Phobia

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Empezaba a oscurecer y eso sólo revolvió más el estómago de Minho quién esperaba pacientemente a su novio, viendo por la ventana a la espera de su novio en una bicicleta.

- Deberías relajarte hasta a mí me pones nervioso, y ni es mi cita

- Lo sé, pero no puedo, hace mucho no le hago este tipo de cosas

- No se puede quejar, tienes más trabajo que horas de sueño, y eso que yo no duermo

- Tú no duermes por gusto Chris

- Con mi tesis no te metas, como sea ya me tengo que ir, quedé de verme con Lix en lo que tú te besas a tu amorcito

Un cojín golpeó en el blanco la cara de Christopher, la puntería de Minho nunca fallaba, y menos cuando su mejor amigo lo trataba de apoyar y sólo terminaba irritandolo.

- Habló el que chupa pija en "secreto" en el cuarto de al lado

- ¡Sólo fue una vez! Aún me avergüenza aunque a Félix le de risa, agh, no te soporto

- Yo tampoco, hay cosas que si deberías mantener en secreto

- ¿En serio sigues molesto por la ayuda que le dimos a Hannie? Vamos, el pobre necesitaba una oportunidad

- Al menos pudiste haberme dicho y no hacerme pasar por el terror de - no le gustaba hablar de sus miedos en voz alta, aunque todos lo supieran - sabes que no me gustan las montañas rusas

- Deberías darme las gracias, aunque si te hubiera dicho hubieras entrado en negación, ay no sólo somos amigos, deja de decir mamadas meriyein - imitó a Minho en un tono chillón, mientras se acercaba más a la puerta

- Pendejo, eres un...
- una campana lo distrajo de seguir con sus insultos e iluminó su rostro - ya llegó, vete y deja la puerta abierta

- Yo también te quiero hermano de otra madre - Minho giró los ojos y le dió una sonrisa sincera - diviértete y pasen un buen rato, yo sé que ya sabías Min, eres listo, y justo por eso no la riegues

Cerró la puerta y se escucharon unos pasos apresurados, hace poco Chris le había contado sobre todo el plan que hicieron el resto de los chicos para que Jisung se declarara, Minho mentiría si no se había hecho una idea desde que el reciente novio de Christopher insistió tanto con su presencia, sobre todo porque su mejor amigo nunca le decía que no a Felix, sin contar el famoso desmayo de ese día, había visto a su chico hacer horas intensivas de ejercicio y jamás había ocurrido algo similar, ningún susto lo había hecho desmayarse, y eso que veían películas de terror seguido, la historia del plan sólo había confirmado sus sospechas, y de alguna manera, había ablandado aún más el corazón del mayor cada que veía a su Jisung.

El tiempo que llevaba con él había sido maravilloso, claro que hubieron discusiones, y días en los que no se querían ni ver, pero al final del día siempre se reconciliaban. En su segundo aniversario Minho le había propuesto a Jisung mudarse juntos, después de todo, tres años le parecía un tiempo prudente de conocerse como pareja, Lee tenía un trabajo fijo y Han trabajos ocasionales que mantenían a flote sus gastos e inicial carrera de músico, los gatos de Minho tampoco eran un problema ya que el menor los quería como propios, sin contar que ya pasaba más tiempo en el departamento de su pareja que en el suyo, por lo que la respuesta fue obvia y emocionante para ambos.