Flores Amarillas [KatsuDeku]

Flores Amarillas

 Primavera, la primera estación del año, donde las plantas florecen, donde las mariposas buscan ese dulce néctar para alimentarse, donde animales despiertan de su largo sueño y el sol calentando corazones. 

Entre una de las tradiciones por la bienvenida a un nuevo comienzo, cada 21 de Marzo multiples parejas se regalan flores, pero... ¿por qué? ¿Por qué flores amarillas?, para no irnos tan lejos esto es porque el amarillo en la cultura china representa la "prosperidad", regalarle flores amarillas a tu pareja o a esa persona que consideras muy especial en tu vida es sinónimo de "quiero pasar el resto de mi vida contigo", según la tradición.

Katsuki Bakugou veía con enfado como varias parejas de jóvenes se regalaban ramos de rosas, girasoles o simples flores amarillas unos con los otros, cómo un chico llegaba de la nada con un ramo de esas flores y sorprendía a una chica mientras esta se coloraba y aceptaba el ramo junto un abrazo, otros acompañaban esto con un beso o chocolates, ugh, esto realmente le estaba dando migraña, "¿Qué no se supone que no se permiten relaciones amorosas dentro de la Academia?" Le molía la cabeza ver tantas cursilerías y como esa regla se iba de sabático. No le quedaba de otro que ignorar y maldecir internamente a cada pareja de tortolos que se le topara en el camino. 

Pero había cierto recuerdo acompañado de un sentimiento cálido que Katsuki no paraba de pensar, "mierda, ¿que se supone qué es?", seguía caminando pensando mientras se convencía que esos sentires y recuerdos eran parte de esta fiebre amorosa primaveral, no se iba dejar afectar por esas tonterías, no, claro que no.

¿o sí?....

Al llegar a su respectivo salón, tomó asiento en su escritorio acompañado de un sonido quejumbroso de desagrado. 

nadie le tomó importancia, eso es muy normal por parte del gruñón de Katsuki, más por este día y todo lo que estaba ocurriendo. 

- ¡Buenos días, Bakubro! - saludó Eijirou al ver a su amigo.

- Cierra la boca, pelos de mierda -  respondió con un visible enojo el mencionado, pero no era un grito, era un tono de voz... ¿moderado?, algo un tanto inusual en el cenizo, pensó el pelirrojo. 

Ejirou algo extrañado se dirigió con los demás compañeros a platicar y escuchar una anécdota peculiar de Mina sobre como un chico se le declaró en este día cuando iban en secundaria. normal.

- Buenos días - saludó un peliverde con su habitual alegría al entrar al salón. 

Todos saludaron con sus características formas, y siguieron con lo suyo, Izuku antes de tomar asiento saludó al cenizo que se sienta detrás suyo el cual estaba ido en sus pensamientos. 

- ¡Buenos días, Kacchan! 

Katsuki regresó de sus pensamientos topándose con ese estúpido rostro radiante, tan alegre, con esas pequeñas pecas en sus mejillas y sus hoyuelos formados por esa sonrisa encandilante, Katsuki no pudo reaccionar de otra manera que ruborizándose, tratando de ocultar su vergüenza  volteó a ver a otra parte que no sea el adorable rostro de ese peliverde. 

- Tsk - soltó el rubio solo para convencer 

Izuku solo reaccionó con confusión, sin embargo no pensaba insistir. 

El pecoso sacó un cuaderno de apuntes y comenzó a anotar, por otra parte, el rubio se rehusaba a ver hasta un milímetro de la cabellera del chico que se sentaba adelante. 

No pensaba que estos pensamientos nuevamente regresarían, jamás pensó que recordaría ese día de nueva cuenta, y es que su relación con Izuku a mejorado bastante, no lo podía negar, pero, pensar en algo más que amistad...