recuerdo lo nervioso que estaba esperando el tren de david. Esperando para volver a verle, después de todo lo que aguantamos esos meses.
cuando llegó el tren procedente de Barcelona, casi me da un ataque. O al menos eso creía yo. Joderjoderjoder. De repente los kilómetros se habían convertido en metros.
se me escapó una lágrima de felicidas al verlo bajar.
me buscaba con la mirada entre la gente.
cuando porfin sus ojos marrones se fijaron en los míos, sonrió.
y yo sonreí.
y corrió hacia mí,
y yo hacia él.
después de meses por fin volvíamos a estar juntos, y joder, yo era feliz.pasamos un buen día juntos. Un día genial, lleno de risas, abrazos, recuerdos, besos... hasta que decidimos pasar por el centro de la ciudad. Íbamos cogidos de la mano. Simceramente, había sufrido demasiado para poder estar con el chico del que me había enamorado, y me negaba a reprimirme delante de la gente. No me importaba lo que pensaban o comentaban. Ni si quiera me molestaban sus risas. Nosotros éramos más que eso.
decidimos sentarnos en un pequeño parque. Era precioso. David estaba distraído por el paisaje, así que aproveché y lo besé de improvisto. Me devolvió el beso y luego murmuró mirándome a los ojos:
-Tengo que decirte algo. Algo que hace mucho que quiero decirte - hizo una pausa para pensar qué decir. Yo lo notaba muy nervioso, llegué a pensar que nunca lo diría, pero entonces, siguió - Estoy enamorado de ti, Álex.
sentí que se me paraba el corazón. "¡Yo también lo estoy de ti!" quise gritar. Pero no lo hice. No podía hablar.
él se apartó un poco y sonrió
-Bien, ya lo he dicho - tenía una expresión divertida, liberada, como si acabase de quitarse un gran peso de encima - ¿Álex? ¿Estas llorando?
antes de poder contestar él ya me estaba abrazando
-David, te quiero. Yo también estoy enamorado de ti. Y siempre lo estaré.