-Love Me, Again-[KSJ&MYG]

IX

Para mi Tanna; Felicidades por tu graduación mi niña preciosa ♡

Y guarda tu foto en su oficina en el centro de la ciudad,

Porque puedes escucharlo en el silencio,

Puedes sentirlo en el camino a casa.

Puedes verlo con las luces apagadas.

Estás enamorado,

Él está enamorado, amor verdadero.

You are in love-Taylor Swift.

La vida en Seúl no parecía diferente para YoonGi, con excepción de ciertos cambios. Él que pasaba días enteros sin estar al pendiente de su celular se había encontrado varias veces contestando a los mensajes que SeokJin le enviaba para saludar o comentar cualquier cosa de su día que lo había hecho recordar al doncel.

Se habían visto unas cuantas veces más después de su primera cita y todas coincidían con SeokJin teniendo un rato libre luego de la jornada laboral de YoonGi. También estaba comenzando a acostumbrarse a ser esperado afuera del jardín y subir a su auto en busca de una cafetería o un pequeño restaurante donde pasaban juntos al menos una hora antes de que YoonGi tuviera que volver a casa para cuidar de Iseul.

Sus pláticas no iban más allá de las de dos personas que se están conociendo. En su caso, volviendo a conocerse. Pero esta vez, YoonGi pensaba que era mejor si tomaban todo de una manera tranquila, dejando de lado el arrebato que tuvieron en Busan. Era mejor si iban sin apresurarse o crearse ilusiones de cosas que quizá no podrían llegar a ser.

SeokJin por su lado, se obligaba a sí mismo a no querer más. A no correr cuando notaba lo mucho que YoonGi se resistía con la excusa de que a sus edades no están para romances como el que tuvieron siendo unos colegiales.

Además que el doncel no dejaba de recordar de la existencia de Iseul y lo importante que el niño es para su vida y lo nada dispuesto que se encontraba para cometer locuras en nombre del amor. Si SeokJin era sincero, nunca se había visto a sí mismo siendo padre, mucho menos se había imaginado que alguna vez iba a comenzar a salir con un papá soltero y que éste expusiera sus prioridades en todo momento.

A decir verdad le causaba nervios, miedo a que el niño lo encontrara desagradable y haría travesuras para que se aleje de YoonGi y entonces tendrían que vivir en una guerra constante porque él no estaba dispuesto a alejarse del doncel. Claro que no.

Pero tampoco podía pelear con el niño puesto que este es un pequeño de apenas tres años y si lo analiza mejor, él es quién siempre tendrá todas las de ganar. Las prioridades de YoonGi eran demasiado claras y en primer lugar siempre se iba a encontrar Iseul.