En un día de descanso normal para Ash, este recibe una llamada de una mujer desconocida la cual le menciona que fue desafiado a aceptar un reto que muy pocos son capaces de aceptar, el cual tras escuchar en que consiste lo termina aceptando.
Ash llegó a Kalos y se dirigió a Pueblo Boceto, al llegar al Pueblo se dirigió a la casa de su amiga Serena.
Toco la puerta y fue recibido por la vista más sexy qué había visto en todos su vida. Serena en un sexy traje de conejita.
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Serena tomó la mano de Ash y rápidamente lo llevo a su habitación.
"Vamos Ash, follame rápido y duro, sin piedad". Le rogó Serena.
Ash sonrió al tono y al lenguaje de Serena. Él la tiró y le dio una palmada en el culo.
"Con esa boca besas a tu madre". Ash bromeó.
"Con esta boca te chupe la polla las noches durante nuestro viaje por Kalos". Dijo Serena.
Punto bien tomado. Ash ayudó a rescatar a Serena del disfraz, que apenas le restringían los pechos. Ash les ayudó y permitió que los pechos de Serena respiraran un poco más.
No hay que pasar por alto eran los muslos agradables y regordetes de Serena, y su culo ancho y grueso. Ambos podían ser pasados por alto en sus pechos, y para colmo, Serena tenía unos labios increíbles que hacían que Ash tuviera derecho a meter su polla en medio. Optó por besar a Serena y, básicamente, tenerla desnuda de cintura para arriba. Sus melones se movieron hacia arriba y hacia abajo cuando Ash la besó.
Serena acarició la polla de Ash y bajó una mano en sus pantalones para tientarse sobre su polla. Ella le quitó los pantalones. Afortunadamente, no demasiado duro. Serena se las arregló para sacar la polla de Ash de sus pantalones, apretando sus grandes y gordas bolas.
"Extrañe a este monstruo". Serena dijo mientras acariciaba sus bolas.
"Y el te extraño a ti Serena". Ash respondió.
"Bien". Dijo Serena. "Pero necesito tu polla, así que abrázame y recuérdame mientras soy tu pequeña Fennekin".
A Ash le encantaba cuando Serena actuaba así, habían estado teniendo relaciones desde que Ash ganó su cuarta medalla en Kalos. A Serena le gustaba que Ash le hablara sucio y la tratará como una puta cualquiera.
Serena le suplicó, lloriqueando, mientras Ash se burlaba de ella. Él puso sus manos debajo del lado de sus pechos y le apretó las tetas hasta que ella se sacudió debajo de él.
El pelinegro sonrió, sus ojos brillando con malicia. Él chupo los pezones de Serena y la envió en un espiral fuera de control con la lujuria.
Ash respondió acariciando sus pechos y chupando sus pezones duros. Los dos cayeron sobre la cama, tocándose y besándose duro. Ash terminó encima de Serena y pasó mucho tiempo explorando sus pechos. Tal como lo hizo años atrás.
