ONE SHOTS

Tu, ella y Yo

POV de Poché

Su postura de golfista es espectacular. Últimamente todo en ella me resulta atractivo, excitante, sexy e inevitablemente conocido.

Somos Calle y Poché hace más de tres años y tenemos millones de seguidores en las redes sociales. Hasta ahora solo somos mejores amigas, siempre he sabido que Calle siente atracción por hombres y mujeres de igual manera aunque solo ha tenido tragas y enamoramientos pasajeros que no han llegado a ser una relación real.

Ahora estamos aquí en un centro de práctica de golf para todo público. Daniela es una experta, desde pequeña ha practicado el deporte hasta ser campeona nacional en las ligas infantiles. Me encanta verla golpear la diminuta pelotita y ver como la observa en su trayectoria sosteniendo su palo en la posición final del movimiento de oscilación, se ve simplemente "Divina" Al término de su ejecución se gira mostrando esa sonrisa que me vuelve loca. Si ella supiera todo lo que me provoca con solo mirarme y sonreir así, como diciendo "Soy muy buena en esto ¿verdad?" Y es que eres buena en todo lo que se propone, es una reina, merece todo lo mejor de este mundo a sus pies para hacerla feliz.

Solo puedo pensar en esas cosas y aparentar que la veo solo como amiga pero me hierve la sangre cuando por alguna razón ella decide prestarle atención a alguien más. Por ejemplo, Justo ahora se acerca a Manuela dedicándole esa sonrisa que me mata.

- Te toca - Daniela le dice a Manuela extendiéndole el palo. Manuela niega con la cabeza y deja salir una risita nerviosa.

- Después de la exhibición de perfección que has hecho no puedo osar - planteó la manager como excusa. Estoy sentada a su lado en la banca de espera por lo que Calle gira hacia a mí con la misma actitud de invitación.

- Ni lo pienses - digo a la vez que también dejo escapar una risa nerviosa por lo bajo. En el fondo si quiero, quiero que ella me enseñe a pegarle también como ella lo hace, quisiera complacer todos sus deseos.

- Ven, yo te enseño - propuso al instante como si me hubiese leido la mente. Seguí negando con la cabeza y riendo nerviosa.

- Si Poché, dale ¡Inténtalo! - me animó Manuela. No era la primera vez que veníamos a este lugar y la verdad no quería pasar vergüenza pero mi deseo de tenerla tan cerca y sentir el roce de su piel con la mia me dió el empuje necesario.

- Bueno - me puse de pie a la vez que agarraba el palo y caminaba hacia la estación en la rampa que nos correspondía.

- Eso es... lo vas a hacer perfecto, vas a ver - Calle se colocó detrás de mí. Me ayudó en la postura colocando sus manos sobre las mías para confirmar el agarre correcto. Eso me hizo templar sin remedio. - ¿Tienes frio? - me susurró al oido haciéndome sentir su aliento cálido sobre mi oreja, haciéndome estremecer por dentro. Negué con la cabeza, siendo incapaz de articular algún sonido con mi voz. Estoy segura que ella sabe el efecto que tiene en mí, siempre hemos hablado sin problemas de todo, incluyendo sus aventuras con algunos chicos y chicas y mi falta de experiencia ya que nunca he tenido una relación romántica con nadie. Ni siquiera de besos y caricias. Pero nosotras tenemos una conexión tan fuerte que no la puedo explicar, por lo que digo que ella debe saber lo que me hace sentir.

- Calle... no me...h.. - me tenía derretida entre sus brazos y lo sabía.

- Tranquila, solo respira... relaja las rodillas un poco... - continúo con sus instrucciones como si nada, provocando que mi ritmo cardíaco se acelerara. Respiré profundo y exhalé lentamente tratando de controlarme. Evité girar mi cabeza para verla porque sabía que nuestras caras estaban a pocos centimetros la una de la otra. Pero si ella quería jugar este juego yo no me iba a quedar sin movidas, por lo menos en el coqueteo yo tenía cierta habilidad. Así que me moví levemente para estirar mis brazos y echar mis pompis hacia atrás chocando con su cuerpo, mantuve la posición al tiempo que movía mis caderas de lado a lado, supuestamente buscando balance.