1. Cafetería

194 31 15
                                    

Cuando has pasado buena parte de la preparatoria entrenando y peleando contra pandillas que efectuaron negocios ilícitos horribles con tal de conseguir dinero para financiar a un hombre que tenía a un genio de la primera generación de su lado porque le encubrió un delito y del otro lado de la moneda tienes a un sujeto de tu edad que maneja la más grande tripulación de las cuatro pandillas y que tenía a un genio de la generación cero torturando a tu amigo y a dos chicos que apoyaron con la destrucción de esta misma, lo último que deseas es seguir con esa vida de locura dónde fuiste apaleado de formas horribles y optas por una vida más tranquila.

Eso había hecho él.

Una vez que terminó la preparatoria, uso sus conocimientos y su ingenio para crear una cafetería que le daba el sustento suficiente para solventar sus gastos y disfrutar tranquilamente de su vida sin seguir con las peleas.

Le gustaba trabajar en su cafetería, le resultaba placentero y liberador percibir el olor al café y té junto con los dulces postres que vendían, así como la infinidad de rostros que entraban día con día con una historia detrás que les había llevado ahí.

Vio parejas formarse así como terminarse, propuestas de matrimonio y de divorcio, familias desayunando y personas solitarias anhelantes de tener compañía; crearla fue su mejor decisión, aunque había días que el trabajo era agotador, no podía haber elegido algo mejor para sí.

Seguía viendo a los chicos, Vasco y la pandilla venían de vez en cuando a verle, también Daniel se acercaba un par de veces a la semana junto con Jay y Zoé; de Zack y Mira no podía esperar más, siempre que tenían una cita venían a su cafetería antes que nada; también veía a Johan una vez al mes y el resto de los chicos venían eventualmente pero sus visitas eran aleatorias a comparativa del resto.

Le alegraba que, aunque sus caminos eran distintos, su amistad iba más allá y seguían buscando la manera de verse.

Aunque claro, la realidad era que no esperaba ver a esa persona enfrente suyo.

Mary Kim.

¿Cuándo fue la última vez que supo de la rubia?

— ¿Me vas a tomar la orden, Jace? — Cuestionó la fémina de largos cabellos rubios que parecían rayos de sol — ¿O tengo que jalar tus orejas para ello? — Bromeó ella.

Abrió la boca y la cerró como si fuera un pescado varias veces antes de recomponer su postura.

— Lo siento, ¿qué vas a pedir, Mary?

— Dos cafés, uno sin azúcar y el otro con crema.

— ¿Una cita? — Se atrevió a preguntar, no sería algo extraño que lo fuera, Mary siempre fue una mujer hermosa que atraía a las personas sólo con su belleza, pero Vin era la razón por la cual nadie se acercaba a ella.

Además, no se habían visto desde que salieron de preparatoria, la fémina siquiera había asistido a la graduación y jamás había pedido su número, cualquier cosa podría haber sucedido en la media década que sus caminos se habían separado.

— ¿Celoso? — Se mofo cruzándose de brazos.

— ¿Sabías que es de tontos responder con una pregunta?

— Me estas contestando con una pregunta ahora mismo, ¿eso no te convertiría en un tonto también?

Sintió sus mejillas arder de la vergüenza, se recriminó en su cabeza por ese actuar tan infantil hasta que oyó a la fémina reírse, con su mano cubriendo su boca.

— Sigues siendo un tonto, Jace, la bebida es para ti, te estoy invitando a tomar algo luego de años que no nos hemos visto, ¿o vas a dejar a una chica abandonada? — Tal vez sintió el reproche de parte de Mary o sólo era su subconsciente recordándole que, cuando Mary Kim necesitaba apoyo de los demás luego de que hicieron un perfil falso sobre ella, el único que estuvo fue Vin Jin (como siempre).

Pensó en un momento decir algo ingenioso pero, ver a la fila de personas detrás de la rubia le hicieron cerrar la boca.

