Ya no era necesario emitir palabras. El silencio llenaba el ambiente por completo, y eso que estaban disfrutando del verano al aire libre. Desde lejos se escuchaba el sonido de los árboles, el canto de algún pájaro cercano y el chapoteo del agua si alguno de los dos hacía un movimiento brusco. Pero ninguno quería atentar contra la serenidad que pocas veces se daban el lujo de conseguir; al menos, mientras los ocho tenían que cumplir con la misma apretada agenda horaria.
Para su suerte, tenían un día de descanso. Los chicos australianos se fugaron a sus hogares para ganar tiempo valioso con sus respectivas familias, y los dos menores del grupo los acompañaron y pasaron a saludar. Minho supuso que Hyunjin se iría a recorrer solo los paisajes turísticos con su cámara, y Changbin... pues le había perdido el rastro. Jisung tal vez sabía dónde se encontraba, aunque esa no era su mayor preocupación. Minho soltó una risa ante ese pensamiento. En verdad no tenía idea dónde había ido, pero en el hotel no había rastro de su presencia; de modo contrario, estaría en la piscina con los dos. ¿El hotel tenía un gimnasio? De ser así, era muy probable que se encontrara allí. Minho no indagó mucho en eso, pues la razón por el interés en su amigo no era por cuidar de su integridad física, tal vez estaba perdido o durmiendo en su habitación, pero no estaba impaciente por eso.
Si Minho dejaba salir su lado más honesto, le confiaría a Jisung qué era lo que lo tenía tan preocupado. Pero eso no iba a pasar. Minho y Jisung nunca hablaban de temas profundos, de esos pensamientos que estaban arraigados en sus más oscuros sentimientos. Sin embargo, no había motivo alguno para charlarlos, porque así era su dinámica, así se divertían, así se querían. A pesar de que se alegraba que Han era un buen confidente, si Minho hubiera sido honesto con él, tal vez no estaría atrapado en esta situación.
Bueno, ¿qué situación? Minho tampoco lo comprendía. Lo único que sabía era que había algo en el aire del nuevo continente, como unas partículas anatómicas intangibles que se metían en los pulmones y afectaban todo el cuerpo. Como los fuertes rayos del sol de verano que te queman y te tienes que ir a la sombra. Pero que en las sombras es igual de peligroso porque allí se hace tangible y hasta se puede palpar. Jisung estaba muy quieto. Él también lo había sentido. Y no solo le recorría aquel sentimiento extraño por su interior, sino que lo había escuchado. Sí, aquel sentimiento no era sensible al tacto únicamente, también el oído era partícipe de aquella locura. Y estaba seguro de lo que habían captado sus orejas. Sus oídos no le mentían y nunca le habían fallado. ¡Era un músico profesional! Que la sordera se apodere de él antes de oír erróneamente siquiera un acorde. Había sido tan dulce como una melodía que el cosquilleo le llegó hasta la punta de los dedos, y tuvo que morder su labio para evitar imitarlo. Pero Minho no lo sabía. No fue consciente que su mejor amigo estuvo despierto la noche anterior, cuando decidió realizar tal acto sin la aprobación del menor. Estaban en la misma habitación, ¿pudo haberle... avisado?
Jisung se dejó hundir hasta la cabeza bajo el agua. Pensaba que ya había enloquecido. Cerraba los ojos con fuerza porque ese revoltijo en su interior estaba comenzando a materializarse en su piel de gallina, y le asustaba un poco. Sin embargo, existía un indicio que le indicaba que todo estaba bien.
Antes de zambullirse en las aguas no naturales, ambos se habían recostado en la cama de Jisung para juguetear y no hacer mucho. Minho reprodujo sus canciones favoritas en su celular y Jisung comenzó a cantar algunas que se sabía. Cuando los dos ya estaban lo suficientemente aburridos para continuar, decidieron ponerse los shorts de baño y visitar el patio del hotel. Aún bajo el agua, Jisung rememoraba las anécdotas que habían vivido. Pero también fue sorprendido por el recuerdo del repertorio que habían elegido: la gran mayoría eran canciones de amor. No había nada de malo con eso, ambos habían escrito canciones de amor y era totalmente usual que entre sus gustos predomine ese género. De todos modos, Jisung apenas tenía una idea de lo que era el amor. Él amaba muchas cosas y a muchas personas pero enamorarse estaba en otro nivel. De todos modos, estaba muy bien así. Tenía personas a su alrededor que lo hacían muy feliz. Minho lo hacía feliz. Disfrutar momentos como estos lo hacía feliz. No había lugar para las preocupaciones, solo buenos momentos, diversión, risas, canciones de amor, juegos, calor, últimamente, mucho calor, tanto que le cortaba la respiración, le quemaba, le dolía.
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Feel it, feel me
FanfictionSi Minho dejaba salir su lado más honesto, le confiaría a Jisung qué era lo que lo tenía tan preocupado. Pero eso no iba a pasar. Minho y Jisung nunca hablaban de temas profundos, de esos pensamientos que estaban arraigados en sus más oscuros sentim...