Cuestión de tiempo-Freenbecky

Capítulo 38

POV FREEN

FREEN: Julie, tu madre nos va a regañar cuando vea todo esto –dije riendo. A la pequeña Armstrong no le importó mi advertencia y volvió a mancharme la cara con el pincel

Lo que había empezado como "Freen ayudando a Julie con su trabajo de dibujo" terminó siendo una batalla de pintura.

Menos mal que estábamos en el jardín y no manchamos nada, salvo nuestras ropa y cabello.

ALBA: ¿Se puede saber que hacéis en el suelo? –preguntó Alba, su hija paró de intentar mancharme con pintura roja y se levantó de encima de mí para ir a abrazar a su madre—. Ehh –dio un paso hacia atrás—. Pequeño monstruito lleno de pintura, atrás –la pequeña rió junto a Alba.

JULIE: ¡MAMI! –fue a abrazarla de nuevo.

ALBA: ¡No! –la pequeña consiguió darle un beso dejando algo de pintura en la mejilla de Alba—. Hola Freen –me saludó—. ¿Qué es todo esto?

FREEN: Estábamos jugando.

ALBA: Sí, eso puedo verlo –dijo riendo.

FREEN: Bueno es hora de irme –dije.

ALBA: No, Freen, te iba a pedir que si por favor podrías quedarte durante unas horas más. Sé que tendrás que estudiar o hacer cosas, pero dentro de unas horas Hank y yo nos vamos a una cena y no sé si Becky habrá llegado cuando nosotros nos vayamos –pensé un poco la respuesta—. Obvio que te pagaré las horas extras.

FREEN: No, –la mujer iba a responder pero me adelanté— no hace falta que me pagues nada, yo me quedo, no te preocupes.

ALBA: Insisto, te pagaré –levanté los hombros en modo de aceptación—. Cuando venga Becky puedes irte –asentí.

JULIE: ¡No! Freen, quédate a cenar conmigo –me pidió.

Las Armstrong tienen ese poder sobre mí, no hay forma que pueda decirle a ninguna que no, menos mal que sólo son dos. Bueno y Alba, pero Alba no cuenta, es mi jefa a ella no puedo decirle que no.

ALBA: Julie, Freen tendrá que irse, tú te quedas con Becky –la pequeña puso cara triste.

FREEN: Claro que me quedaré princesa –Alba me miró como preguntando ¿en serio? Y asentí.

JULIE: Mami, ¿quieres jugar con nosotras a tirarnos pintura?

ALBA: No hija, seguid jugando vosotras, yo voy dentro a preparar algo de cenar y a arreglarme.

FREEN: Tranquila, yo le haré algo de cenar y a bec... a Becky también.

ALBA: Muchas gracias Freen, eres un amor –poco después entró mientras yo seguía jugando con Julie.

La verdad este trabajo era genial, me pagaban por estar jugando con Julie.

Cuando llegó Hank y nos vio a las dos convertidas en arcoíris andantes no dudo en reírse de nosotras; al igual que su mujer tampoco quiso jugar, pero no porque no tenía ganas sino porque no tenía tiempo, debía arreglarse para salir pero le prometió a Julie que algún día ellos tendrían una pelea de pintura como la nuestra.

Antes de que los señores Armstrong salieran me dejaron las indicaciones, los números de teléfono y todo lo que necesitaba para cuando ellos no estuvieran y Alba volvió a insistir y me pagó más.

FREEN: Muy bien, ¿alguna cosa más? –le dije a Alba.

ALBA: Sí, se me dan una ducha ambas y no tocan ningún mueble hasta que se hayan quitado toda esa pintura ¿entendido? –las dos asentimos–. Freen te he dejado ropa limpia en la cama de Becky, espero que no te importe usar su ropa, —negué—. Puedes ducharte en su baño.