Cuestión de tiempo-Freenbecky

EPÍLOGO

Lo vimos meses después, ¿y quién tuvo la razón? Pues ninguna, o más bien las dos, Becky y yo tendríamos un hijo y una hija.

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POV BECKY.

Me desperté al escuchar la alarma de Freen, como veía que no se levantaba toque su brazo. Al hacerlo despertó, se cambió de ropa y bajo, poco después de que ella cerrara la puerta de nuestra habitación volví a dormirme.

FREEN: Mi amor —acarició mi brazo—. Bec —abrí los ojos y la vi sentada en el borde de la cama— me voy a trabajar, te he dejado el desayuno ahí —señaló la mesita.

Aunque le decía que no lo hiciera, Freen insistía en traerlo todas las mañanas, se preocupaba mucho por mí, no pude elegir mejor mujer.

FREEN: Intentaré salir lo antes posible del trabajo, ¿si?

BECKY: No hace falta, amor —le dije.

FREEN: Si, si que hace falta —agarró mi mano, después se acercó y me besó—. Me voy ya o llegare tarde, te amo —bajó hasta mi gran vientre para hacer lo que todas las mañanas antes de ir a trabajar hacia— Buenos días hijos, soy mami, cuidad mucho de mamá mientras yo no este, ¿vale? —dió un beso encima de la tela de mi pijama—. Nos veremos en unos días —sonreí.

Faltaban pocos días para poder conocer a nuestros pequeños hijos.

FREEN: Si necesitas algo, llámame.

BECKY: Lo sé —me besó de nuevo—, te amo.

Freen salió de la habitación, yo ya no tenia sueño así que alcance la bandeja y desayune en la cama mientras puse algo de música en mi móvil.

La verdad es que estar de baja se me hacía aburrido, me pasaba el día en casa, yo sola tumbada en el sillón viendo una película o jugando con Lanna hasta que Freen llegaba por la noche de trabajar, ya que mi mujer tampoco me dejaba hacer grandes esfuerzos.

Después de ordenar un poco la habitación y dar vueltas por ella sin rumbo, fui hacia la estantería que había en el despacho para elegir una película, no sabia cual elegir las había visto todas como unas treinta veces.

BECKY: Oh, no —dije en voz alta al sentir una rara sensación en mi cuerpo.

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POV FREEN

Estaba empezando la tercera sesión de fotos del día cuando mi ayudante Tommy, un chico joven, principiante en esto de fotografía se acercó a mi.

T: Señora Sarocha, su móvil ha sonado varias veces —dijo.

FREEN: Tommy ahora no puedo contestar y no me llames señora, no soy tan vieja —le dije, sonrió tímidamente— ahora mira al infinito, como si estuvieras pensando en la decisión más importante de tu vida —le dije a la modelo.

T: Señorita Sarocha, ha vuelto a sonar.

FREEN: Contesta y di que me llamen más tarde, por favor, estoy ocupada ahora —el chico me obedeció.

T: Señorita Sarocha —lo miré— Es... es su mujer —dijo con algo de miedo por la mirada que le había dado cuando me giré a verlo. En cuanto escuché eso deje la cámara y le quité el móvil de las manos.

FREEN: Mi amor —dije—. ¿Qué pasa?

BECKY: Freen, ya vienen.

FREEN: ¿Cómo que ya vienen? ¿ya? Pero si aun te quedaban unos días... No importa, voy para allá