🎵 Estoy contento de tenerte cerca, muy cerca de mí...

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Leo Larregui - Locos 

CAPĺTULO 7

Luz Villeda

Salgo de la habitación con mi traje de baño color amarillo canario con estampados de flores tropicales y para no sentirme tan expuesta decido cubrirme con uno de esos vestidos que tiene partes tejidas que no dejan mucho a la imaginación pero que usamos para no sentirnos tan desnudas, es trasparente de manta. Bajo con mucho cuidado los escalones mientras me acomodo las gafas de sol dirigiéndome directo a la terraza donde pienso desayunar antes de partir a los alrededores en busca de algún mercadillo.

—Buenos días—saludo a la anfitriona y le pido una mesa en la terraza.

La joven me lleva hacia afuera zigzagueando por todo el restaurante, me siento complacida al notar que robo las miradas de los presentes, esto me da seguridad.

Me siento una mujer renovada, en esta ciudad nadie me conoce, camino con paso firme, mis sandalias de plataforma son divinas, alzo mi postura y disfruto de la sensación que me provoca sentirme admirada.

Cuando llegamos a la salida del lugar encuentro un área abierta con vista al mar, está techada, pero la iluminación es exquisita al estar al aire libre.

—¿Le parece bien esta mesa, señorita? —Me indica con la mano el lugar al que nos aproximamos.

—Es perfecta. —respondo sin poder contener la sonrisa que se me forma en los labios al contemplar la vista de un lado al otro.

—Entonces esta será. —anuncia retirando la silla para mí y agrega —En unos minutos estará con usted el encargado de su mesa.

—Muchas gracias. —En el momento que está a punto de retirarse, mi lado cotilla se instala en todo mi ser y escupo la pregunta que me ha estado martillando la cabeza desde que abrí los ojos esta mañana. —¿Disculpe, señorita, sabe si de casualidad el chef Brazález se encuentra en la cocina? —La chica al escucharme se le instala una mirada de evaluación hacia mi persona, pero se recompone deprisa.

—Si, le ha tocado abrir la cocina esta mañana. —Responde con una voz cómplice, como comprendiendo la verdadera razón por la que estoy aquí.

Supongo que ha de creer que soy una más de sus fans que ha venido a acosarlo y quizás lo soy, por supuesto, pero solo por su exquisito e impresionante talento en la cocina. Aunque claro, su imagen de puro pecado al estilo ABC: atractivo, buenorro y caliente es un plus que nadie puede dejar de admirar, pero de mí no van andar hablando, a mí no me interesa por su cara bonita, sino por lo que crea con esas benditas manos, puras y divinas que le dan vida a deliciosas creaciones que son como caídas del cielo.

Al pensar en sus manos mi lado pervertido regresa y comienza a divagar e inmediatamente me golpeo de manera mental para concentrarme y ponerle atención a la chica que me mira inquisidora.

«Ya te hace falta una revolcadita, mija el que hambre tiene, en pan piensa»

—¿Le gustaría que le comente que lo buscan en la terraza? —la chica pregunta con voz relajada, se nota acostumbrada a este tipo de conversación.

Su interrogación me regresa de mi momentánea divagación, pues me hace pensar que quizás con regularidad debe de venir gente preguntando por él, que digo gente: mujeres calientes, sexosas y cochinotas son las que deben preguntar por el talentoso chef. Y es ahí, cuando me pregunta mí yo interior:

«¿Acaso eres diferente a todas esas damas, acabas de casi violarlo en tus pensamientos? Luz María de todos los Santos, acaso eres igual de calenturienta y andas en su búsqueda para llevártelo a la cama, eso es lo que quieres de él, por eso lo buscas, ¿he?» Y antes de partirme de risa enfrente de la joven y que me tache de loca, me comporto como la mujer madura que soy.

Qué Será de EllosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora