llegué a clase a tercera hora de la mañana. Me había pasado la primera en el patio intentando que esos capullos no me mataran y la segunda en la enfermería. La enfermera ya ni preguntaba qué había pasado. No sé si llegó a creerse alguna de las historias que le conté.
cuando entré a clase vi como los siete tíos que habían estado pegándome sonreían. Agaché la cabeza y fui hasta el fondo de la clase.hay pocas cosas que puedan hacerte temblar de verdad. Sentir que todo tu cuerpo se estremece, que cada ricón ha sentido esa sensación. ¿como puedo describir esa sensación? creo que simplemente no puedo. Supongo que es imposible explicárselo a alguien que nunca lo ha sentido. Diría que una forma de sentirlo, es el amor. El verdadero amor, digo. Creo, que si lo has llegado a sentir alguna vez no puedes vivir sin ello. ¿Y qué hacemos entonces los que sí lo hemos sentido, y además sabemos que nunca volverá? buscar un sustituto. Algunos lo buscan en el alcohol, las drogas. Pero está claro que nunca será comparable.
Yo personalmente, lo he buscado en el dolor. Apretar esa colilla contra en puño hasta sentir que tu carne quema. Darle golpes a la pared hasta no poder más. Sangrar, solo en mi cuarto, hasta quedarme dormido hundido en lágrimas. Llamadme loco, pero llego a pensar que es bonito. Total, si no te machacas tu mismo, los demás se encargaran de hacerlo.