Seguía siendo un cobarde.

— Puedes ir con la cajera y pagar tus bebidas, en un momento las llevaré a tu mesa — Tal parecía que Mary esperaba aquello de su persona porque sólo le sonrió y fue a pagar las bebidas.

¿Siempre había tenido una sonrisa tan bonita cuando mostraba sus dientes?, aunque tenía una personalidad risueña, Mary no era de mucho sonreírle a los demás, lo máximo que habían recibido los chicos de la preparatoria Jaewon de ella fue una pequeña sonrisa amigable o burlona dependiendo de la situación.

— Más te vale no tardar, Jace, hazte tiempo para venir a mi mesa y tomarnos los cafés — Advirtió la rubia con su ticket de compra.

Sonrió de lado antes de seguir con sus pedidos, no le iba a decir a Mary que la cafetería era suya, sería más divertido cuando ella se diera cuenta. Una vez que estuvo listo el de Mary, decidió tomar su descanso y conversando como la rubia había planteado.

No lo quiso admitir de adolescente, pero la rubia le había atraído por un tiempo, fue la única chica que le trato bien y tal vez fue porque era amiga de Vin Jin que siempre se negó a intentar algo con ella y, cuando finalmente decidió armarse de valor en la graduación (acá, Vasco se enteró y le dijo que tenía que decirle antes de que sus caminos se separaran) ella ya no estaba.

Y ahora ella aparecía nuevamente en su vida.

Suspiró antes de acercarse a la mesa donde una cabellera rubia que conocía perfectamente, se veía.

Ahí estaba Mary, jugando en su teléfono móvil, ignorante de lo que sucedía a su alrededor.

— Tu pedido, Mary.

— ¿Si tomarás el café conmigo? — Preguntó ella a forma de saludo.

— Lo haré.

— Entonces siéntate, hace mucho que no te veo ni a ti ni a esas lindas orejotas que tienes — Bromeó ella y pensó que tocaría sus orejas como en antaño pero no lo hizo.

Suponía que era su culpa, la última vez que lo hizo le dijo que las personas pensarían que eran novios y él no estaba interesado en ella.

— ¿Y dónde has estado todo este tiempo, Mary? — Preguntó una vez se sentó enfrente de la fémina.

— ¿Me extrañaste, orejotas?

Dudó, por un lado quería decir que no, que no la había extrañado, ambos habían cambiado con el tiempo y no eran los mismos adolescentes que fueron en antaño. Por otro lado, deseaba decirle que sí, porque, Dios, sí que la había extrañado en esos años pero siquiera había hecho el intento de buscarla, no tenía derecho alguno de decirle que la extraño.

Sin embargo, al notar como sus ojos marrones le veían fijamente a la espera de que dijera algo, jugando con esas manos ligeramente callosas por las peleas y la vida violenta que tenía en el lugar de donde provenía, quiso ser egoísta por una vez en su vida.

— Si, te he extrañado, Mary — Respondió finalmente y la rubia le sonrió.

— Yo también lo hice, Jace — Mary le sonrió antes de darle un sorbo al café sin azúcar, ella todavía sabía que tomaba su café con crema, eso tomaba cuando estaba siendo el detective Jace — Vin y yo regresamos a nuestro viejo hogar, teníamos algunas cuentas que saldar.

Le quiso preguntar una infinidad de cosas a partir de ello, porque sabía que era un tema tabú, también quería saber qué había sido de su vida, si había venido con Vin, si tenía novio.

— ¿Quieres hablar de ello?

— Es una historia larga.

— Escucharé cada palabra — Prometió.

— ¿Me contarás después la tuya?

— Lo haré — Prometió y ella le dio un sorbo a su café antes de comenzar a hablar.

Quería saberlo todo, pero ese día no era el momento adecuado, tal vez otro día.

Hoy solo eran Mary Kim y Jace Park hablando sobre lo que hicieron esos años separados.

Semana Multifandom (Jace Park x Mary Kim)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora