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"Las cicatrices en mi cuerpo aún duelen, no tanto como aquel entonces pero todavía puedo sentir la pulsación de ellas cuando las toco. Fui olvidando cosas al pasar los años, ¿para que recordarlas? Se que Wen Chao es un hijo de puta pero no fue su culpa ser criado por un mal padre."

Listo, ¿le gustó? —preguntó la estilista.

Jiang Cheng salió de sus pensamientos y se miró en el espejo.

—Mi cabello...

—Sólo hice unos pequeños cortes, su cabello en verdad era muy largo, se que es algo nuevo, pero se acostumbrará —le dio una sonrisa esperando su respuesta.

"Hace años no me cortaba el cabello, ¿realmente se me ve bien? Tal vez lo dice porque no puede hacer que crezca de nuevo."

Me gustó mucho, en verdad —dio un asentimiento y se levantó de la silla, sacó el dinero de su bolsillo y se despidió.

—Gracias, ¡espero verlo de nuevo! —la chica le dio una sonrisa.

Jiang Cheng tomó sus audífonos y se los colocó, quería ir a su cafetería favorita así que empezó su camino hasta allá.

"Todo es diferente, al pasar los años los humanos fueron cambiando menos yo, mi corazón sigue en aquel entonces, en donde tenía que viajar en espada para poder verlo."

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—A-Cheng —Lan XiChen camino rápidamente hacia él—, son más de las nueve, ¿qué haces aquí?

Jiang Cheng no pudo decir nada, no sabía explicar lo que sentía en su corazón.

Lan XiChen lo entendió y solo lo acogió en sus brazos.

—Yo también te extrañe querido —acarició él cabello de A-Cheng mientras posaba una linda sonrisa al tener a su amado en sus brazos.

••

"Tal vez debí decirle lo mucho que lo amaba, ¿por qué fui tan idiota? Yo solo quería pasar toda mi vida a su lado, sinceramente me daría pena decirlo en voz alta pero en verdad quería tener cultivo du... ¡mierda! Que estás pensando Jiang WanYin."

Jiang Cheng caminaba por el mismo camino todo los días, ¿por qué? Porque sabía que al caminar por ahí, lo vería.

"Saber que ahora es feliz al lado de sus padres y del cara de piedra."

Jiang Cheng muy pocas veces sonreía, pero cada vez que pasaba por ahí su sonrisa se programaba.

"Maldito Wei WuXian, no sabes lo que daría por acercarme a ti, decirte cuanto lo siento y lo mucho que en verdad quería que nuestra relación volviera a funcionar."

Sabes que solo tienes que caminar hasta allá, ¿no? —una voz detrás de Jiang Cheng habló.

—¿Por qué no morí? Debí morir para no pasar mis días contigo —Jiang Cheng frunció el ceño—. ¿Por qué llegaste tarde?

—No es mi culpa, cuando había espadas voladoras no existía el "tráfico" —bufo.

—HuaiSang tu nunca te subiste a una espada —Jiang Cheng entró a la cafetería.

—¡Pude haberlo hecho! Pero ahora no puedo —abrió su abanicó.

Jiang Cheng empezó a caminar hasta su mesa favorita, en el pasado nunca le gustó estar rodeado de gente y tampoco ahora.

Mr Loverman Donde viven las historias. Descúbrelo ahora