El Lord y el pajarito.

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Althaia se despertó de su sueño, hacia tiempo que soñaba.

Soñó con sus años felices, el rostro amable de su padre. Ella sentada en el suelo con un pesado libro mientras su padre hacia la contabilidad de la fortaleza.

El sonido de un pajarito, una pequeña flauta de cerámica con forma de ruiseñor. Althaia sonriéndole a su padre al tocar la flauta en su presencia, sus hermanos aplaudiéndola. El señor de la fortaleza diciéndole que era el pajarito de la fortaleza.

Althaia despertó, exaltada.

Miro sus muñecas, no estaba atada.

Estaba en un cuarto que jamás se imagino para ella, en una suave camastro envuelta en finas pieles.

Los instintos de alerta la hicieron levantarse, sus pies descalzos tocaron el piso de madera y corrió hasta un candelabro de piso que sujeto con a como si fuera espada.

La puerta se abrió dejando ver al hechicero que guio a las serpientes y una muchacho con ropa de criada.

—Que buenos que has despertado— dijo el mago ignorando el hecho que tuviera un "arma" con ella.

—¿Quién eres?¿Donde estoy?¿Quien demonios eres?

—Calme señorita Althaia— el mago hizo un gesto con la mano y la criada abrió un ropero donde hubo muchos vestidos, de mangas largas acampanadas, para una figura rellena en los lugares exacto— Mi nombre Lord Salazar Slytherin y estas en mi fortaleza.

Althaia no bajo el candelabro, recordando la postura de sus hermanos en sus practicas con el maestro de armas.

—Nadie pagará un rescate por mi— dijo Althaia — No tengo familia, así que no espere monedas por mi.

—Esto no es un secuestro— le sonrió. Estúpida sonrisa, pensó Althaia— Al contrario, la salvé de ser mercancía de piratas.

Ella entrecerró los ojos, nadie hace las cosas de buena voluntad, siempre quieren algo a cambio.

—Solo baje ese candelabro y deje que la criada la aliste— camino hacia la puerta— La esperare para cenar, ha de estar hambrienta luego de tres días dormida.

Althaia dejó caer el candelabro a sus pies. ¿Tres días?

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Althaia se miró al espejo desconociendo a su reflejo.

Su piel fue tallada con trapos y ahora no tenia manchas de suciedad en sus días de cautiverio. Su cabello fue lavado, cepillado y recogido en rizos sujetos por alfileres de plata con esmeraldas incrustadas.

Fue envuelta en un vestido verde esmeralda con bordados en hilos de platas que ajustaban su figura. Sus guantes era de seda plateada.

Althaia nunca fue exquisita como sus hermanas, ella tenia más caderas y un pecho más brotado, escuchaba los mozos de la fortaleza comentar de su trasero, no en voz alta, porque su padre podía tomar represalias

¿Por qué Slytherin la cubría de sedas y plata?— se preguntó mientras pasaba sus manos por su torso deleitándose con la seda verde.

Luego de estar arreglada fue conducida a un comedor privado, donde él de idiota sonrisa ya estaba sentado.

—Señorita Althaia— inclinó su cabeza. Althaia recordando sus modales también saludo educadamente

Se sentó frente a él.

—¿Por que me trajo?

—Eres una bruja en peligro.

—¿Qué hará? ¿Me entregara a la iglesia o solo me quiere para su diversión?

—Nunca podría tratar a una bruja así. Ustedes son un regalo de la Madre Magia.

—¿Madre magia?

—¿No sabes nada?— preguntó conmocionado.

—Mis padres no eran como yo— respondió bebiendo su vino — Mi amado padre murió de viruela y él sabia de mi naturaleza, me pido que tratará de hacer magia, luego de su muerte tuvo un accidente y termine vendida por mi madres a esos piratas.

—Pura inmundicia, señorita.

Althaia apretó los labios, si bien odiaba a su madre por lo que le hizo no cabía la idea de que los insultaran.

—¿Tiene usted una varita?

—No

—¿Educación básica en magia?

—Se escribir y leer.

—Es un principio— dijo a la par que llegaban dos criaturas pequeñas, orejonas y con ojos saltones. Althaia se sobre saltó— No hay de que temer, señorita. Son elfos domésticos, están para servir a los magos.

—¿Sirvientes?

—Exactamente. — bebió de su copa Lord Slytherin— No tienes a donde ir, sin familia, ni conexiones, ni dinero. Seria fácilmente atrapada por cazadores.

—¿Entonces que quieres que haga?

—Quédate. Eres una bruja, sin varita ni conocimiento del don que se te ha otorgado.

—¿A cambio de que?

—Déjame ser tu maestro— le contestó— No tienes nada que perder y mucho que ganar. Sigue los designio de la Madre Magia y podrás pertenecer por completo a nuestro mundo.

—¿Qué gano a cambio?

—Un futuro estable, tengo aliados que estarían bendecidnos de tener a una bruja a la cual llamar su dama, protegerla y cuidarla. Somo pocos en un mundo salvaje, tu tendrías a alguien que te cubra con su magia y que un día tendrás hijos a los cuales educar.

Althaia pensó, un futuro, alguien que la cuide, bebés.

Ella no tenia nada que perder, pero puede ganar mucho.

—Acepto— dijo decidida. — ¿Cuándo empezamos?

Lord Slytherin le sonrió. 

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⏰ Última actualización: May 06 ⏰

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