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– Entiendo que en exámenes no tenemos actividades en el club por el tiempo, pero ya necesito volver a entrenar.

– Lo decís como si no salieras a correr a las cinco de la mañana todos los días.

A pesar de que Kenma y Kuroo por ese año no estaban en la misma institución por su año de diferencia habían aceptado (o más bien Kuroo le había rogado a Kenma) irse juntos en las mañanas a la estación y estar juntos los domingos y lunes por la tarde, en lo que ese año pasaba y Kenma entraba a la preparatoria.

– No es lo mismo entrenar yo solo a entrenar con alguien, vos más que nadie lo sabés.

– Sí sí, claro que lo sé– dio un suspiro y bajó su consola al pasar de nivel en el nuevo juego que había conseguido.

– ¿Te dije que mañana hay una fiesta?

– Si estás pensando en arrastrarme con vos de una vez te aviso que no lo vas a lograr.

– No estaba pensando en hacerlo, Kenma– dijo con un tono pesado– Hamaki irá, bueno iré con todos mis amigos de primer año.

– Decís todos como si fueran diez cuando solo son dos.

– Tres con ella.

– Pero a ella la querés besar y a los otros dos no, que yo sepa claro.

– A veces te ponés graciosito– cerró sus ojos e intentó descansar un rato, la noche anterior había tenido otra pequeña discusión con su padre y su abuelo; no pudo dormir muy bien después de eso.

– Llegué a mi estación, espero que te vaya bien en tu examen, aunque seguro sí te va bien.

– Gracias, me emociono cuando mostrás interés en mí.

– Que no se te suba a la cabeza– Kenma movió su mano en señal de despedida y Tetsurou le dio una pequeña sonrisa, sabía que a pesar de que Kozume intentara ser frío y distante él era tal vez la persona más importante en su vida.

،، ♡

Estaba a punto de salir de clase cuando recibió un mensaje de Yaku diciéndole que al salir lo esperara porque a él le tocaba arreglar la clase ese día junto a Kirishima.

Por esto mismo, cuando la alarma sonó guardó y tomó sus cosas con calma para ir a encontrarse con el rubio en su salón. Al salir de su clase y entrar al pasillo a lo lejos vio como un chico hablaba con Hamaki mientras le sonreía coquetamente, no pudo evitar sentir su garganta cerrarse y su mandíbula tensarse al ver la escena, caminando un poco más rápido hacia la puerta.

Antes de llegar, la chica ya lo había visualizado y su rostro se había iluminado levemente, no lo había visto en todo el día así que se sintió feliz dejando de prestar atención al joven que tenía en frente.

– Entonces... ¿Cuál es tu respuesta? ¿Vas a salir conmigo?

– No, lo siento ya me gusta alguien– su tono era calmado y amable, no quería que el otro se exaltara o algo, cosa que no pasó, pero sí comenzó a hacerle preguntas sobre quién era y sobre si era mejor que él.

Yaku a lo lejos veía y escuchaba la conversación mientras terminaba de ordenar las sillas y borrar el pizarrón.

– No te conozco, no te debo explicaciones– la chica odiaba a las personas que creían que podían tener cierto poder o confianza sobre ella, así como si nada– intenté ser amable, pero tu actitud en este momento es inaceptable, te podés ir.

Morisuke al ver que el tipo lo miraba con recelo pensando que era él por quien Hamaki no aceptaba sus sentimientos se acercó a la puerta con un semblante serio.

– Te dijo que te vayás, así que adiós, estamos ocupados.

– Si es por él te digo que yo puedo ser mejor.

La chica levantó la ceja y dio una sonrisa ladeada tomando el puño que su mejor amigo tenía detrás de ella, en eso apareció Kuroo y rio socarronamente.

– Qué patético, cuando una chica te rechaza simplemente lo aceptás y seguís con tu vida– Tetsurou se acercó a Kirishima y la abrazó por los hombros bajando su postura para quedar a nivel del chico que estaba intentando todo con tal de incomodarla más– adiós.

Cuando el pelinegro dijo su última palabra, él y los otros dos le entregaron una mirada amenazadora al ridículo que estaba ahí, posiblemente este, sintió que lo apuñalaban los tres al mismo tiempo, tanto que la confianza falsa que mostraba se fue abajo y salió corriendo.

Se quedaron en silencio un momento y en eso Hamaki soltó todo el aire que tenía acumulado en su garganta. A pesar de que sabía que tenía que ver por sí misma en momentos como este o peores, siempre se le hacía un nudo en el esófago cuando pasaba.

Yaku lo sabía, relajó su cuerpo y dio unas palmadas en su espalda para calmarla, mientras que Kuroo acariciaba levemente su hombro.

– ¿Terminaron de ordenar?– la chica se percató del cambio de voz del alto, le pareció algo muy atractivo como hace dos segundos tenía la voz ronca y tensa y ahora que ya todo estaba "bien" había vuelto a ese timbre calmado suave que usaba cuando estaba cerca.

– Solo falta acomodar algunas sillas– le respondió Yaku alejándose para levantarlas.

– Gracias– le dijo al pelinegro en voz baja, este inclinó su cabeza para que su nariz hiciera contacto con el cabello de la chica y solo hizo un sonido de afirmación.

Hamaki estaba segura de que si fuera lo suficientemente impulsiva en ese momento le agarraría la mandíbula y lo besaría como si no hubiera un mañana.

El rubio los veía desde dentro de la clase, giró sus ojos con estrés y carraspeó para llamar la atención de ambos.

– No quiero sacarlos de su mundo, par de tórtolos, pero nos tenemos que ir– se acercó a la puerta y le entregó su bolso y saco a la chica, que agarró sus cosas tranquilamente con cierto rubor en sus mejillas.

Cerraron la puerta de la clase, y se dirigieron a la estación en donde Yaku en vez de irse con Kirishima se fue con Kuroo.

En el tren camino a la casa del pelinegro, Morisuke notó como el alto estaba metido en sus pensamientos viendo a la nada.

– Si seguís viendo esa ventana así la vas a romper.

– Lo siento.

– Kuroo, es obvio que se gustan.

– Hoy antes de llegar le dijo a ese imbécil que le gustaba alguien.

– ¿Y quién podrá ser?– a este punto el mayor ya no sabía cómo decirles las cosas, estaba harto de los dos y de su miedo al rechazo.

– No lo sé.

Yaku no pudo contenerse, y le pegó fuertemente en la pierna a Tetsurou.

– VOS KUROO, QUIÉN EN EL PUTO MUNDO SI NO SOS VOS

El chico quedó perplejo, hace mucho Yaku no le gritaba así, de hecho, eso solo había pasado en las primeras tres semanas de clases, rio por lo bajo. Al darse cuenta de lo que había gritado y en dónde lo había gritado, el mayor se limitó a disculparse con las personas en el tren y luego no dijo más; pero entendió que por fin Kuroo había tomado el mensaje.

found heaven ، kuroo tetsurou ،، ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora