Un espacio oscuro y tétrico, con colores que en su primer momento eran ajenos pero ahora representan muchos aspectos de su vida.Púrpura, negro y encaje. No es un color este último pero ha cambiando mucho la perseción de Greyson por alguien en particular.
Por la dueña de esta habitación.
La primera vez que entró no se percato en los detalles menores, no se fijo en las lámparas especiales, la ropa tirada o todos los trofeos. No tendrían el significado que ahora puedo darle.
Todo este espacio grita Honey. Es evidente siendo su habitación pero por la apática personalidad de su prometida es común imaginar su espacio como una esquina sombría y tétrica.
O solo imaginar una gran sombra.
Pasearse por su espacio, mirar su cama desordenada, la ropa en una esquina e incluso las pocas fotos le distraen, piensa, sentado en el escritorio como podría decirle al decorador que implemente esto en su cuarto en la tercera planta.
Aquel que usaran tras casarse.
Pensar en su futuro distrae del presente. La dueña de la habitación aún no regresa, como siempre demostrando cuanto puede molestarle al desaparecer.
Movió los dedos de forma inquieta sobre el escritorio, ya es de noche de nuevo. No se ha movido, no se ha ni siquiera cambiado la ropa esperándola.
Tampoco ha sentido que se acercara, ¿Habrá suponido lo que le espera?
— Líder.— Roy entro tras abrir lentamente la puerta, teniendo precaución de no importunar.
Él tampoco se ha cambiado, su vestimenta luce peor que la suya al haberse enfrentado directamente con los gemelos. Roy y otro guardia fueron los únicos supervivientes contra los hermanos de su prometida. Fue suerte haber noqueado al mayor — que tiene el don de herir — antes que pasara a mayores.
Encerró tanto a ellos como a Infamius en el sótano.
— ¿Hay noticias?
Roy movió la cabeza, fue un movimiento involuntario más que una afirmación como tal.
— Jed regresó de la mansión de su hermano, trajo a alguien.
Con la intriga ceñida en su rostro le pidió que trajera a Jed y a ese “alguien”.
Solo se sorprendió un poco cuando Karter entro seguido del guardia, su atención fue dirigida a la mochila sobre su hombro y el pavor de verle.
— ¿Y Byron? — pregunto sin denotar extrañes. Él mando a buscarlo.
Karter se veía a cada segundo más incómodo, no paso por alto como miro toda la habitación de su prometida.
Greyson se aclaro la garganta para que se centrara en lo que pregunto.
— En recuperación.— murmuro apretando su mochila.— El t-tío infamius casi lo mató.— Greyson no mostró ninguna emoción con la noticia.— ¿Mi tío Infamius esta...?
— Vivo, no te daré detalles.— dictaminó. Se levantó despacio, aún le molestan varias de las heridas que le ocasiono Infamius.— Ansiaba verte, Karl, he querido tener otra conversación fuera de la relación filial que nos une.
Es claro que se refiere a la última vez que hablaron. El día del escape definitivo de su Miel.
— No me arrepiento de haber liberado a Nigthmare, ya había ayudado a Honey una vez.— a pesar de sonar soberbio hizo énfasis en un tono neutro.— No debes sorprenderte.
— Me lleve muchas sorpresas ese día, lo tuyo no fue tan grave...— aclaro cruzando sus brazos.— Grave y severo podría ponerse la situación si Honey no aparece.
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Dunkel Blood ©.
VampireSegunda parte de "Honey Sei". Las secuelas de Greyson continúan haciendo estragos en la azabache, aún en una nueva y desconocía situación la figura de "su pareja" traspasa su tranquilidad. Honey es dueña de su destino, de su cuerpo y finalmente de s...