¿EL AMOR ES ASI?

CAPITULO 1

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Ciudad Tokio, Japón, como en toda ciudad, existe la corrupción y esta no es la excepción y siendo así una de las mayores influyentes en el comercio de estupefacientes y trata de personas. La trata de blancas o trata de personas conformada por una sociedad criminal que se especializa en el comercio de personas, su propósito es someter a las personas con base en esclavitud laboral, mental, trabajos forzados, extracción de órganos y sexual donde se ven más involucradas las mujeres para su prostitución forzada Lo hacen mediante el engaño, fraude, amenaza, abuso de poder, rapto y otras maneras.

La ciudad de Tokio ya ha tenido varios casos y llamados de atención de mujeres y niñas desaparecidas en los últimos 2 meses, en serio no saben qué hacer, son tantas las desapariciones que es bastante difícil poder lidiar con todas ellas, pero después de todo, aran todo lo que este a su alcance para poder encontrarlas ¿no es así?

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El sonido de la alarma se hizo escuchar por toda la habitación, revolviéndose en la cama shinobu aún dormida, dio media vuelta buscando su teléfono para poder apagar la alarma que le estaba quitando minutos de sueño.

-alarma de mierda- murmuro malhumorada apagándola y tumbándose a dormir Nuevamente

pasaron los minutos se volvía a escuchar el sonido anterior antes de poder hacer algo malvado en contra de su alarma se quedó mirando detenidamente la hora.

Dio un sobresalto, llegaría tarde a su academia y eso tal vez arruinaría su imagen como la más puntual de su clase y también recibiría un regaño por parte de su hermana mayor.

corriendo hacia el baño mientras murmuraba maldiciones, se dio una ducha rápida vistiéndose lo más rápido que pudiera y bajando hacia la cocina, tomo una tostada en su boca, corrió a máxima velocidad hasta la estación de autobuses.

No tenía que esperar a sus hermanas, ya que kanae era profesora de biología y se iba mucho más temprano que ella y kanao se había quedado en casa de una compañera.

Por fin el autobús había llegado(casi no llega) pensó molesta, subiendo, y mirando mal al conductor, como si este tuviera la culpa de su llegada tarde.

Mientras el autobús llegaba inventaba una excusa convincente de porque su llegada tarde no podía decir que era por culpa de su pereza, si decía que era por culpa de su pereza crearía una mala imagen de ella y no quería eso.

Por andar metida en sus pensamientos de una excelente excusa, no se dio cuenta que el autobús había avanzado unas cuantas cuadras pasando la academia.

-! Mierda¡-

Oh no, la maldición se escucho muy fuerte y resonó por todo el autobús, las miradas no se hicieron espera, como alguien tan bonita y de apariencia frágil podría ser tan mal educada.

¿Por que todo lo malo le ocurria a ella? Mala suerte quizás

-lo siento- susurro una disculpa, bastante avergonzada bajo del autobús, comenzando a correr por todas las cuadras hasta llegar a su academia.

Llego a la puerta de la entrada demasiado agitada y roja, por tanto, correr y con ganas de mandar a medio mundo a la mierda, pues ¿quién no? Claramente, hoy no era su día