Izuku
La voz, su voz estaba en mi mente dando vueltas como si se tratara de un recuerdo o alguna alucinaciones. Intenté moverme un poco, pero me fue imposible, sentía todo el cuerpo paralizado y las manos me hormigueaban; entonces la escuché de nuevo, el sonido de su voz en un tono preocupado del cual apenas podía entender algo. Todo se volvió más confuso cuando otra voz masculina apareció, fue como escuchar la distorsión de ambas voces para luego mezclarse y culminar en un sonido abrumador.
De alguna manera se hizo claro de nuevo, la imagen de ____. Su cara angustiada y moviendo la boca mientras hablaba sin que yo la escuchara; después lo ví, ahí estaba Mirio también. Ambos estaban gritando pero lentamente pude oír lo que decían, era como si el volumen subiera de repente.
—¡Por todos los cielos! ¿Estás bien? ¿Puedes escucharme?— cuestionaba ella mientras su rostro solo mostraba preocupación, volvió a ver a Togata —Mirio debemos de llamar a emergencias, no responde creo que se está muriendo —señaló ella. Terminó inclinándose para cubrir mi mano helada con la suya que poseía un calor reconfortante.
El rubio asintió con la cabeza al tiempo que sacaba su móvil, miró solo por unos segundos la pantalla hasta que se llevó el celular cerca del oído —¿Hola? Si, es una emergencia, encontramos un chico muy golpeado y necesitamos una ambulancia... ¡No lo sabemos, solo envíen a alguien! Estamos cerca de la academia U.A., si, gracias.
Aquello en mi mente se borró de repente, enseguida de eso fue como si un choque eléctrico impactará mi cuerpo agresivamente. Mis ojos se abrieron lentamente y lo que pude ver en primera instancia fueron las paredes blancas del lugar donde estaba, vi una silla junto a mi; sobre esta había una chaqueta roja que me resultó familiar, podría jurar que era la misma que Todoroki adoraba con todo su ser. Giré mi cabeza al lado opuesto de la silla y vi como había una especie de suero conectado a mi por vía intravenosa, en cuanto a mi otro brazo... lo tenía roto, no me dolía hasta el momento, la anestesia aún no se me pasaba. La puerta estaba cerrada y de esta misma forma también las cortinas.
¿Cómo había llegado a este lugar?
No podía recordar nada con claridad, solo palabras al azar y oraciones cortadas, no tenía nada completamente claro.
Solo una cosa.
____...
Era ella.
Mi ángel, me había encontrado. Ella había llegado a mi cuando yo más la necesitaba, estaba presente cuando estuve a punto de morir. Era como la guardiana que me custodiaba en ese momento tan horrible de mi vida, me salvo... ella era mi salvación, por ella estoy vivo, por ella aún puedo estar aquí respirando.
Eso solo quería decir una cosa, Bakugou, el realmente me había dejado mal como para mandarme al hospital en estado de gravedad. Aunque debo ser sincero, no me siento como esperaba estarlo. Pude sentir en mi cuerpo los puñetazos y las patadas exactamente en los lugares en donde me había pegado, seguramente tenía moretones por todo el cuerpo. Si debo ser sincero, no considero que esto sea demasiado grave; realmente podría estar peor.
Aún tenía un asunto preocupante: mi madre, ella se volverá loca cuando se entere lo que me pasó. Es capaz de poner una denuncia, santos cielos, no quiero ni imaginar todas las preguntas que va a hacerme. Va a desmayarse, la impresión la va a dejar en shock, posiblemente se vuelva loca al verme, le dará un infarto.
Me apoyé sobre las palmas de mis manos, iba a levantarme, debía asegurarme de que mi mamá pensara que no estaba tan mal y no empeorará las cosas con Bakugou. Fue entonces que en mi intento por ponerme de pie fui interrumpido por Todoroki, había abierto la puerta de golpe haciendo que me asustara y cayera de nuevo de espalda sobre la camilla. Él me miró como si supiera lo que intentaba hacer, no dudaba que lo supiera, él me conocía tan bien que era como si de la palma de su mano se tratase. El de cabello rojiblanco solo dejó pasar mi acción, caminó hacia mí y me miró fijamente esperando que dijera algo, sin embargo no dije nada.
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E N D L E S S L Y ✔ | IZUKU MIDORIYA
ФанфикLa verdad era que nunca tuve el valor para confesar mis sentimientos, viví sumido en la creencia de que nunca que correspondería y que me rechazaría de la peor forma posible, creí que observarte a distancia sería lo más preciso, o en mi caso, lo más...