3. Vidas pasadas

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Jace recordaba su vida pasada, o bueno, sólo una parte de ella, por alguna extraña razón.

Tenía todos y cada uno de los recuerdos hasta sus diecinueve años, que si se había caído frente a la chica que le gustaba en primaria o cómo se orinó en sus pantalones en el preescolar, todo eso lo tenía en su cabeza.

Esto se reproducía como un CD cada que pasaba por alguno de los sitios donde sucedieron como si fuera un deja vu.

Y, aunque su vida era muy distinta ahora, encontró a muchas personas a las cuales estimo en esa vida; ejemplo de ello era Vasco, ya no eran amigos de la infancia, pero lo había encontrado dos años atrás cuando comenzó la preparatoria, era el mismo Eun Tae delgado que había sido maltratado por ser honesto, ahora era atacado por un grupo de idiotas a los cuales les dio una paliza y desde ese momento su mejor amigo volvió a ser su mejor amigo (aunque estaba recién empezando a entrenar con su ayuda, sabía que Vasco volvería a ser Vasco por su gran sentido de la justicia).

Tal parecía que el destino quería traer consigo a sus viejos amigos con los que había pasado tantas cosas, aunque sus destinos hubieran cambiado tanto a lo que tenía en mente y siquiera le recordaban.

Cómo Zoé, ya no era la chica coqueta, ahora tenía un novio que la trataba mal, pero, junto con ella, también regresó Daniel Park, ya no como ese chico atractivo y de pasado desconocido que conoció en su otra vida, sino como un chico extranjero que se transfirió por el trabajo de sus padres; el varón fue quien le dio una paliza al novio de Zoe (ahora ex) y Zoé, para sorpresa suya, no se enamoró de él, pero se volvió su mejor amiga y siempre les veía juntos. Jay también hizo su acto de aparición y ya no era el chico reservado, era muy sociable y hablaba (sí, ¡Jay Hong hablaba!), aunque parecía que su querencia hacia Daniel Park traspasaba las vidas y nuevamente estaba completamente encantado con el joven extranjero y muy apegado al dúo.

También estaba Johan, quien ahora ayudaba a su madre con su peluquería a lado de sus dos queridos canes (¿quién diría que ese chico amable que ofrecía dulces a los niños era el mismo que podía romper huesos sin esfuerzo en su otra vida?, por supuesto, se burlarian de él si lo planteaba siquiera), Zack y Mira volvieron a aparecer ahora de la mano de Johan; pero ya no existía el boxeador malhumorado que tantas veces había causado problemas, como si el que la pérdida de vista de madre e hijo hubiera cambiado el destino de los amigos, ahora Zack se sentía a gusto tomando fotografías y Mira disfrutaba de cocinar.

Sus amigos más importantes habían llegado eventualmente, poco a poco, su amistad regresó de manera lenta pero segura y nuevamente estaban juntos.

Pero todavía faltaban personas, muchas personas si debía precisar.

Una de ellas era Mary.

Había buscado a la rubia por los pasillos de su preparatoria, por la cafetería que frecuentaba y hasta había logrado hallar a Vin Jin (quien extrañamente ahora se llevaba bien con Duke) pero nunca encontró a Mary durante todo ese tiempo.

Al menos hasta la primera nevada de ese año.

Estaba esperando su turno en el puesto de comida cuando alguien se posó a su lado, al ver por el rabillo del ojo, sintió un escalofrío recorrer toda su columna vertebral cuando vio a uno de los tipos que inició con todo su suplicio.

Ahí estaba Gun, el mismo que había creado a las cuatro tripulaciones con Goo para financiar a Charles Choi y también el inicio de su tormento.

Estaba listo para lanzar el primer golpe cuando cruzó miradas consigo, como si aquello logrará que se alejara anticipadamente de sus seres queridos (aunque tenía el miedo a flor de piel que le hacía temblar como un chihuahua), pero entonces alguien más llegó y tomó del brazo al varón.

Hyung Suk Park.

Y entonces el hombre que tanto miedo causó a la segunda generación sonrió suavemente.

— Gun, quiero algo de takeoyaki.

¿Hace cuánto que no veía en su antigua forma a Hyung Suk?, el chico regordete del que se había encariñado a causa de Vasco estaba nuevamente ante sus ojos, sonriéndole a ese sujeto como si fuera una buena persona.

— Por supuesto, Hyung Suk.

Las palabras se le fueron de la boca cuándo el varón le volvió a ver y se quitó sus lentes oscuros, mostrando esos ojos que irradiaban furia.

— ¿Se te perdió algo?

— N-no, ¡me equivoqué de fila! — Se excuso de manera tonta, siquiera dejó que dijeran nada cuando caminó a paso apresurado lejos de ese par, pero su vista fue a parar varias veces en ellos dos, en la forma en que se desenvolvían juntos y a su cabeza pasaban las palabras que alguna vez le dijo Vasco en su vida anterior.

"No sabemos qué sucedió en ese mes que estuvieron solos".

Hyung Suk nunca tuvo el tiempo de decirles o tal vez lo hizo, sus recuerdos finalizaban en la última pelea que tuvieron, había algo después, pero estaba bloqueado.

A su cabeza pasó por un instante el ir hacia el menor, extrañamente los caminos de Daniel Park y Hyung Suk Park se habían separado de forma abrupta en esa vida (o tal vez seguían entrelazados pero Daniel no les había dicho nada) y sólo un tonto mentiría sobre qué no extrañaba a Hyung Suk, él había sido el pegamento de la pandilla junto con Daniel.

Estaba tan ensimismado en sus pensamientos hasta que volvió a la realidad cuando cayó al suelo.

— ¡Perdón!

— No te preocupes — Trató de calmar a la chica, pero su boca se abrió cuando finalmente la identificó.

Mary.

— Perdóname, si no hubiera estado centrada en mi teléfono yo...

Era Mary Kim pero a la vez no era la Mary Kim que conocía.

Era una chica regordeta y alta, traía puesto el uniforme de judo y su cabello rubio estaba amarrado en un chongo como si fuera un bombón.

La había visto una vez en una fotografía que mostró Vin como símbolo de confidencialidad, era la misma Mary que vivía en Cheolilang antes de que perdiera peso.

Pero aquello no le importó en lo más mínimo cuando la vio tartamudear disculpas sin sentido como jamás había hecho en su otra vida.

Y una vez más le había enamorado sin hacer esfuerzo.

— ¿Y si tomas un café conmigo como compensación?

— ¿Y-yo?

— ¿Hay algún problema? — Preguntó a la par que se levantaba del suelo.

— N-no, yo sólo... — Noto como estaba pensando que decirle, pero finalmente suspiró la rubia y le sonrio, aunque automáticamente cubrió su sonrisa como si fuera algo malo — Me encantaría.

— Entonces vamos, hay una cafetería cerca de aquí.

Sus manos picaron al pensar en tomar sus manos, queriendo descifrar si todavía eran tan cálidas como antes, pero debía esperar, apenas estaban conociéndose nuevamente.

Y quería esta vez poder amarla poco a poco y que ella también lo amará.

Tenían todo el tiempo del mundo en esta vida.

Semana Multifandom (Jace Park x Mary Kim)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora