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Narra Grace:

Bajo las escaleras del alcantarillado después de Dean, cuando llego al final me tiende la mano y se la cojo con una mueca.

Llegamos a donde tiene a las chicas encerradas, eran como unas taquillas enormes, me acerco a una junto a Sam.

- Estarás bien, ¿si? -le susurro a la chica, mientras que Sam va junto a Dean para ayudarle. Con el palo que me han dado intento abrir la puerta, después de unos segundo la puerta hace un sonido abriéndose.

Después de haberlo dejado encerrado salimos de allí. Me siento en el suelo esperando a que tapen la entrada. El pequeño de los Winchester se sienta a mi lado.

- ¿Qué? ¿Te gusta este trabajo? -pregunta con una media sonrisa. Me encojo de hombros mirando a mi hermana.

- Estaba asustada por ella -confieso- mi madre me matará por haber dejado que se metiera en algo como esto -lo miro devolviéndole la sonrisa.- Pero creo que vale la pena, hemos salvado a una chica -susurro. Asiente sin apartar la mirada de mi.

Nos agarra del brazo a mi hermana y a mi y nos lleva a rastras al interior de local.

- Ellen -la llama Dean, se da la vuelta con mala cara.- La culpa es mía, ¿vale? Te mentí y lo siento. Pero ellas lo hicieron muy bien, su padre estaría orgulloso.

- No te atrevas a decir eso. Tu no. -amenaza- Necesitó estar con mis hijas. A solas -remarca esto último mirando a los hermanos Winchester.

Dean me mira unos segundo dudando si hacerle caso, asiento con una pequeña sonrisa, suspira abriendo la puerta y pasando por ella.

- Estás enfadada. Y lo entiendo -empieza mi hermana.

- ¿Enfadada? De eso nada, estoy furiosa.

- Pero pensemos en esto. Todo ha salido bien, estamos vivas.

- No cuando yo acabe con vosotras.

- ¿Es por la caza o por algo más? -pregunto acercándome a ellas.

- ¡Dejaste que la usaran de cebo! -me dice duramente.

- Sabes que no dejaría que le pasará nada - respondo seca. Cojo aire para intentar tranquilizarme mientras ellas seguían discutiendo.

- Por eso sé que no tienes sentido común. ¿Confías tu vida a esos? -se le rompe la voz.

- No, claro que no -salto cogiéndole de las manos para que me mirara- Entiendo porque te pones así, pero ya somos adultas, sabemos lo que estamos haciendo, nunca dejaría que nada malo le pase a Jo. -la abrazo cuando veo como empieza a llorar.

- De tal palo, tal astilla, de eso es de lo que hablo -susurra herida sobre mi hombro. Mi hermana se une en el abraso y nos quedamos así unos segundos cuando todo se ha tranquilizado.

Me acerco a Sam después de mi hermana, observó como ellos dos hablan.

- ¿Que ha pasado? -Me pregunta sin dejar de verlos.

- ¿Lo sabías? -interrogo girando la cabeza hacia él. El me mira con el ceño fruncido, así que suspiro, claro que no sabía nada.- Mi padre fue con alguien en su última cacería. Los dos trabajaban solos, pero mi padre pensó que era de fiar. Se equivocó -murmuro entre lágrimas- Él la jodió y mi padre murió.

- ¿Quie... -Tartamudea.

- Era tu padre Sam -susurro secándome las lagrimas.- Por eso tu padre no volvió. Ni os hablo de nosotras. No podía mirar a mi madre a los ojos. Por eso.

- Lo siento -declara poniendo su mano en mi hombro, le sonrío y le doy un beso en la mejilla para después irme de allí.

{Semanas más tarde}

Entre nosotros Donde viven las historias. Descúbrelo ahora