Robert despertó con la certeza de que no debía haberlo hecho. Tenía la mente revuelta en un montón de recuerdos punzantes que solo se volvían certeza al sentir el dolor que recorría su cuerpo entero y le volvía imposible moverse tan siquiera un poco. Se preguntó entonces si cuando Pablo lo dejó ahí pensaba que estaba muerto, incluso se preguntó si en verdad lo estaba, pues todo a su alrededor era tan pacífico y bonito que le pareció el cielo.
Estaba en mitad de un campo, tirado entre la hierba que se movía tranquila al compas del suave viento que hubiera despeinado sus cabellos si estos no estuvieran apelmazados en su cabeza a causa de la sangre. El sol de la tarde se filtraba entre la espesura de la hierba y daba de lleno sobre su cuerpo dolorido, trayéndole un poco de calma al sentir su suave caricia, tan suave como las que su alfa había depositado sobre su cuerpo al principio de su relación, antes de que todo se torciera y deformara hasta convertirse en el infierno del que finalmente había escapado.
No importaba si estaba vivo o muerto, no importaba siquiera cómo se suponía que saldría de la mitad de la nada si es que lograba sobrevivir, o si algún día alguien encontraba su cadáver putrefacto. Lo importante ahora es que Pablo pensaba que estaba muerto, y eso solo podía significar que por fin lo dejaría en paz, que había salido de esa maldita relación que se torció ante sus ojos, pero de manera tan sutil que él no había podido notar hasta que era demasiado tarde. Hasta que su teléfono se rompió en mil pedazos bajo el pie de Gavira, hasta que la llave de la puerta giró y lo dejó atrapado en un segundo piso por todo el día, sin agua ni comida ni nada más que hacer que morir de la desesperación.
Si hubiera tenido la fuerza de hacer algo más que ver hacia el cielo seguro hubiera reído. Era libre, de nuevo era libre y podía morir en paz. Se había acabado, Pablo no lo iba a lastimar más, se había acabado el sentirse miserable e imbécil por dejarse violentar por alguien mucho menor que él y también más pequeño físicamente.
Era el final de todo, no más golpes, gritos, engaños; no más sentir miedo, no más caminar de puntillas.
Una fina sonrisa se dibujó en su rostro, y finalmente cerró los ojos.
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Violentómetro (Lewavi)
Fiksi PenggemarRobert es omega. Pablo es alfa. Robert piensa que su relación con Gavi es sana, que se aman y que todo es bueno entre ellos. Pablo piensa que Robert es suyo, que puede hacer de él lo que le plazca. Robert es mayor y más grande, y siente vergüenza...