Cerré los ojos de noche, solo sentí que había pasado un segundo, lo que tarda uno en pestañear, pero no, ya era de día, y así estaba ella, hermosa e imponente, con sus ojos clavados en mi, casi regañándome pero no había otra cosa, algo más profundo, una suplica, Amparo quería una explicación, la necesitaba,y no se iba a ir sin ella
-¿Por que?
-Buen día, no?
-No, ¿por que lo hiciste?
-Ni siquiera yo lo sé, lo hice sin pensar, y no estoy muy seguro de si estoy arrepentido o no
-Como que no estas seguro? Tenes que prometerme que no vas a hacer ninguna estupidez como esta de nuevo
-Solo has venido vos en los ultimos días? Pense que mi familia me valoraba un poquito mas, pero bueno, se ve que no
-No me cambies de tema, prometemelo, no quiero volver a pasar por lo mismo, estuve muy preocupada estos ultimos días.
-Veni- dije dandole unas palmaditas al borde de la cama que estaba desocupado- Tenemos que hablar
Me senté cuando ella se apoyo a los pies de la cama, bastante lejos de donde yo le habia indicado, casi como si rehuyera a mi contacto, me estaba esquivando
-Yo... No se por donde empezar, supongo que pidiendote perdón, no era necesario que vinieras, mucho menos que te preocuparas por alguien como yo, no lo valgo
-No digas eso, si lo vales y mucho mas...
-Pero no lo suficiente, no?- le corté, haciendo referencia al incidente en el café- Mh, ya me lo esperaba -Dije al ver que no decia nada y bajaba la cabeza, no queria encontrarse con mis ojos, no queria ver lo que ellos decian, o ella no queria que yo supiera lo que decian los suyos.
En ese momento entró Lucila, la enfermera.
-Ahh emm, perdón, tendría que haber perdido antes de entrar, ya... Ya me voy
-No, no pasa nada, Amparo ya se iba y esta cosa se me esta acabando- Dije señalando el extremo del suero donde se ponia la solución
-Si, em ya me iba, chau, que te mejores- Dijo saliendo rapido y son mirarme, también me pareció ver que se secaba una lágrima
-Problemas en el paraíso eh?- Dijo la enfermera cuando Amparo ya se había marchado
No contesté, y mire hacia otro lado.
-Ahora que ya no dormis tanto podemos sacate esto- Dijo señalando el dorso de mi mano donde tenia el suero- Felicitaciones, por fin vas a poder comer jeje, mirate, estas muy desnutrido, haber si arreglo para que te traigan doble ración eh- Dijo guiñando un ojo
Por más alegre que fuera la colorada esa era una conversación de una sola persona, de todos modos no estaba interesado en comer, después de lo que había pasado recién se me cerró el apetito
- Y.. Todo listo, yo me voy, tengo más pacientes que atender, toda esta lindura no es sólo para vos jeje- Lucila era una chica muy divertida, animada, extrovertida, siempre alegre, no era que me cayera mal ni nada, pero ese tipo de personas me parecían muy empalagosas- Chau
Se fue y yo quede solo de vuelta en la habitación blanca y silenciosa, hasta que empezó a llover y el incesante ruido de las gotas en la ventana y el olor a humedad llenaron rápidamente la habitación.
Pestañee y una gota escapó de mi ojo, se deslizó por mi mejilla hasta caer por la curva de mi cuello,a esa la siguió otra, y otra más.
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