Liliah.
Recuerdo que desde muy joven me interese por todo lo que tenía que ver con el placer sexual que podemos sentir.
Cuando tenía unos trece años vi mi primer video porno, ese día sentí como mi ropa interior se empezó a mojar y como sentía una necesidad de tocarme, más no lo hice porque según lo que me habían enseñado estaba mal hacerlo.
A los catorce di mi primer beso fue con una chica de mi clases, no fue un beso de pico o algo por el estilo, ese fue un verdadero beso, el cual me dejó deseando más.
A los quince empecé a conocer completamente mi cuerpo, empecé a frotarme con almohadas, peluches y ya luego pase a mis dedos.
Desde esa edad es que empecé a experimentar más.
Para los que están a mi alrededor aquello que hacía está bastante mal y era algo sucio. Pero para mí eso está bien y se sentía muy rico.
La primera vez que tuve algo dentro de mi, fue un hermoso vibrador el cual compre a escondidas de mis padres, estaba tan caliente luego de haber estado metiendo mano con una amiga.
Llegue a mi casa con el vibrador y me encerré en mi cuarto en donde no dudé ni un segundo en desnudarme, me gustaba bastante mi cuerpo, tenía lo necesario.
Unas piernas largas, un trasero mediano pero levantado y duro, mis tetas eran grandes adornados con unos pezones de color café y que se endurecian con facilidad.
Así que empecé a pasar mis manos por mis piernas en donde acariciaba suavemente, las lleve hasta mi trasero, me incline un poco haciendo que este quedará apuntado directamente hacia el espejo que había ahí, apretaba mis nalgas y las abría, observando así la humedad que había en mi coño.
Lo que más me gustaba era el color de mi piel, era blanca y cualquier golpe me ponía la piel roja, así que sobe y sin dudarlo solté el primer azote en mi nalga derecha, luego de ese le siguieron otros cinco.
Me di la vuelta y me senté en mi cama abriéndome de piernas y sin alejar la vista del espejo, subí una de mis manos hasta mis tetas y la otra la lleve directamente hasta mi boca donde metí dos de mis dedos en ella para dejarlos bañado en mi saliva, la baje hasta mi pezon para jugar con el, apretaba, tiraba y dada caricias aquel botón que se encontraba duro y sensible.
Podía observar mi coño cada vez más mojado y ansioso de que le diera atención.
Sin hacer mi tortura más larga baje mi otra mano hasta mi coño.
—Mhm.
Un gemido salió de mi apenas mis dedos tocaron mi clitoris hinchado.
—Como me gustaría que fuera ella quien me tocará y me follara.
Baje un poco más mis dedos hasta llegar a mi entrada de donde recogí un poco de mi húmeda para llevarla a mi clitoris, empecé a mover mis dedos de arriba hacía abajo sobre el, logrando que esté se hinchara aun más de ser posible, la mano que tenía en mi teta no dejaba de apretar y tirar de mis pezones.
—Necesito tener sus dedos dentro de mi coñito.
Abrí más mis piernas y estirando la mano que estaba en mi teta tome el vibrador para llevarlo a mi boca y chuparlo, se sintió demasiado rico el tenerlo en mi boca, chupe la punta de este pasando mi lengua en círculos y luego cerrando mis labios alrededor para succionar lo cómo si de un dulce se tratara.
Lo baje directamente hasta mi coño poniéndolo sobre mi clitoris en donde lo encendí, este empezó a vibrar haciendo que me arqueara y gemidos salieran de mi.
—P-por favor... Mhmm
Metí dos dedos en mi coño y aumente un poco más la velocidad del juguete, de mi coño salía bastante líquido haciendo que estos corrieran por el medio de mi culo.
Mientras me follaba con mis dedos los cuales entraban y salían cada vez más rápido, mi mente se encargó de imaginarse aquella persona que era la dueña de mis fantasías.
La imagine ahí de rodilla entre mis piernas, metiendo sus dedos en mi coño y con su lengua en mi clitoris succionando y lamiendolo.
Esa simple imagen me llevo a un orgasmo, el cual en vez de saciar mi deseo solo lo hizo aumentar.
—Quiero tener tu boca en mi coño, Zoe, necesito que me hagas tuya.
Decía en medio de gemidos y sin sacar mis dedos seguí penetrando me.
—Ooh, que rica imagen prima, con gusto te comería ese delicioso coño que tienes.
Y es ahí donde la dueña de mis pensamientos se hizo presente...He aquí el primer capítulo, espero que les guste.
ESTÁS LEYENDO
Entre Las Sábanas.
Teen FictionSerá una historia en donde veremos diferentes relatos eróticos. Así que si estás aburrid@ puedes entrar y divertirte un poco.