Miles de Pasiones

04 - "Copa llena, Noche eterna''

Ya habían pasado ocho meses desde que Fekeli renunció a su amor y abandonó a Hunkar.
La mujer comprendía perfectamente sus razones para hacerlo, pero eso no quitaba el hecho de que le doliera.
A partir de entonces, las noches para ambos se hicieron eternas... lloraban, gritaban y se lamentaban.
De este modo se dieron cuenta de que el famoso dicho era cierto:
"La noche fue creada para amantes, poetas y suicidas."

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Faltaban pocos minutos para las doce de la noche...
Hunkar estaba en el balcón de su habitación, contemplando la belleza del cielo y sus estrellas.
Los recuerdos y los anhelos azotaban con fuerza su pobre mente, que ya estaba cansada de tanto sufrir por amor.

En su mano derecha alzaba un vaso de licor, quizás con whisky o brandy.
Vaso tras vaso, la mujer empezó a embriagarse, sin que le importara nada ni nadie.
En su mente pensaba: "Lo que no cure el tiempo, lo dormirá el alcohol."

Los minutos pasaron lenta y tortuosamente frente a sus ojos,
mientras poco a poco iba vaciando más y más botellas de alcohol.
De repente, alguien llamó suavemente a la puerta de su cuarto e ingresó.

Saniye_ Señora Hunkar...

Hunkar_ (Continua con su mirada fija en las estrellas) Qué pasa, Saniye?

En ese momento, Saniye supo inmediatamente por su voz que su Señora estaba algo pasada de copas.
La joven sirvienta comenzó a caminar hasta ella, profundamente preocupada.

Saniye_ Gulten me dijo que usted había pedido unas cuantas botellas de Brandy...

Hunkar_ Así es, Saniye.
(Pone una de sus manos sobre su cabeza y cierra los ojos, sintiéndose mareada) Las necesitaba.

Saniye_ y se encuentra bien?

Hunkar_ Si, querida, estoy bien.
(Se voltea para mirarla) Gracias por preocuparte, pero supongo que no has venido solo a eso.

Saniye_ (Baja la mirada, temerosa) Lo que pasa es que.... alguien ha venido a verla

Hunkar_ (Extrañada) A estas horas?

Saniye_ (Asiente) Si, a estas horas.

Hunkar_ y de quien se trata?

Saniye_ De el señor Fekeli...

Cuando Hunkar escuchó su nombre, sintió que el mundo entero se le desmoronaba.
Un fuerte mareo se hizo presente y comenzó a tambalearse.
Saniye notó esto y se apresuró a sujetarla para evitar que cayera.

Saniye_ (Asustada) No creo que usted este en las mejores condiciones para atenderlo, Señora.
Mejor le pediré que regrese mañana, si?

Hunkar_ (Suspira) No, no te preocupes, Saniye.
Hablare con el... y para eso necesito que todos se retiren inmediatamente.

Saniye_ Pero...

Hunkar_ (La mira y alza una ceja) Vas a desobedecerme?

Saniye_ No, claro que no.
Pero tampoco quiero dejarla sola...
Tengo miedo de que le suceda algo.

Hunkar_ (Acaricia sus mejillas y sonríe dulcemente) No te preocupes, Saniye, voy a estar bien.

La joven le devolvió la sonrisa, pero aun seguía preocupada.
Se miraron por un par de segundos, hasta que finalmente Saniye asintió y se retiró.

Cuando la joven llegó al salón donde se encontraba Fekeli, le informó que en breves momentos su dama bajaría para atenderlo.
El hombre le agradeció amablemente y la vio retirarse.

Por su parte, Hunkar esperó unos minutos para tomar aire y recomponerse.
Finalmente, se armó de valor y bajó.

Estoy completamente segura de que nadie en el mundo podría describir lo que el hombre sintió cuando la vio ingresar al salón.
La hermosa mujer llevaba puesto un pijama de seda con tirantes y traía su brillante cabello suelto.
Fekeli quedó maravillado ante la escena, mientras un oscuro y letal deseo inundaba su entrepierna.