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Las semanas habían sido difíciles, entre los jugadores se habían creado aliados. Siendo casi pocos o incluso nulos los que se habían quedado completamente solos. El primer día había sido "hardcore" como algunos le decían, incluso algunos habían muerto.
Los que mejor se adaptan son los que sobreviven, o algo así era la frase. No podía equivocarse menos el pendejo que la creó. Viviendo en plena comodidad de la ciudad, con sus avanzadas tecnologías e incluso algunos todavía viviendo con sus padres y ni trabajando. Pasaron a ser secuestrados y llevados a una parte del mundo donde existían los zombies, esqueletos, arañas gigantes, lluvia ácida y demás.
Missa solo podía ver desde su comunicador y en compañía de sus compañeros como los demás morían. Le ponía los nervios de punta pensar que podría ser el siguiente. Y aunque podía llevarse bien con sus compañeros y demás personas que habían quedado atrapadas en esto. No servía de mucho en los que tenía que ver con construcción, pelea, o supervivencia.
Y sus compañeros parecían tenerlo muy claro, pero no se lo hacían saber por aparentemente lastima? Aunque missa lo sabía muy bien. Él tenía muy en claro que no servía de mucho y que solo le quedaba morir.
Y no fue hasta que sus compañeros de equipo murieron que la culpabilidad y los pensamientos intrusos se hicieron mucho más fuertes. Sus debilidades se hicieron más fuertes que él.
Por un momento pensó que moriría cuando ningún grupo o aliados le dieron espacio o alojamiento en sus casas y tuvo que quedarse en un agujero solamente comiendo carne de vaca o pollo cruda que salía a recoger cuando ya no podía más del hambre.
Y entonces fue cuando quedó bajo un árbol intentando protegerse de la lluvia ácida que encontró(o lo encontraron?) a su salvación, amigos y lo que sería proclamado suyo.
Un español/noruego, un argentino, un mexicano y un francés.
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Missa se pregunto si por fin había perdido todas sus vidas, si bien se sentía como si lo hubieran pisado tres camiones, la calidez que sentía en este momento era reconfortante.
Los dedos fríos se deslizaron por su cabello y por un momento Missa dejó escapar un pequeño suspiro, hundiéndose más en el suelo (o era un colchón?) . Tiró de la delgada manta más cerca, frotando el borde suave contra su barbilla. Los susurros revoloteaban sobre su cabeza, estando demasiado cansado para reconocer lo que decían o entender la conversación, o incluso quién estaba hablando.
Lo único que podía reconocer era la mano fría que pasaba entre su cabello y amasaba su cuero cabelludo.
La mano fría se sentía muy bien contra su piel, piel llena de sudor y pálida. Una piel de color enfermizo por estar expuesta a la lluvia asida.
Cuando la mano se apartó, Missa gimió en voz baja y lastimosamente. Una risa escuchosobre su cabeza y sintió como la mano regresaba, rascando su cabello una vez más. Missa involuntariamente se inclinó hacia la mano, abriendo los ojos solo para encontrarse con un fondo borroso y siluetas de formas vagamente humanas. Una de las voces sobre él habló, y Missa tarareó antes de cerrar los ojos una vez más.
Este era un sueño agradable, tal vez eran familiares que habían fallecido y lo esperaban en el más allá? O quizás la lluvia ácida había terminado y uno de sus amigos lo habían encontrado.
La próxima vez que missa se despertó se frotó los ojos pegados por la lagaña y rodo por la cama con frío, la sábana que anteriormente lo tapaba se encontraba en el suelo. En el borde de la cama y boca abajo extendió la mano intentando alcanzar la sábana para volver a cubrirse con ella. Cómo diablos podía ser tan inútil que ni una sábana alcanzaba. Missa sintió que podría largarse a llorar lo que lo hizo sentir aún más patético, como podía largarse a llorar por algo tan pequeño. No quería volver a llorar, sentía que ya suficiente había llorado anteriormente por sus compañeros, su hogar que ahora estaba lejos, el cambio repentino de ambiente y por el abandono.
Cosas que pasaban a su alrededor y que afectan su salud mental.
Haciéndose un bollo en la cama se abrazó a sí mismo mientras temblaba, gimoteo y acomodo sus piernas moviéndolas hasta que encontrará una posición más cómoda para ellas.
Y no fue hasta que casi volvía a dormirse que sintió como lo volvían a tapar con la misma manta y luego volvía a sentir más peso sobre él(posiblemente otra manta).
"Uy se nos estaba cagando re de frío"
Tembló por unos minutos hasta que las sábanas mantuvieron el calor corporal bajo de ellas y q su alrededor logrando así volver a dormirlo.
"No tendríamos que despertarlo para que coma algo?"
Las siguientes charlas quedaron sin importancia para el, ahora quería seguir durmiendo un rato más.
La tercera vez que Missa se despertó, se sintió un poco mejor. Su visión no era borrosa y ya no temblaba. Su garganta todavía ardía, su paladar estaba seco y pegajoso por la deshidratación pero en comparación de las demás últimas veces que se despertó se sentía mucho mejor, incluso si su nariz y oídos se encontraban tapados.
Un sonido resuena, Missa abre los ojos e inspecciona el cuarto en el que se encontraba. Sin lugar de donde pueda provenir el sonido, ningún reflejo o sombra que lo puedan advertir de que había algún mob o persona. Resoplando y aunque sonriendo levemente se deja dormir nuevamente, ya tendría tiempo para pelear contra mobs, compañeros y de volver al peligro.
Y por primera vez desde que empezó su enfermedad, Missa sueña. Destellos de colores Verde, azul, negro, rojo y blanco. Sueña con sentir como unos fuertes brazos lo rodean con una calidad, que su parte esqueleto marchito no le permite sentir. Una voz canta una suave armonía de sol y hermandad. Le susurraron promesas de amor y protección. Los dedos fríos se mueven a través de su cabello, quitando nudos.
Cuando Missa se despierta nuevamente, casi pensó que todavía estaba dormido. Una mano estaba sobre su cabeza, y bajos murmullos rompieron el silencio que había llegado a esperar de su casa vacía.
"Ya no tiene fiebre"
"Eso es bueno, por un momento pensé que su parte híbrida hacia choque contra la medicina y las pociones." Otra voz contesto, acento bien marcado haciendo notar que el español no era su primer idioma.
"Es bueno. Tuvo una noche difícil, se despertó varias veces, pero deberíamos estar fuera de la zona de peligro”. La primera voz dijo de nuevo. Acompañado por la mano en la cabeza de Missa.
¿Ya se levantó?" Dijo una tercera voz. Ante eso, Missa gimió. Una risa salió de su derecha, y la mano se movió de su cabeza. Los ojos de Missa se abrieron y miró al techo por un momento. "Hola sol, buenos
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Nos pertenecemos [Minecraft Extremo]
Fanfiction"Por supuesto que te queremos, sol. Eres nuestro pequeño. El integrante más joven. Nuestro para enseñar, cuidar y proteger. Y somos tus compañeros, mientras nos quieras. Missa solo ha querido que alguien sea suyo. Y el team vacío legal están felices...