La verdad era que nunca tuve el valor para confesar mis sentimientos, viví sumido en la creencia de que nunca que correspondería y que me rechazaría de la peor forma posible, creí que observarte a distancia sería lo más preciso, o en mi caso, lo más...
—¿Lo dices enserio? — pregunto Uraraka del otro lado del teléfono.
—¡No fue mi culpa, ella malinterpreto todo lo que le dije! — y era verdad, ya no podía hablarme a mi mamá sobre alguna chica por que se emocionaba creyendo que era mi novia o algo asi —En mi defensa, yo traté de aclarar que solo era mi amiga.
Un bufido de escucho por parte de la pelicorta, señal de que me iba a regañar —Bueno, es natural que tu madre se emocione por cosas como esas, eres su único hijo y vas a tener contacto con el sexo opuesto ¿Qué esperabas? — abrí los ojos como platos al ver que mi madre se dirigía hacia mí con un aura que desbordaba pétalos y flores.
—T-tengo que colgar, justo viene hacia mi ¡Te cuento todo por mensaje!
Guardé mi móvil en el bolsillo de mi pantalón y sonreí tanto como puede en un intento de ocultar mis nervios, definitivamente esto podía ser peor.
—¡Izuku, hijito mío! Lamento la espera, el tocador estaba muy ocupado— este podría ser el peor día de mi vida —¡No te preocupes, te ayudare a elegir el regalo ideal para tu novia!— decir que las personas que pasaban a nuestros lados se me quedaban viendo al mismo tiempo que se burlaban de forma discreta de lo dicho por mi madre era poco, por sus gritos era obvio que al menos se escucho por todo el local, el baño y el vestíbulo del centro comercial.
Fue asi que la odisea en busca del vellocino que inmortalizaría mi amor hacia ____ empezó en un centro comercial, con mi madre iniciando todo con un grito de emoción.
No iba a mentir, pase vergüenzas en al menos 5 tiendas de ropa para dama.
Nuestra primera parada fue en un lugar de vestidos, no sabia como explicarle a mi mamá que jamás en mi vida había visto a ____ usar uno, se imaginaran lo que paso después. Una tienda de maquillaje fue lo siguiente, esa aventura en búsqueda del labial perfecto fue un fracaso puesto que no sabia que iba con el tono de piel ¿Tono frio o tono caliente? ¿Qué se supone que significa eso? ¿Acaso no el color nude no les queda a todas las chicas? ¿Rubor rosa, naranja o rojo? Incluso mi madre se mareo con tanta explicación. La tercera resulto más práctica, o bueno, nos ayudo a llegar al lugar al que buscábamos, mejor dicho. Cuando nos dirigíamos a nuestra última y más confiable opción, y con eso me refiero a una florería, algo ilumino nuestro oscuro camino.
Una tienda de ropa deportiva.
La cara se me ilumino al ver en las vitrinas decenas de gorras que quizás te gustarían, quería comprarlo todo, pero mis ahorros no me lo permitieron. Ya listo el regalo, en la caja ocurrió algo que me impediría regresar a esa tienda otra vez.
—Gracias por elegirnos, disfrute su compra— dijo con simpática la señorita de la caja.
—¡Claro que lo va a disfrutar! Bueno, no el, pero su novia lo hará— mi cuerpo se quedó petrificado al escuchar lo que mi madre dijo —¿No es asi hijo? — cuando volteo a verme me quede frio, sentí como mi boca tembló al no saber que responder.
—¡Apuesto que es una muchacha muy bonita!
Mi madre asintió muy animada al punto que temí que rompiera la bolsa en donde venia el regalo —¡Lo es, lo es! Mi pequeño hijo esta teniendo su romance adolescente, estoy que no me la creo ¡Y pensar que ayer apenas era un pequeño y dulce bebe! — suspiro ella con tanta nostalgia —No puedo esperar a que sea la boda ¡Tanto que organizar! Sera una ceremonia bellísima, me hará la madre más feliz del mundo al saber que se casara con una buena mujer, los padres de la chica deberán estar igual de emocionados al saber que mi Izuku será su yerno ¡Y cuando me de nietos! Seguramente serán igual de tiernos que mi hijito, igual no me molestaría que se parecieran a su madre por que si a Izuku le gusta debe ser por que es una mujer radiante.
Escuchar decir eso a mi madre me dio ánimos al igual que un fuerte ataque de nervios. No sabía que decir, a pesar de la vergüenza me emocionaba pensar que ella y la cajera creían que tenia lo necesario para ser un buen partido, me daba esperanza pensar que ellas creían eso de mí.
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¡Hola, ____! ¿Cómo estás?
Yo estoy de maravilla, muy emocionado y todo por el asunto de tu cumpleaños. Aun que ese no es el punto, como te prometí en la anterior carta te daré mas detalles de como me fue en busca de tus regalos.
Estaba en el centro comercial buscando el regalo perfecto, escogí algo de color rojo, es todo lo que diré. Combinará con tu uniforme y con tu tono de piel, lucirás aún más hermosa de lo que eres con lo que te compre puesto. Ahora solo faltaba una cosa, la envoltura de regaló -fue algo que no pensé hasta que regresé a casa y caí en cuenta de ese pequeñísimo detalle -, me enteré por alguien que te gustan los obsequios simples, pero de corazón. Di todo un recorrido por el lugar donde vivo en busca de una caja o bolsa — pero no encontré nada— se estaba haciendo noche y lo único decente que pude encontrar fue una bolsa de feliz navidad, ahí decidí que lo mejor era regresar mi casa.
No encontré ninguna caja de regaló que fuera bonita, así que decidí hacer la envoltura para tu obsequio yo mismo.
Compre en una papelería cartoncillo blanco y unos lazos azul pastel.
No sé si te gusta ese color, pero, era eso o color violeta neón.
Eran las 6 p.m. cuando puse manos a la obra, busqué uno de esos tutoriales en internet para así no fracasar en el intento.
Dure mucho haciendo la caja incluso me queme con la silicona caliente — pero todo valió la pena— El resultado final no me convenció del todo, sentía que estaba algo. Los minutos pasaron y aun veía la caja mientras pensaba en que faltaba, hay fue cuando me di cuenta que no había puesto el moño.
¡Que tonto! Me rey en silencio para no despertar a mi madre -ya iba a ser media noche en ese momento -, y después acomode todo para darte la sorpresa cuando llegará el día.
Te contare un secreto; mi primer intento de caja fallo y tuve que repetirlo unas dos veces más, no te burles de mí, soy muy torpe cuando de manualidades se trata. Escribo en la madrugada, me arden los ojos asi que me iré a dormir, espero tengas dulces sueños y sobre todo anhelo ver tu lindo rostro.
Atentamente, un chico que te ama.
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