Dende cero.

Desde cero

Desde Cero.

—Cinco, seis, siete, ocho...

Llevo 2 horas practicando esta coreografía y nada me detendrá hasta que me salga perfecto. No soy una persona perfeccionista, pero en cuanto se trata de esto no puedo evitarlo.

False confidence de Noah kahan llevaba reproduciéndose tanto que ya conocía la letra como la palma de mi mano, estaba más que concentrada hasta que escucho que la música se detiene.

Automáticamente dirijo mi mirada hacia donde había dejado mi celular conectado al altavoz y me encuentro con la señora Parnell observándome con una ceja arqueada y de brazos cruzados.

—Lori, cariño… sabes que amo verte bailar, pero debes descansar.

—No lo necesito, estoy bien.

Me dirijo hacia el altavoz y tomo mi celular en las manos para verificar las notificaciones.

—No fue una pregunta. Tengo una clase en tres minutos, necesito el lugar.

—Bien y no me llames Lori, siento que estas llamando a un Loro —dije mientras caminaba para recoger mis cosas.

—¿Lorelai, qué haces a esta hora aquí? —dijo enfatizando en mi nombre —Tu clase solo son los sábados.

Suelto un bufido.

—Necesitaba practicar, dijiste que podía venir cuando quisiera, solo estoy aprovechando la oportunidad —miré la hora en mi celular y suspiré de alivio al saber que ya tenía una excusa para irme inmediatamente y poder saltarme el sermón que la Señora Parnell me daba cada vez que me encontraba aquí fuera de horario —Igual tengo que irme, en una hora entro al trabajo.

—¿Qué hacías practicando sola? ¿No es un baile de pareja, dónde esta tu compañero?

—Muy chistosa, No podía venir, es el cumpleaños de su novia.

—Oh, casi lo olvido. ¿No te invitó? Hasta yo recibí una invitación.

Agarro mi mochila más fuerte de lo normal, ya estaba colmando mi paciencia.

—Sabes que ella no me soporta no te hagas la inocente, me tengo que ir, nos vemos luego.

—Adiós, cariño.

Salgo del salón y camino rápidamente por los pasillos, bajo las enormes escaleras y me detengo en la recepción para entregar la llave, ahí me encuentro con una muy animada Jamie.

—¿Escapando del sermón?

—Como siempre. ¿Por qué tan feliz? —dije mientras buscaba la llave entre mis cosas.

—Clarie llega mañana, después de tres meses sin vernos.

—Wao, ya veo la felicidad, te admiro, no sé cómo logras tener una relación a distancia, yo no podría —encuentro la llave y se la entrego, tomo uno de los caramelos que hay sobre el mostrador y me recuesto en él esperando a que Jamie responda, ella y Clarie llevan tres años juntas en una relación a distancia, nunca he visto a dos personas amarse tanto.

—Es difícil pero solo será por un tiempo más, nos mudaremos juntas, ella vale la pena.

—¿Le propondrás matrimonio al fin?

—Si, estoy muy nerviosa, ¿crees que diga que no?

—¿Estás loca? Ella te adora, te apuesto a que si no le pides matrimonio cuando ella regrese, ella te lo pedirá a ti.

—La amo —dice con una sonrisa tonta en la cara.

Niego con la cabeza.

—Ya me voy, tengo trabajo.