Estaba acurrucado en una esquina, esa esquina de su cuarto donde no pasaba tiempo desde hace años, todo estaba lleno de polvo, todo al rededor era igual, desde hace cuanto tiempo no limpiaba su habitación?, Y aunque quisiera tratar de acordarse de eso no era momento, tenía a un alternativo afuera de su puerta esperando a que la puerta se abra.
Las lágrimas caían por su cara mientras tomaba con más fuerza el collar de cruz que tenía en su cuello, ¿por qué tenía que pasarle esto a el?.
Si se acordaba bien y su mente seguía funcionando con cordura, este era el tercer día que estaba en esa habitación, había llorado y pedido a gritos ayuda pero mientras mas pasaba el tiempo mas se desesperaba, sabía que nadie vendría a ayudarlo, sabía bien el protocolo de la policía por qué el quería ser uno que si ayudara, pero aún así tuve fe ciega en pensar que tal vez alguna persona de la policía podría venir a ayudarlo.
Estaba tan cansado de llorar, estaba cansado de ser tan débil para no poder abrir esa puerta y pegarle un tiro al alterno, estaba tan cansado de que quisiera ser rescatado, estaba tan cansado de todo, solo quería poder ser más pequeño y desaparecer.
Solo tenía 17 y ya había experimentado cosas que la mayoría de su edad no deberían estar pasando, se supone que debería estarla pasando bien con sus amigos (que por cierto, solo es Cesar o bueno, era por qué no tiene ni idea de si sigue vivo o no), se supone que debería tener una linda familia que lo esperaba todos los días en casa después de la escuela pero eso no era así, el mismo sabía que nunca podría ser tan importante para su familia y aunque quisiera creer en ellos, aunque quisiera creer que ellos lo amaban tanto como amaban a Sarah, sabía en el fondo de su corazón que no era así, el nunca podría compararse a Sarah.
Sentía sus ojos pesados y ya no podría aguantar más, decidió pararse de la esquina donde estaba acurrucado, sentís que se podría caer en cualquier momento, con las manos temblando y con el miedo en el, alcanzó su escritorio y agarro una pequeña libreta donde estaba todo lo que había escrito en esos días.
"Mis ojos se han abierto"
Eso fue lo último que escribió en el pequeño diario antes de tumbarse en la cama, ni si quiera el mismo sabía que significaba eso, solamente se le había venido a la mente y necesitaba escribirlo, había documentado los últimos tres días por si alguien fuera a buscarlo (lo menos probable por qué no es nada social y si familia estaba en un viaje).
Estaba decidido a abrir la puerta cuando escucho un disparo, después fueron dos y al último tres, eso lo asustó tanto que solo volvió a acurrucarse en su cama y empezó a contar del 1 al 10, estaba tratando de regular su respiración pero por más que intentaba no podía, ¿Que demonios fueron esos disparos?, ¿Otro alternativo tal vez?, Con esa línea de pensamientos cada vez se le hacía más difícil poder respirar.
— "HAY ALGUIEN AHÍ?" — una voz masculina fue lo primero que pudo identificar Mark, parecía algo alterado y preocupado, pero lo último tal vez solo fue su imaginación.
— "MARK HEATHCLIFF SI SIGUES AHÍ DAME ALGUNA SEÑAL"— Al escuchar ese último grito lo único que pudo hacer fue tratar de abrir la puerta.
Ni si quiera podia pensar, pasar tres noches enteras sin dormir por el miedo de que le pasará algo ya le estaba cobrando factura, sentia que si seguía tratando de hacer algo se iba a desmayar, sumándole al hecho que no había comido nada ni bebido.
Estaba tratando de hablar pero no tenía la suficiente fuerza para eso, solo pudo abrir la puerta y ver qué del otro lado estaba el, ¿El oficial Thatcher?.
Lo último que pudo ver antes de caer desmayado fue el oficial y su cara que pasó de ser de alivio a preocupación.
Lo primero que vio cuando despertó fueron luces blancas, estaba en un hospital o en la estación de policía?, Ni si quiera le importaba cuál de las dos fuera, estaba tan cansado y adolorido que en estas alturas solo quería dormir para siempre y volver a esa cálida oscuridad dónde estaba antes.
Si lo pensaba bien, había sobrevivo a un alternativo?, Si no estuviera tan cansado y asustado, se habría reído de eso, tan solo quería una vida normal, una familia cariñosa, amigos que lo quisieran, poder estar tranquilo por lo menos en algún momento, ¿Eso era mucho pedir?.
Haciendo memoria de lo que había pasado unos días antes, en el segundo día encerrado en su habitación, había rezado demasiado, rezo más que todos los años que había rezado, puso tanta fe en el dios que desde que tiene conciencia le habían dictado que debía seguir que se sentía tan cansado por eso.
¿Dónde estaba su dios cuando le pidió que alguien lo rescatara el primer día?, ¿Dónde estaba cuando toda su familia simplemente desapareció como si el no importará?, ¿Dónde estaba su Dios cuando su mejor amigo desaparecio?, ¿Dónde diablos estaba?.
Si es sincero consigo mismo, está empezando a perder la fe en ese dios, es eso o simplemente si Dios no lo quiere, si su familia se entera de sus pensamientos seguramente lo repudien, recuerda tantas veces dónde su madre lo regaño por pasar una mala racha y ser culpa suya pues "No rezo tanto como debía", no sabía por qué siempre que pasaba algo malo recaía en el.
Sus padres siempre fueron más duros con el que con Sarah, si se rompía algo en la casa era el, si pasaba algo malo era el, si Sarah estaba triste era su culpa y debía hacer que estuviera feliz.
Ni si quiera se dió cuenta de que se había perdido tanto en sus pensamientos hasta que escucho la puerta de su habitación de hospital fuera tocada.
Aclarando su garganta para por lo menos poder decir unas palabras, pues todavía no tomaba algo y su garganta se seguía sintiendo tan seca y horrible.
— "Pase..."
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The god I follow
FanfictionMark siempre fue un creyente, hizo todo lo que se le había pedido, rezo tanto como se le pidió, entonces, Por qué cuando lo necesita, su dios nunca lo ayudo...