—¿Qué haces aquí tan temprano?— Me froté los ojos con pereza. Eran las siete de la mañana y Patrick ya estaba en la puerta de mi nuevo apartamento.
—Mientras más temprano llegue, más pronto podré verte— gemi molesta, los fines de semana siempre buscaba dormir hasta tarde.
—Está bien, entra, voy a lavarme la cara para poder despertarme—. Me di la vuelta y me dirigí al baño junto a Vicky que roncaba en el colchón en el suelo.
—¿Por qué tu cama está en el suelo a mitad de la sala? — pregunto curioso.
— Te dije que necesitaba que me ayudaras a limpiar y desempacar, pues te mentí, también tenemos que traer toda la mudanza del garage de mi antigua casa. — su cara fue un poema.
—¿No trajeron eso la semana pasada?
—Solo mi ropa y algunos artículos básicos de cocina y demas, las demas cosas las deje alli.
—Oliver querrá sacar lo que dejaste, ¿No pensaste en eso?— negué con la cabeza, pues estaba estipulado que Oliver no podía adueñarse de la propiedad hasta el último día del mes.
—No pasara nada, todo está bajo llave, ahora vuelvo.
Me lavé la cara con agua fría para que pudiera despertar mi cuerpo y regresé a la sala de estar para pedirle un favor a Patrick.
—Patrick, ¿puedes tomarme un poco de café, por favor?— Hablé en medio de un bostezo.
—Lo que quieras pastelito—, me guiñó un ojo, todo lo que pude hacer fue mirarlo. —Está bien, está bien, demasiado pronto. — Sonreí y me di la vuelta para agarrar el atuendo que tenía listo para hoy.
Cuando salí de arreglarme el timbre del apartamento resonó una vez más,
—¿Qué hace este tipo aquí?— Patrick se tensó notoriamente cuando dejé que Drew entrara a la casa. Honestamente, estaba sorprendida de que Drew apareciera después de la forma en que explotó conmigo días antes.
—Él es mi amigo y también se ofreció a ayudarme—. sabía perfectamente que a Patrick le costaría un poco contenerse, pero también, que existía un aligera posibilidad que me escuchara, me acerque a él poniendo mis manos en su musculoso pecho haciendo que bajara su mirada hacia mi
—Si quieres compensarme, serás amable— me miró con algo de molestia, aun así, asintió con la cabeza resignado.
—Gracias por venir Drew, necesito toda la ayuda que pueda obtener— sonreí tratando de aligerar la tensión que se sentía en el aire.
—Cualquier cosa por ti mi Tefy— me guiño un ojo y lanzó un beso al aire, hice un amago de sonrisa incómoda, estaba segura que estaba tratando de incomodar a Patrick. Me giré para mirar a Patrick y si las miradas mataran, Drew estaría en ese momento seis metros bajo tierra.
—¡bueno!— Aplaudí y hablé en voz alta con la esperanza de que todos trabajaran en habitaciones separadas — es hora de marcharnos.
Vicky hizo un ruido extraño con su garganta, seguido nos mandó a todos al diablo, me encogí de hombro y caminé fuera del apartamento con dos guapos hombres siguiéndome el paso. En algún momento Vicky se unirá a nosotros, por ahora, lo mejor era dejarla dormir, despertará malhumorada y eso era algo terrible.
— Toma pastelito, puedes conducir mi auto hoy — Patrick puso las llaves de su auto en mis manos y mi mandíbula casi cae al suelo cuando encontré fuera del lugar una Hummer H2.
— Wow — fue lo único que pude soltar al ver aquella maravilla de camioneta.
— Mejor te llevo Tefy— negué con la cabeza.
— ¿Y perderme la oportunidad de conducir semejante belleza?— corrí hasta la puerta del piloto, Patrick rió con ganas cuando me escuchó decirle lo hermosa que era la camioneta.
— Que buena y hermosa niña, pondré mi dulce trasero en tus asientos.
