Única parte.

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️¡Se shipean cubitos,no streamers!⚠️

⚠️¡Se shipean cubitos,no streamers!⚠️

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Narrador Omnisciente

Era una hermosa noche desolada, la cual una preciosa luna llena y bellas estrellas adornaban el oscuro cielo.

Al osezno le encantaba salir todas las noches e ir hacia aquel río para apreciar el paraíso a través de sus oscuros lentes y, de vez en cuando, meter sus piernas hacia el riachuelo y observar el cielo con ayuda del reflejo del agua.

A él le encantaba ver la atmósfera habitada por el satélite y hermosos astros. Era el único lugar seguro en el cual no se sentía asfixiado y que debía salir para respirar aire puro.

Otra razón por la cuál era su lugar preferido, es porque le brindaba demasiada tranquilidad y comodidad, sentimientos los cuales creía haber desaparecido en él, desde que su compañero partió camino hacia un lugar mejor, y tuvo que abandonar a varias mascotas en el anterior pueblo. Los extraña demaciado, en especial a su preciado gatito.

A veces, podía ver el reflejo de los heterocrómicos ojos de su compañero.

Una cosa que amaba, es que podía hablar de lo que quisiera,y aún así, nadie lo escucharía, puesto a que el arroyo estaba demaciado alejado de cualquier lugar habitado por cualquier ser humano que viviera en aquél pueblo. Amaba el hecho de poder hablar, de poder desahogarse, y que nadie le dijera que era un debilucho. Mientras él hablaba con la luna, esta misma lo escuchaba y consolaba en silencio.

Creía que iba a ser otra de esas noches, esperando paciente a que el sueño se apoderara de él, para así volver a su hogar y descansar.

Cómo siempre solía pasarle, la figura del ente pasó por su cabeza, recordándole lo hermoso que era y cuán habilidoso es. No había un por qué para mentirse a sí mismo; se había enamorado de él.

Sabía y reconocía el hecho de que lo amaba con cada célula de su ser, y que le sería una tarea imposible poder olvidarlo.

"Quisiera que él lo supiera." Susurró hacia el abismo mientras soltaba un suspiro cansado

"¿Quién tiene que saber de qué?" Preguntó el francés, que había estado observando al oso hace unos minutos atrás. ¿En qué momento había llegado? Parecía un fantasma, ni él, con la mejor audición, lo logró escuchar.

"Nada." Evadió el tema. No quería que se enterara su amorío por él, al menos, no ahora. "Y vos, ¿qué haces despierto a estas horas? Deberías de estar durmiendo."

El chico de suéter se sentó al lado del híbrido de oso, para comenzar a hablar.

"Debería de preguntarte lo mismo, Spreen. No es sano que te duermas a altas horas." Rechistó con notoria preocupación. Le preocupaba el estado de su amigo. Ya habían varios días en los que escuchó cómo se iba a las doce de la noche, y regresaba a las cuatro o cinco de la mañana.

"Es culpa del insomnio y estrés." Mintió. Su verdadera razón por la falta de somnolencia estaba justo en frente de él, solo que se negaba rotundamente a contárselo.

Así, empezó una amena charla, la cual a veces hacían pequeñas pausas para buscarse con la mirada el uno al otro.

En cada silencio que se formaba y hacían contacto visual, sus subconscientes les pedían a gritos que le hicieran saber al otro sobre los sentimientos que comenzaban a crecer cada vez más con el tiempo que pasaban juntos.

Spreen, ya harto de aquello, decidió tomar la iniciativa.

"Ey, shadoune." Se atrevió a interrumpir el cómodo silencio. El nombrado hizo un ruido con su boca, indicando que siguiera. "Te quiero decir algo." Ya con haber dicho aquello, consiguió la atención total del contrario.

"¿Qué es?" Preguntó ansioso. El silencio que se creó mientras elegía las palabras indicadas, sólo hacían que la curiosidad lo carcomiera lenta y torturosamente.

"Llevo aguantando esto hace mucho tiempo.  Hace poco tiempo, supe de algo que quizás, daría un giro de trescientos sesenta grados en mi vida diaria. Ahora mismo, bajo la hermosa luna y estrellas, te quiero confesar que te amo. Me enamoré de vos hace poco tiempo, y no voy a negar esos sentimientos. Decime ¿puedo ser tu pareja?" Confesó nervioso, esperando la respuesta del contrario.

Los ojos de shadoune se abrieron con sorpresa. Quería decir algo, pero todo lo que le había dicho, lo dejó sin palabras. Abrió su boca, para decir algo, pero no salió nada, nada más que extraños balbuceos.

Al no saber cómo responderle, decidió acercarse, para entregarle un suave beso, el cual fue correspondido.

"Si, spreen. Si puedes ser mi pareja. Me dejaste sin palabras." Sonrió mientras soltaba una pequeña risa al final.

Se la pasaron la gran parte de la noche hablando, mayormente diciéndose cursilerías, hasta que sintieron cómo el sueño comenzó a aparecer, y volvieron a su morada.

Durmieron tranquilos y abrazados, mientras que shadoune se refugiaba en el pecho de su ahora pareja, spreen.

Definitivamente, nunca se arrepentirían de aquel día.

El día en el que todo comenzó.

Jajajaj, me salió bien qlero a la verg, pero bueno, que más puedo decir xd

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Jajajaj, me salió bien qlero a la verg, pero bueno, que más puedo decir xd.

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⏰ Última actualización: Jul 18, 2023 ⏰

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Bajo la Luna <Shadreen>.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora