Brighter Than Sunshine © VKOOKMIN

009

Soojin suspiró hondo. No podía concentrarse en la clase, miró sus manos, aún estaban temblando. Tenía muchas ganas de llorar, se sentía sola, muy sola, cómo en aquellos días.

No tuvo que pedir permiso porque afortunadamente su profesor se dió cuenta de su malestar. Le dió permiso para salir más temprano.

"Llamaré a tus padres". Le dijo el profesor.

"¡No! Por favor, a mis padres no, eh, ellos están de viaje. ¿Puede llamar a mi hermano?". Pidió.

"Cómo quieras".

No pasó diez minutos antes de que Namjoon llegara junto a ella. "¿Estás bien? ¿Te pasó algo?".

Ella negó con la cabeza. Su hermano mayor suspiró, agarró las cosas de Soojin y la llevó consigo.

"¿Volviste a tener pesadillas?". Preguntó él.

Ella asintió.

"Tranquila, ellos no regresarán hasta dentro de un mes".

Aquello debería darle calma a ella, pero no lo hacía. Se sentía inquieta, una opresión fuerte crecía en su pecho. Tenía miedo, de que la única persona que la comprendía y defendía en el mundo, la deje sola.

"¿Invitaste a Taehyung a la fiesta?". Preguntó.

"Oh sí, lo hice... también a Jimin". Respondió Namjoon.

Sus dedos temblaron. "¿T-te parece atractivo Tae? Digo...por la forma en que estaban hace rato".

Namjoon permaneció en silencio unos minutos. "Umm sí, aunque me gusta más Jimin".

Ella se mordió los labios y luego llevo sus dedos a su boca mordisqueando sus uñas. "Él no es un doncel".

Namjoon la observó, odiaba cuando ella se mordía las uñas. Con una mano agarró la muñeca de ella y entrelazó su mano con la de ella mientras seguía conduciendo.

"Tiene características físicas iguales a las de un doncel, aunque no lo sea es muy atractivo". Rió. "Pero no te preocupes, no me gusta en una forma sería, no te quitaré a tu amigo, solo... quiero probar un poco".

"¡No puedes!". Gritó ella.

Quiso apartar la mano de él pero en cambio él apretó más la suya contra la de ella.

"Soojin, ya hablamos de esto, no puedes prohibirme estar con otros chicos, no debes tener miedo, tú siempre serás mi prioridad, jamás te dejaré de lado por nadie más, soy tu hermano mayor y siempre te voy a proteger". Dijo de la forma más paciente que encontró.

Soojin tenía lágrimas acumuladas en sus ojos. Ella lo sabía, claro que sabía que Namjoon jamás la abandonaría. Pero odiaba cuando la atención de su hermano mayor se dirigía a alguien más.

No era normal, los dos lo sabían. Los celos enfermizos de la chica se estaban sobrepasando. Pero no podía evitarlo, Namjoon era lo único que Soojin tenía en el mundo.

El mayor solo guardó silencio, llegaron a la enorme mansión que tenían por hogar. (Si a eso se podía llamar hogar) para Namjoon el hogar era estar en compañía de Soojin.

Ella era la luz de sus ojos, juró protegerla toda la vida. Después de todo lo que pasó era lo mínimo que podía hacer.

Soojin subió a su habitación sin mirarlo. Él se apresuró a seguirla, entró a la habitación de ella y la encontró acurrucada en la cama. Namjoon se acostó detrás de ella y la abrazó, escuchaba su llanto y le acarició para que se calmara.

"No me dejes nunca por favor, si tú me dejas yo me muero". Susurró ella.

Le partía el corazón a Namjoon escucharla así, él jamás la dejaría, a su pequeña hermana.

"Nunca te abandonaré". Respondió.

Ella suspiró y se quedó dormida en los brazos de su hermano mayor. Volvió a tener una pesadilla, una mujer que la miraba con odio y le hacía todo tipo de cosas desde que ella tenía conciencia.

Una mujer que la golpeaba, le dejaba días sin comer. La maltrataba psicológicamente. Nadie la salvaba, ni siquiera podía llamar a su madre, porque esa mujer que la agredía era su propia madre.

Se despertó llorando. Y se encontró que Namjoon seguía con ella. La abrazó fuerte y la apretó contra él.

"¿Volviste a soñar con ella? Tranquila, mamá no puede volver a hacerte daño. Ella sabe que mientras yo viva no puede volver a tocarte, ellos no están aquí...".

"Ellos volverán en un mes...".

"Pero yo estaré aquí, no dejaré que ella te vuelva a hacer daño".

Soojin volvió a cerrar los ojos. Sus padres volverían del extranjero después de un año. Aún recuerda la vez que Namjoon supo que su madre estaba golpeando a una niña de 11 años.

La mujer siempre ocultaba los golpes que le hacía a su hija, pero esa vez se sobrepasó, aunque siempre dejaba sin comer a Soojin, esa vez se desquitó con ella muy mal, la había encerrado en el sótano de la casa, sin comer por dos días, golpeándola hasta el cansancio. La niña se desmayó y Namjoon la encontró, desesperado le dijo a su padre, la llevaron al hospital y dijeron que la habían secuestrado, pero nadie sabía que fue la madre de ellos quién había hecho todo eso.

Namjoon se lo dijo a su papá, pero grande fue sorpresa cuando se enteró que él siempre lo supo, y jamás le dijo nada a su esposa. No entendía porque no defendía a su hija.

“Porque le fui infiel a tu madre, y esa mujer dió a luz a Soojin. Ella se enfermó y me la trajo a casa, tu madre sufrió mucho cuando se enteró, tú apenas tenías dos años. Soojin es producto de mi traición, y tu madre solo saca su dolor”.

Su padre la llevó desde entonces en el extranjero y volvían unos meses a la ciudad. Namjoon supo que solo él podía defender a su hermana menor de esos mounstros que hacían llamar padres. Y de toda la sociedad, por eso era tan celoso con su hermana, los demás no lo comprendían pero a él no le importaba.

Lo único que le importaba en la vida era proteger a Soojin, no quería volver a verla en ese estado, con golpes en todo el cuerpo, sin poder moverse, llorando y con dolor en todas partes. Sobre todo, temblando de miedo y desconfiando de todo el mundo.

Namjoon se prometió que la haría feliz. Si eso significaba no dejar que ningún hijo de puta la toque. Lo haría. Nadie haría sufrir a su pequeña hermanita menor. Nadie.