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-¡Hola Momo!- Saludé con mucha emoción a mi mejor amiga

-¡___ hola!- ella se acercó a mí con rapidez y yo la recibí con los brazos abiertos

Al llegar nos dimos un fuerte abrazo

-¿Cómo has estado?- hablé una vez de ya habernos separado de aquel lindo abrazo

-¡Muy bien!, ¿y tú?- respondió

-Me alegro bastante. Igual me la pasé bien, aunque tengo miedo de los próximos meses- hablé en forma de sumo cansancio

Ella rió -Lo bueno es que estudiaremos juntas.- me guiñó un ojo -Siempre fue nuestro sueño entrar a la U.A  juntas.

Bueno, ahora los pongo en contexto.

Soy ____ Fujiguro, tengo 15 años, recién cumplidos. (Así que felicítenme)

Mi mejor amiga, Momo Yaoyorozu, con la cual estamos de acuerdo que nuestro sueño es lograr ser pro héroes. Quedamos en esta semana en estudiar día y noche hasta el día antes del examen de admisión para entrar a la U.A.

Practicar en lo físico, en los estudios, en nuestra resistencia, etc. (Bastante cansado claro)

También estoy en clases de natación.
Ahí me hice amiga de un tal Katsuki Bakugou. -Por parte de él claro que no me diría amiga- pero me gusta suponer que eso somos.

Aunque debo aceptarlo. Siento una poca atracción hacia él. A pesar de su humor, que es un asco; suele hacer chistes y una que otra vez se a reído de los míos.

De amigos solo lo contaría a él, a Yaomomo y a unos cuantos conocidos de las clases de natación.

No es que sea antisocial, o que tenga un odio a las personas y me crea superior, o que simplemente sea una rara que nadie se le acerca porque a todos les cae mal- (pensándolo bien, quizás si sea eso...pero neeeh)

Ahora va mi familia

tengo claramente dos padres y tres hermanos mayores, específicamente, hombres. Yo soy la última hija, cabe resaltar.
Somos la familia Fujiguro.

-Mañana temprano comenzamos a estudiar, eh Fujiguro- me advirtió la peli negra, sabía que cuando me hablaba por mi apellido, es porqué hablaba en serio.

-¡Agh!- puse mi rostro cansado

-Ya te he dicho, ___-  se acercó nuevamente con los brazos abiertos, yo acepté gustosa su abrazo -por cierto, mañana trata de apresurarte al llegar a tu casa, ocupo contarte algo

-¿Qué cosa?- Encaré una ceja

-¡Mañana te digo!- se fue alejando poco a poco

-¡Maldita!- le grité, puesto que yo odio que me dejen con la duda. Ella rió mientras se iba alejando poco a poco

Vivimos en el mismo vecindario, así que yo me dirigí a mi casa para por fin descansar.

Mañana definitivamente sería un día largo.

¡Maldito Katsuki!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora