7. Chef

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El restaurante Burn Knuckles no era un restaurante como los demás.

Era pequeño, ubicado en un lugar recóndito de Seúl donde anteriormente vendían comida para la resaca; siendo atendido por hombres que parecían gánsters, cualquiera pensaría que terminarían en la bancarrota rápidamente.

Sin embargo, ese pequeño restaurante era muy bien conocido por personas muy particulares; desde una familia de fugitivos con una bebé de tres años consigo, un chico que siempre estaba sólo con sus dos mascotas o una chica linda con ropa desgastada.

El restaurante Burn Knuckles era para todas aquellas personas que había sido rechazadas por la sociedad por su apariencia o su estatus social, era un lugar donde podían comer una sopa de pescado o kimchi sin sentir la mirada de las personas juzgandolos y eso era lo que le hacía tan distinto a otros.

Vasco amaba su restaurante, aunque inicialmente pensó trabajar en otra cosa, cuando la anciana que era dueña del antiguo restaurante lo puso a la venta, supo junto con sus amigos que las personas necesitaban un lugar donde reunirse y disfrutar sus alimentos sin miedo a que los fueran a sacar por no ser atractivos.

Jace también amaba el restaurante, había sido su mejor amigo y también era quien se encargaba de atender a los clientes mientras el resto de los chicos se dividían el resto de las actividades del restaurante; siendo él quien mejores habilidades tenía en el habla, decidió tomar esa responsabilidad para evitarle a sus amigos una crisis nerviosa.

— Hyung Suk, es bueno verte nuevamente, ¿qué van a pedir? — Preguntó saludando al chico que era acompañado por un hombre de ojos con las pupilas alargadas como las de una serpiente.

Hyung Suk había sido de sus primeros clientes junto con su par de amigos, Duke y Jiho, conocía a los chiquillos desde que estaban en segundo año de preparatoria; Hyung Suk era un chico regordete que había sido cambiado a un instituto de Seúl por los constantes abusos que recibía en su anterior escuela, Duke y Jiho compartían su misma suerte y habían logrado congeniar rápidamente, haciéndose mejores amigos.

Durante los próximos siguientes años vería como el chico regordete bajaba de peso y se hacía un hombre atractivo a la vista de las chicas, a Duke finalmente cumpliendo sus sueños de que su música fuera reconocida y a Jiho finalmente empezar a trabajar en sus diseños de moda que tanta felicidad le traían, abriendo una pequeña tienda de ropa que Hyung Suk modelaria al poco tiempo.

Ahora les veía una vez al mes yendo al restaurante juntos como una tradición, así que se le hizo curioso que llegará con esa persona.

— Dos platos de sopa de cangrejo, Jace.

— ¿Con complementos? — Preguntó a modo de broma y la mueca en su rostro le hizo querer reír por obtener el efecto deseado.

— No, por favor, dile a Vasco que no lo haga.

— Intentaré hacerlo — Siguió antes de darse la vuelta y entregarle el pedido a su mejor amigo y también al que le gustaba ponerle esas cosas al plato de Hyung Suk apoyado por Jake Kim.

Siguió atendiendo las mesas, pero fue sólo hasta que eran las tres de la tarde que detuvo su trabajo y corrió al baño. Lavó su rostro varias veces, su cabello fue peinado y amarrado con la liga que siempre llevaba en la mano; sus manos buscaron el perfume que tenía siempre en su delantal y rocio un poco en su cuello y camisa y sólo hasta que se sintió satisfecho con su apariencia fue que salió con un aire casual.

A las tres con quince, una mujer de cabellos rubios entraba al restaurante siendo seguida por un hombre de cabellos oscuros hasta sus hombros y lentes oscuros ocultando sus ojos. Ese par se sentó en la mesa del fondo, como todos los días y, cuando caminó a paso apresurado a atenderles, su corazón se detuvo al cruzar miradas con ella.

Y, como todos los días, ella le sonrió causando un vorágine de sentimientos que sólo debería tener un adolescente y que, sin embargo, la rubia causaba en él como si nada.

— B-buenas tardes — Saludó entregándoles los menús y esperando que dijeran que querían el día de hoy.

— Buenas tardes, Jace, ¿cuál es el especial de hoy?

— Hoy es la sopa de camarón con kimchi — Respondió.

La rubia se tomó la barbilla antes de volver a verle a los ojos como si no tuviera idea alguna de lo que causaba en él.

— ¿Y qué postres están...?

— ¿Podrían dejar de coquetear frente a mi? — Gruñó Vin Jin quitándole el menú a la rubia y entregándole ambos de forma brusca — Mary va a querer lo mismo de siempre y yo quiero el especial, dos vasos de jugo de naranja y luego ella querrá una rebanada de pastel de vainilla con una fresa en medio.

Sintió sus mejillas arder al oír eso del varón, siquiera dijo nada y caminó a paso apresurado hacia la cocina.

— ¡Si quieres salir con ella pídele una jodida cita, está libre los sábados!

— ¡Vin!

¿Decía mejillas?, no, su rostro estaba tan rojo como una cereza y casi podía sentir la taquicardia llegarle.

— Deberías pedirle una cita, Jace.

— ¡Vasco! — Reclamó dándole un empujón a su mejor amigo y este sólo hizo su cara de no haber hecho ningún mal.

Definitivamente hoy no era su día.

Hizo que Leon entregará los pedidos y atendiera a la mesa a pesar de que le dio un golpe en la espinilla como venganza, al menos podría esconderse hasta que el dúo olvidará que existía.

— Marica — Le insultó Leon empujando un papel en su rostro — No sé que ve esa chica en ti.

La vió irse dando pisotones como de costumbre, sus manos tomaron el papel y definitivamente ahora sí moriría.

Ahí tenía el número de Mary anexado con un "te matare si no la invitas" que le hacía saber que el autor de eso era ni más ni menos que Vin Jin.

Sintió sus manos sudar antes de guardar el papel y seguir con su trabajo, le llamaría una vez la jornada acabará, por supuesto, con los chicos dándole apoyo moral antes de pedirle una cita a la chica de sus sueños desde que el restaurante abrió sus puertas años atrás.

Definitivamente Mary Kim sabía cómo sacar a relucir su adolescente interior.

Semana Multifandom (Jace Park x Mary Kim)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora