Capitulo 8

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Puede escuchar la fuerte risa por parte del de tunicas doradas, el es el causante de tantas muertes, incluso de la de su hermano, puede sentir a su sobrino tensarse entre sus brazos, deja escapar un suspiro tembloroso y finalmente pregunta.

-P-por que...

Dice levantando levemente su mirada, el Jin poco a poco deja de reír, sin embargo ahora hay una sonrisa burlona en su rostro.

-¿Por que mandé a matar a tu hermano A-huan?, ¿Es eso lo que quieres decir?

El templo en el que se encuentran ahora está completamente en silencio, hasta que fuertes risas resuenan por todo el lugar.

-Dime... porque a Wangji...

-¿De verdad lo quieres saber?

Dice con una expresión de falsa sorpresa reflejada en su rostro.

Su herida arde contra la parte derecha de su cuello, lleva su mano instintivamente ahí y trata de tranquilizarse lo suficiente antes de finalmente fijar su mirada en el Jin, sosteniendole la mirada lo mejor que puede.

-Bien, entonces te diré porque.

Su tonta sonrisa aún se encuentra ahí.

Lo que escucha a continuación lo hace querer golpear al contrario.

-Tu imbécil hermano era alguien muy inteligente, eso es algo que debo de reconocer, por esa razón el murió, de lo contrario si seguía vivo tarde o temprano descubriría toda la verdad.

A-yuan se safa de los brazos de su tío y confronta al Jin.

-A-yuan.

-Como te atreviste... CÓMO DEMONIOS TE ATREVISTE A MATAR A MIS PADRES.

Gruesas lágrimas caen ahora por el rostro del chico, su respiración es irregular.

-Veo que también debí de deshacerme de su estúpido hijo.

Xichen ya no lo soporta más, se levanta de su lugar y lo que sucede a continuación sorprende a todos los presentes.

Un fuerte golpe resuena en el lugar, el de tunicas doradas cae al piso y el Lan se tambalea en su lugar para finalmente caer de rodillas a su lado.

-Eres un maldito, yo confíe en ti...

-Y eso es lo más divertido lider Lan, es increíble como a pesar de tener ese gran puesto, no fuiste capaz de detener ese mísero castigo que conllevo a la miserable muerte del segundo maestro Lan.

-CALLATE...

-Eres un maldito bastardo Meng Yao.

La voz de Lan Jingyi rezono en el lugar mientras sostenía a un joven Jin Ling aún en shock.

Esas palabras únicamente causaron la risa del Jin mayor.

Y aprovechando que se encontraba distraído con su vista hacia el techo mientras reía, lentamente levanto su espada y sin dejar pasar más tiempo la incrustó justamente sobre su corazón.

Lágrimas salían de sus ojos al ver cómo el de tunicas doradas fijaba su mirada sobre el, sangre salia de su boca y de la herida en su pecho, con un ruido sordo cayó inerte en el frío suelo frente a el.

Muerto.

El Jin ahora se encontraba muerto.

Era consiente de que el cuerpo debía de quedar completamente destruido, fue así que lanzo un talismán a uno de los muros he inmediatamente todo el lugar comenzó a temblar, pronto se derrumbaría así que salió de ahí junto a su sobrino, su hijo y los amigos de éstos.

Finalmente ya fuera del templo, pudieron observar cómo este se derrumbaba totalmente.

El dolor en su cuello regreso y está vez más fuerte que antes, le costaba bastante trabajo respirar adecuadamente.

-Padre.
-Tio.
-Lider Lan.
-Zewu-jun.

Pudo escuchar las voces preocupadas y alarmadas por parte de los juniors, a la vez que era sostenido por un par de brazos cálidos, antes de caer completamente inconsciente pudo jurar que vio la silueta de su hermano.

Murió junto con mi sonrisa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora