sempiterno

4- APUESTA

LOS PARTIDOS CONTRA POLONIA Y Holanda ya habían concurrido.

Se preguntaran, ¿Qué pasó con la cita de Dai y Juli?

No la tuvieron.

Scaloni se habia levantado con el pie izquierdo, y aunque el de river haya intentado convencerlo seguía siendo un no.

Aunque se iban a reunir mañana a las 8, la misma hora que habían arreglado.

Esos días que no se vieron se mandaban mensajes o se veían por videollamada cuando la chica hablaba con su hermano.

Cada uno con una sonrisa tonta y Enzo al pedo, pobre, parecía el violinista.

Volviendo a la realidad; la morocha se encontraba desayunando junto a su cañada y su sobrina.

— ¿Qué te vas a poner para la cita con Juli? — pregunto emocionada la chica que tenia enfrente.

— No es una cita, es una salida como amigos — respondió ella con una mueca.

— Si dale, y yo soy la novia de Brad Pitt — dice Valu para luego reirse junto a Dai.

— Buenoo, supongo que me voy a poner un jean con algúna remera, que se yo, algo simple. No traje ropa muy elegante tampoco.

No era de esas chicas que llevaban de todo en su valija cuando se iban de viaje, ni siquiera había llevado algo de maquillaje.

Solo un gloss, un arqueador de pestañas, rimel y nada más.

Tampoco era que le hacia falta; era una chica muy linda con o sin maquillaje.

— Dale, avísame después y te ayudamos a prepararte — Valu habla con una sonrisa envidiable.

No pueden ser tan blancos sus dientes; pensaba la mini de los Fernandez.

— Igual voy a ir sencillita — dice la morocha con su mirada amenazadora.

La chica frente a ella le saco la lengua en joda y siguieron desayunando.

Ya eran pasadas las doce, el cordobés había pasado a buscarla en horario.

Incluso había llegado quince minutos antes, Daira estaba como loca corriendo por toda la habitación terminando de prepararse.

Era una imagen muy chistosa y mas para las que pudieron presenciarla, que en este caso habían sido Oli y Valu.

Se mataban de risa y eso estresaba mucho más a Daira.

Pero al final no lo había hecho esperar demasiado.

Aunque el esperaría lo que fuera con tal de salir con ella.

Fueron a un restaurante xon poca gente, por suerte no era muy elegante sino ninguno de los dos habría encajado muy bien.

La bostera estaba con un jeans casual y una remera linda pero básica, y el de river con un pantalón negro y una remera clásica Adidas blanca.