era borroso para esas épocas. Volviendo a la lección, fue una cinta roja en su cuello, una casa del mismo color y miles de habitantes que desconocía, repito, poco memorable.
Así que imaginarán la reacción del estadounidense al despertar en una habitación que no reconocía, se levantó rápido, con dolor en su cabeza y mareos, vio sus gafas y se las colocó. Trato de caminar a la puerta cuando está se abrió.
— ¿Qué putas estás haciendo?
México con una bandeja con algo de comida y un vaso con agua lo miraba con desdén desde la puerta, subió una ceja y señaló la cama enojado. El angloparlante entendió y regresó a la cama con precaución.
— ¿Tratabas de irte? Al menos espera que llegué OMS.
Dejó la bandeja en la mesa contigua a la cama y salió de la habitación cerrando la puerta detrás, el estadounidense alcanzó a escuchar como sonaba el cerrojo, suspiró y miró la comida, sin ganas de comer.
Comió un poco y se tomó el agua, se recostó en la cama y miró la habitación con más calma, se veía cómoda aunque se notaba que era de huéspedes pues se veía medio vacía, luego de unos minutos la puerta abrió y entró México con la Organización de la Salud detrás, con una sonrisa formal.
— Good morning United States, Mexico here told me you faint and some bleeding, I'm here for that, so any complaints before we start? (Buenos días Estados Unidos, México aquí presente, me comentó que te desmayaste y hubo un poco de sangre, estoy por eso, entonces ¿Alguna queja antes de empezar?) — La organización habló con su tono formal colocando su maletín en la cama.
— It's necessary to do it here? It's... I (¿Es necesario hacerlo aquí? Es... Yo)
México bufó por el comentario y se recostó contra la puerta aún más enojado. El estadounidense río el ignoró al otro, la organización suspiró con algo de estrés.
— Good. I'm going to start (Bien. Voy a empezar)
Estados Unidos se sintió ofendido, la organización ignoró todos los problemas y el otro país se fue de la habitación. Luego de unos minutos, varios regaños y unos medicamentos la OMS salió y miró a México seriamente.
— No lo dejes irse sin terminar el desayuno y se tome dos pastillas. Es demasiado terco para cuidarse solo, este accidente fue por falta de comida y descanso, seguirá pasando... Hay algo más grave, tiene síntomas de grietas, aún no se ha presentado pero debe ir a la reunión para la salud. Me retiro ahora, ten un buen día. Se que estás escuchando Estados Unidos, tómate las pastillas.
Dentro de la habitación sonó un golpe, México río y miró la puerta, asintió a la organización y dejó que se fuera. Ingresó nuevamente y miró la bandeja sin tocar.
— Ya escuchaste. Debes comer y tomarte esas cosas. No me moveré de la puerta hasta que eso pase.
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