— Vamos pastelito, podrás usarla cuantas veces quieras.
conduje por la ciudad sintiéndome una verdadera reina, esto era lo más increíble que había hecho en toda mi vida, amaba los autos, mi padre era un gran fanatico y me enseñó todo sobre ellos.
cuando llegamos a casa suspire pesado, ver de nuevo la fachada de aquella casa traía algunos amargos recuerdos que quería borrar de mi mente.
—Patrick, ¿puedes comenzar con aquellas cajas? Y Drew, te pediré que empieces a llevar las cajas que están al fondo al camión de mudanzas. Cuando ambos se fueron por caminos separados, dejé escapar un suspiro de alivio.
—incómodo...— Vicky soltó una carcajada detrás de mí asustandome.
— ¿Cómo llegaste? y ¿Qué haces aún en pijama?
— Vine en el auto de Drew, y no quería perderme de ver dos bombones peleando por ti.
—cállate y ayúdame a agarrar cajas — soltó una sonora carcajada mientras tomaba una de las pequeñas cajas y las llevaba al camión.
—Tefy— Drew llegó a mi lado con una sonrisa tonta en su rostro, Patrick se encontraba en ese momento a mi lado entregándome un par de pequeñas cosas que habían salido de una caja
—¿sí?
—Te ves muy bien hoy, hermosa— me guiñó un ojo antes de llevar la caja en su mano a la camioneta.
—Stefhany, quiero controlarme, pero ese estupido me lo esta poniendo dificil— sus nudillos se pusieron blancos por lo fuerte que apretaba los puños —si exploto no puedes culparme, está pidiendo a gritos que lo golpee.
Suspire pesado, era más que notorio que Drew estaba haciendo eso a propósito, estaba tratando de hacer que Patrick perdiera el control. Me acerqué a él y puse mis manos sobre su pecho, me puse de puntillas y le deje un suave beso en su mejilla antes de caer de nuevo sobre mis pies
—Gracias por intentarlo— la sonrisa en su rostro era adorable,
—Cualquier cosa por ti pastelito.
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¡Finalmente! Todo fue descargado del camión en mi pequeño apartamento, nunca imaginé que me fuera a sentir tan feliz de estar lejos de aquella casa
Drew continuó tratando de enojar a Patrick, pero afortunadamente él no cedió a sus insinuaciones.
—Está bien, me voy a ir de aquí—, anunció Drew mientras tomaba las llaves de su auto de mi nuevo mostrador.
—Muchas gracias por tu ayuda Drew,— lo acompañe hasta la puerta de salida.
—Sabes que haré cualquier cosa por ti, Tefy—. Puso su brazo alrededor de mi cintura y tiró de mí para abrazarme, antes de poder soltarme de su agarre tomo con algo de fuerza mi rostro para intentar besarme
—¡Está bien, eso es suficiente!— Patrick rápidamente lo empujó. cuando al fin estaba libre me giré para enfrentar a Patrick e intenté empujarlo un poco hacia atrás, lo último que necesitábamos en ese momento era otra pelea.
—Eres estupido, ella no me iba a detener, tenía que aprovechar el momento— eso hizo que mi sangre hirviera.
—¡Me pillaste con la guardia baja!— exclamé antes de cerrar mi mano en un puño y la estampe con fuerza en su rostro.
— Vuelve a tocarla y esta vez seré yo quien te rompa la nariz— Patrick se encontraba furioso.
— Uff que miedo — se burló antes de tomarme por la cintura de nuevo y con fuerza acercarme a él, de un momento a otro sus labios se posaron sobre los míos y todo se volvió un caos.
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Conquistar su Roto Corazón
RomanceEl mundo de Stefhany Davis se vuelve un completo caos al enterarse que no puede concebir. Su esposo, Oliver Wess, perdido en su propio deseo de tener un hijo, decide abandonarla, pues a su lado nunca hará realidad su sueño y destruye con esto todo...