BLEEDING HEART STILL POUND (1era Temporda)

Capítulo6

- Matt: Ya han pasado tres meses, es hora de que cumplas con la segunda parte del trato- ¿Trato, cuál trato?

- Andy: ¿Y cuándo cumplirás tú tu parte?

- Matt:- parecía algo irritado y rodó los ojos- Logré convencerla. Mi prima Juliet saldrá contigo.- ¿Cómo?, ¿Juliet?, ¿qué tiene que ver esa zorra en todo esto?, ¿y por qué saldrá con MI Andy?, ¿qué está pasando?- Está esperándote, ya sólo falta que termines con ella.- Me estoy asustando, ¿a qué se refiere Matt?

- Andy: Eso planeaba hacer, pero aún no quiere verme, iré a buscarla.- Le contestó sin expresión en su voz.

- Matt: Pues date prisa- le contestó más que enojado- El trato era que enamorarías a Susana en tres meses, para que luego la terminaras y se diera cuenta de la basura que eres- ¿Qué?, lágrimas ya amenazaban con abandonar mis ojos, ¿es qué a acaso todo era mentira?

- Andy: ¡Oye! Cuida tu vocabulario Tuck- le gritó.

- Matt:- sólo lo ignoró- En fin, yo ya cumplí, convencí a mi prima Juliet de andar contigo, así que termínala de una vez por todas.

- Andy: Ja, con gusto. Y espero que tu plan te funcione y sepas ganarte su corazón mientras la "consuelas".- rio sarcástico.

- Matt: Más te vale que no se te haya ocurrido tocarle un pelo.

- Andy: ¿Y eso a ti qué te importa?, de todas formas aún es mi novia, y yo puedo hacer lo que se me venga en gana con ella.

Mi corazón se rompió en mil pedazos, todo era una farsa y mentira, Andy jamás me amó, ahora algunas cosas tomaban su forma, cómo pude ser tan estúpida e imaginar que Andy estaba enamorado de mí, Matt tenía razón, era una basura, pero él lo obligó a hacerlo, yo confiaba en él, era mi mejor amigo y yo hasta quería arreglar las cosas, y él me sale con esto ¿cómo pudo ser capaz de hacer algo así? Ambos jugaron con mis sentimientos, y pensar que... que yo estaba dispuesta a..., con tan solo pensarlo se me revuelve el estómago y mi corazón se estruja más.

En esos momentos deseaba matarlos a los dos, los odio, los odio, pero tal vez me lo tengo merecido, por no amar a quien me ama si no, a quien no lo hace y le importa un carajo mis sentimientos. Me sentía muy mal, la cabeza me daba vueltas, y no podía parar de llorar. Ya no soportaba estar una segundo más escuchándolos, así que me di la media vuelta e intenté huir, pero gracias a mi torpeza y vista nublada caí al suelo, dando un gran azotón haciendo ruido, no me importó que alguien me viera y se burlara de mí, acababa de pasar la peor humillación de todas y esto no era nada comparado. Me puse de pie de inmediato y comencé a correr cuando a lo lejos oí la voz de Matt llamándome pero nunca miré atrás no quería volverlo ver en mi vida, lo odiaba por haberme lastimado de lo que para mí era, la peor manera.

Llegué a mi dormitorio hecha un mar de lágrimas, me había cansado de correr, por lo que seguí caminando mientras limpiaba las lágrimas de que resbalaban por mis mejillas con las mangas de mi suéter, ignorando las miradas que se posaban sobre mí. Tomé el pomo de mi dormitorio, cuando Matt volvió a hablarme, no me había dado cuenta que me había alcanzado, pues decidí ignorarlo.

- Matt: Susana por favor, dime qué es lo que te pasa.- Tenía unas ganas enormes de abofetearlo, por su estúpida pregunta.

- Yo: Y todavía tienes el cinismo de preguntármelo. Lárgate de aquí, no te quiero ver- le contesté lo más enfadada que pude mientras más lágrimas inundaban mis ya hinchados ojos.

- Matt: Por favor, déjame explicarte, no es lo que parece- suplicó al borde de las lágrimas, mientras tomaba mi mano, pero yo se la arrebaté.

- Yo: ¿Explicarme qué?, ¿Qué hiciste un trato con ese otro imbécil, para que enamorara como a una idiota para que me terminara y tú pudieras "consolarme", a cambio de que convencieras a la zorra de tu prima por que es ella quien en realidad quiere y no a mí?, es eso o ¿entendí mal?- decían entre sollozos y gimoteaba por el llanto, mirándolo con furia, frialdad y decepción al mismo tiempo.

- Matt: Yo... de verdad lo siento, yo no quería que te enteras nunca.

- Yo: ¿Y encima ibas a dejar que yo sufriera a propósito por alguien que nunca si quiera se interesó en mí?- le grité desesperada- ¿Qué esperabas que estuviera contigo? Traté de ser buena amiga contigo, en verdad quería que tuviéremos una buena relación , lamento no haberme enamorado de ti, pero aunque yo no me hubiera enterado de tu plan, no podría verte más que a un amigo.- ambos nos quedamos callados mientras todos nos miraban por los corredores- ¿Y sabes que es lo peor de todo?, que ahora ya ni siquiera me interesa ser tu amiga, ya no quiero saber más nada de ti, no vuelvas a buscarme en tu vida ¿te quedó claro?

- Matt: No Susana, por favor, no me hagas esto. Yo te amo- había un intenso dolor en sus palabras, pero no me importó él me lastimó de una forma que nunca se la voy a perdonar.

- Yo: Vaya forma que tienes de amarme, jugando con mis sentimientos a través de otra persona, eres un egoísta, jamás te detuviste en pensar en cómo me afectaría a mí. Lo mejor será que te vayas y te olvides de mí y no vuelvas a buscarme.

- Matt: No me pidas eso, yo... de verdad lo siento.

- Yo: No me importa, y aléjate de una vez, o llamaré para que te saquen de un edificio al que no puedes entrar sin permiso o invitación.

- Matt: Susana, te lo suplico- entró en pánico y lloró e hizo un río de lágrimas, tal vez en otra situación yo me hubiera apiadado de él y lo perdonaría, pero eso no sería así.

- Yo: Llegaste demasiado lejos Matt y no pensaste en las consecuencias. Te deseo una feliz vida y que encuentres a alguien que te consuele y quiera. Porque nuestra amistad se terminó- derramé otra lágrima

- Matt: No... no... no... Susi, por favor, todo menos eso, haré lo que sea, pero...- se arrodilló.

- Yo: Deja de humillarte Matt y lo mejor es que te vayas.

- Matt: Pero...

- Yo: Adiós Matt... abrí la puerta, y me encerré en mi habitación.

Al rato llegó mi prima y se dio cuenta de mi estado, y una vez más rompí en llanto contándole todo lo que había sucedido.

- Miriam: No puedo creerlo aún, ¿cómo fueron capaces de hacer algo así?, es que... no lo comprendo.- había angustia en su voz, y yo sólo no podía dejar de lamentarme.

Ninguna de las dos volvió a decir nada, ella se acercó a mí tomándome entre sus brazos intentando consolarme.

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