Mi nombre en sus labios

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"Te ves lindo"

Es lo primero que recuerda cuando abre los ojos y el dolor de cabeza hace que suelte un quejido. Todo lo que hizo la noche anterior, o al menos la mayoría, de cosas  vuelven a su mente cual tornado.

Recuerda acercarse a Rubius, decir que odiaba a Luzu, abrazar a Titi hasta que el pequeño comenzó a llorar.

A Rubius subiéndolo a su habitación y el pidiéndole que no se fuera entre pucheros. Se frota la cara con vergüenza ¿Cuando había tomado tanta confianza con el dueño de la casa como para hacer ese tipo de cosas? Se esconde bajo las sabanas cuando escucha la puerta ser tocada.

—¿Quackity? ¿Despertaste? — Agradece que sea Frank quien habla — Titi quiere verte.

— Estoy despierto — dice antes de que la puerta se abra.

Padre e hijo entran juntos y se sientan en la cama una vez él ha salido de esta, Frank lo mira divertido — ¿qué tanto recuerdas de ayer? — le dice después de que deje a Titi en el suelo luego de darle un beso en cada mejilla.

— Todo — dice al cubrir su rostro con sus manos y sentarse en la silla frente al escritorio— ¿donde está Rubius?

— Se fue a su trabajo — tararea, Titi comienza a juguetear con un par de lápices — ¿Vas a explicarme que te pasa con Rubius?

— ¿Que me pasa de que? Estoy avergonzado y no quiero verlo, siempre que estoy con él digo o hago cosas que no debería — suelta un suspiro.

— Sabes que no me refiero a eso, ayer estuviste pegado a él toda la noche. Llegue a creer que podrías besarlo — mira a su hijo que jala su pantalón y suelta una risita — Es verdad, Titi hizo una adaptación de tu comportamiento. — el pequeño asiente con la cabeza y se acerca a él para mostrarle.

Primero le pide que lo cargue y luego se restriega en su pecho antes de dar besos en sus mejillas, él ahoga un grito y mira al padre con los ojos bien abiertos. — Dime que no lo bese.

— Oh si que lo hiciste, Luzu se fue tan molesto — se burla con su risa tan característica. Quackity abraza a Titi con fuerza y le susurra "voy a huir del país".

Horas más tarde los tres están preparando una rica comida antes de que Frank se tenga que ir al trabajo y Rubius llegue del suyo.

Para cuando lo hace, él y Titi están poniendo la mesa.
Él chico lo mira con los ojos bien abiertos, sin disimular su sorpresa cosa que lo pone nervioso. — Creí que no te vería hoy.

Él muerde su labio, claro que había pensado huir antes de tomar un par de pastillas para la resaca pero una vez pasó el dolor de dijo que no podía no enfrentar la consecuencias de sus acciones — Soy un adulto, no sería correcto no portarme como tal — le dice antes de un suspiro — quería disculparme contigo por haberte incomodado anoche.

Rubén le sonríe, ve en su expresión la misma indulgencia que le da a él pequeño sentado entre ellos cuando esté hace una travesura, se acerca y le revuelve el cabello — No me incomodaste Alex — y su nombre suena a como nadie lo ha dicho nunca antes.

Solo puede ocultar su sonrojo dándose la vuelta y caminando a la cocina — siéntate, te serviré un plato de la comida que preparamos para ti.

Antes de él Donde viven las historias. Descúbrelo ahora