Capítulo 3: Verano.

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La cena fue algo tranquila para Yuri, lo único que le llegó a molestar fueron algunos comentarios indirectos que el padre de Otabek le lanzaba, en cambio Rebecca era una mujer amable, siempre que notaba las indirectas de su esposo cambiaba el tema con una hermosa sonrisa.

-fue maravilloso conocerte.-habló la mujer envolviendo al rubio entre sus brazos.-por favor, comienza a visitarnos.-

-gracias. En cuanto pueda lo haré.-nervioso miro al padre del kazajo, y cuando estaba por darle la mano para despedirse, el kazajo le abrazo y lo acercó hacia sí.

-llevare a Yuri a casa, los alcanzó en un rato.-se acercó a su auto y le abrió la puerta al rubio, quién de inmediato entró.

Otabek subió de su lado y encendió el coche, comenzando a manejar. Miro de soslayo al rubio y suspiro ligeramente.-lamento la forma en la que mi padre se dirigió hacia ti.-habló después de un rato.

-¿La manera en la que me miraba? ¿Sus duras palabras? ¿O tal vez sus indirectas?-preguntó un poco molesto, pero después recordó a Rebecca, aquella mujer que hacia todo lo posible para hacerlo sentir cómodo, recordándola a ella, recordó a su amigo Yuuri, eran casi iguales.-tu padre es como yo, así que no te preocupes, está vez me tocó saber cómo se siente.-

***

Al llegar a su departamento, se desvistió y decidió tomar una ducha, estaba cansado, conociendo a Vladimir sabía que las cosas podían no ser fáciles, pero eso no iba a detener a Yuri.

No le importaba si no le caía bien, él simplemente podía estar frente al señor Vladimir para molestarlo y aumentar su ego al hacerle saber que ni con su desprecio lograría "separarlo" del kazajo.

***

El rubio camino hasta finalmente llegar a dónde el kazajo lo esperaba, de inmediato lo distinguió, no todos llevaban una buena motocicleta y vestían ropas negras haciéndolos ver atractivos.

-Viktor dijo que querías verme.-

Otabek se limitó a asentir y entregarle una pequeña bolsa color dorado, Yuri torció los labios al ver el celular último modelo que estaba ahí adentro.

-no pongas esa cara, me molesta más tener que recurrir a Viktor para poder verte o siquiera hablar contigo.-

-¿Qué?-

-olvidalo no importa. Mi número ya está registrado.-

-¿Sólo para esto querías verme?-

-no. Mis padres te han invitado a pasar lo que resta del verano en una de las islas del este.-

El rubio lo miro incrédulo.-¿Tus padres?-

-bueno, mi madre.-

El adolescente negó de inmediato.-olvidalo, no quiero tener que soportar la mala cara de tu papá.-

-descuida, mamá ya lo ha amenazado.-sonrió divertido al recordar como su madre regañaba a su padre como si de un pequeño se tratara. Dirigiendo su mirada al rubio, se dio cuenta que este no estaba muy convencido.-si quieres Viktor podría acompañarnos.-

***

Otabek manejaba uno de sus coches con el rubio a su lado, mientras que en la parte de atrás iban Viktor y Yuuri.

Cuando Yuri le pidió a Víktor que los acompañará, este se negó diciendo que haría mal tercio y que seguramente los padres de Otabek lo mirarían mal, y como Yuri no quería ir sin compañía, también había decidido invitar a su amigo japonés.

Al llegar a la casa veraniega de los Altín, ambos Yuri's miraron con asombro la vivienda, era grande y hermosa, a espaldas de esta estaba la playa.

-no pensé que una casa vacacional fuera tan grande, de nada serviría si solo pasas una o dos semanas ahí.-habló Viktor después de ayudarle al Kazajo a bajar todas las maletas.

-si bueno, son viviendas que papá se encapricho en comprarle a mi mamá.-

-¡Llegaron!-la dulce voz de la mujer se escucho, salió de la casa y de inmediato fue a abrazar al "novio" de su hijo.-hola querido, ¿Qué tal el viaje?-

-demasiado largo.-respondió sincero.

-si lo sé. La comida aún no está lista, pero pueden ir a la playa si gustan.-la mujer sonrió mirando a las dos personitas que aún no conocía.

-ah, ellos son nuestros amigos. Yuuri Katsuki y Víktor Nikiforov, son pareja.-el primero enrojeció y el segundo se paralizó.

-se llama igual que tú.-sonrió divertida.-no sé avergüencen chicos, no los juzgaremos.-habló al verlos tensos.

Dentro de la casa se escuchó el grito de su esposo llamándola, la mujer se disculpo y decidió entrar a su hogar.

Tanto Viktor cómo Yuuri miraron al rubio-¿Novios?-

-lo lamento, pero no quiero que Beka y yo seamos la única pareja ahí adentro.-

Antes de siquiera darles tiempo de responder, el kazajo se interpuso y le dirigió la mirada al rubio.-¿Entramos?-

Un delicioso aroma llegó a la nariz de los invitados en cuanto entraron, la casa era hermosa y tenía un estilo minimalista.

-¿Qué habitaciones usaremos?-el kazajo bajo las maletas y miro a su madre, quién de inmediato se acercó.

-pueden usar la última del pasillo y la segunda de la derecha.-

-¿Compartiremos habitación?-

-no le veo nada de malo, son novios.-todos se miraron sin saber que decir, cosa que provocó una pequeña risa en la mujer.-no somos de mente cerrada.-

Sin querer escuchar más, Otabek se encaminó a las escaleras y las subió junto con el rubio y sus amigos.

Al asegurarse que su madre no los escuchaba, se detuvo al final de las escaleras y miro al rubio.-no quiero que te sientas incómodo, ¿Quieres dormir con Víktor?-

-si duermo con Viktor Yuuri sera quién esté incómodo durmiendo contigo.-

-¿Entonces me quedo contigo?-

-¿Y que Yuuri se quedó con Viktor? Olvídalo. Yuuri y yo dormiremos juntos.-sin dar espacio a negativas, tomo la mano del nipón y entró a la segunda puerta de la derecha.

Yuuri se dedico a mirar al rubio. No sabía exactamente como se sentía, pero se podía hacer una idea.

-¿En verdad estás bien con todo esto? Siento que es mentalmente pesado.-

-me ayudará al final, podré pagar más rápido la escuela de moda a la que quiero ingresar.-

Era verdad, la escuela de moda que el rubio quería era muy costosa y además estaba en otro país, con esa respuesta no podía renegar, pues apreciaba demasiado al rubio como para cortarle las alas, el nipón quería ver crecer al rubio, no solo físicamente, quería que cumpliera sus sueños, sueños que Yuuri no podía averiguar cuáles eran en su vida.

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Matrimonio por conveniencia. «YURI ON ICE.»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora