Cuando me desperté escuche mucho ruido por la casa y el vecindario, así que me puse mis vendas, mi ropa y salí lo más rápido que pude para ver que estaba sucediendo, pero nunca hubiera esperado lo que pasaría ese día. Habían ido soldados del imperio por parte del Emperador buscando personas para la guerra contra el Imperio del Sur y el Reino del Oeste, ya que se descubrieron tropas del Reino Oeste atacando al Reino del Este, y por nuestro tratado de extensión y amistad con el Reino del Este tenemos que mandar refuerzos para demostrar el acuerdo del tratado, solo que decidieron buscar en las familias de un estatus un tanto bajo para no tener un golpe en el propio Imperio.
Gritos, llantos, casas siendo destruidas, golpes y más atrocidades, sucedían alrededor, hasta que escuche el grito y llanto de una persona, dirige mi atención hacia el lugar donde provenían, y era en la entrada de la casa, estaban jalando a Kento, el hijo menor de los Saito, y al Señor Saito lo golpeaban para que no pusiera resistencia y dejara que se llevaran a su hijo, mientras la Señora Saito solo lloraba y rogaba para que no se lo llevaran. Al ver toda la escena, yo solo sonreí, ya que, ahora que no estuviera Kento, estarían distraídos y tendría la oportunidad de escapar, o al menos eso pensaba.
- ¡¡Allá esta mi hijo mayor pueden llevárselo a el!! –Gritó la Señora Saito y yo solo me gire para ver a quien señalaba- ¡¡No te hagas el tonto!! ¡¡Se un hombre y ve tú!! ¡¡No te escondas para que se lleven a tu hermanito!! –Grito aún más fuerte haciendo que por un momento todos se detuvieran y todos dirigieran sus miradas hacia mí-
- ¡¿Yo?! -grite mientras daba algunos pasos hacia atrás y los soldados se acercaran- ¿q-que hacen? –Dije mientras comenzaba a caminar hacia atrás- y-yo no-
- ¡¡Claro que eres mi hijo mayor!! ¡¿Cómo es que puedes negarlo?! –Grito el Señor Saito cuando los soldados dejaron de golpearlo y jalar a Kento, ese maldito viejo solo quería salvarse a sí mismo-
Los soldados se abalanzaron sobre mí, tirándome al piso, haciendo que algunas personas alrededor comenzaran a murmurar, mientras solo me miraban con desprecio, algo nada nuevo, los Saito solo sonreían al ver que no se llevarían a su hijo.
- Creo que es el hijo mayor escondido que tenían los Saito –susurro una señora- ¿Quién hubiera pensado que sería tan desgraciado para hacerle eso a su familia?
- Creí que solo tenían a Kento –susurro otra señora- ¿Sera que él era aquel espíritu de un joven que decían que veían algunas veces los niños?
Entre otros más susurros, si tan solo supieran que ni de su familia soy y todo lo malo que me han hecho estos desgraciados, ellos solo me compraron, no tengo nada que ver con ellos, esos malditos toda mi vida se dedicaron en hacerla un infierno.
- ¡¡Suéltenme!! ¡¡Nada de lo que dice es verdad!! –Gritaba mientras trataba de zafarme de su agarre, pero solo me jalaron hasta amarrarme y aventarme en la carreta- ¡¡Yo...!! –No termine de hablar, ya que el Capitán me había dado un puñetazo en la cara-
- Ya basta de tanto ruido –dijo con un tono fuerte, para luego alzar mi cara jalándome del cabello- di tu nombre –dijo mientras me miraba molesto-
- Según los registros, su nombre es Naoki Saito –interrumpió el Vice Capitán llegando con unos papeles- tal parece que es su hijo adoptivo, aunque aquí menciona que fue comprado como esclavo, tiene 17 años, su hijo de sangre mayor murió por asesinato hace 9 años –decía mientras le pasaba los papeles al Capitán-
- De igual forma viene con nosotros, ya tardamos mucho aquí, tenemos que volver ya –me lanzo con los otros, para luego tomar los papeles y comenzar a dar órdenes-
- Lamento lo sucedido, la idea era ser rápidos y evitar heridos –decía el Vice Capitán mientras me acomodaba y desataba- toma –dijo y me extendió un pañuelo- para que puedas limpiar la sangre de tu nariz y boca –dijo para luego retirarse, dando inicio a otra nueva etapa-
ESTÁS LEYENDO
Añσɾαԃαʂ Cαɾƚαʂ
De Todo"Dentro de todas mis desgracias mi único alivio era obtener la muerte" Las malas fortunas guían a otras, ¿pero llegará la luz en aquel infierno?, las decisiones serán selladas y todo lo que se elija jamás cambiará. La búsqueda de una salvación o un...