Beso De Película

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Una tarde de primavera, los estudiantes de distintos grados del colegio de Karmaland salían de este entre risas, bromas y quejas, era viernes por lo que los deberes podían esperar hasta el domingo para ser resueltos.

Roier, Aldo, Mariana y Rivers se encontraba camino al parque a unas pocas calles pues la única chica del grupo moría por un helado de su lugar favorito en la vida. Iban tan concentrados en su platica llena de chistes locales qué no se percataron qué detrás de ellos venían Spreen, Carrera y Robleis en una platica mucho más tranquila.

Eran compañeros de aula, se llevaban bien aunque eran muy pocas veces en las que hablaban, y si lo hacían era por cosas relacionadas con la tarea. Aunque el Mc Combo no podía negar que cuando Roier hablaba con aquel híbrido de oso algo cambiaba en el, se volvía más cuidadoso con sus palabras y acciones, por el contrario la pareja del trío contrario insistía en que Spreen se volvía más torpe cuando el amante de Spiderman se encontraba cerca.

Una vez llegaron a la heladería notaron la presencia del grupo más pequeño invitándolos a acercarse y pasar un momento agradable, hicieron fila, Rivers por delante y el resto de chicos detrás de ella.

Roier se acerco al pelinegro mirándolo con una pequeña sonrisa la cual fue devuelta seguido de un pequeño saludo con la cabeza.

–Entonces... ¿Nos venían siguiendo?

–No... Carrera quería helado, y casualmente ustedes también venían por aquí, no te hagas ideas locas Roier... – respondió con obviedad.

El de ojos cafés levanto las manos a la altura de sus hombros para librarse de la acusasion. –Únicamente hice una pregunta no era para que te enojaras...

Roier hizo una pequeña mueca de desagrado desviando la mirada al menu de helados al notar qué cada vez quedaba menos tiempo de espera, el pelinegro rodó los ojos y una pequeña sonrisa se pinto en sus labios.

–No estoy molesto, solo dije la verdad...

–¿Apoco sí, Spreen, apoco sí?

El mencionado simplemente rodó los ojos negando ligeramente con la cabeza ignorando la pregunta pues su turno de ordenar había llegado, la mirada de Carre sobre el lo ponía nervioso, pues hasta hace apenas un par de días le había confesado qué gustaba de aquel castaño.

Un escalofrío recorrió la espalda del híbrido haciendo qué sus orejas se esponjaran cosa que a Roier le pareció tierna e inconscientemente llevo una de sus manos hasta la oreja de Spreen haciendo qué este soltara un pequeño gruñido, arrugando la nariz enseñando sus colmillos bastante ms grandes qué los de un humano normal.

–Ay wey... – Roier dijo en voz baja mientras regresaba sus manos hasta su pecho para protegerse.

–No hagas eso, nunca más en tu miserable vida, ¿De acuerdo?

El de ojos cafés asintió repetidas veces notando como el pelinegro tomaba su helado y caminaba rápidamente para unirse al grupo. Roier suspiro pesadamente y pidió su helado.

Poco después este le fue entregado y se acerco a sus amigos intentando estar lo más lejos del oso quien tenia la mirada en el piso fingiendo prestar atención.

Rivers propuso ir a los juegos para pasar un buen rato a lo que todos aceptaron sin problema, unos menos convencidos qué otros pero al final aceptaron.

Al llegar todos del grupo corrieron hasta los juegos, Rivers, Carre y Mariana corrieron hasta los columpios, Robleis y Spreen hacia los toboganes y Roier y Aldo al pasamanos.

Todos hablan tranquilos riendo y jugando con las personas que tenían cerca. Aldo se acerco a su amigo que estaba subiendo para intentar pasar cada una de las varas cayendo repetidas veces en el intento.

Mientras del otro lado del parque Carrera se acercaba a Spreen para jalar a este lo suficientemente lejos de todos.

–No hay huevos para ir hasta donde Roier y plantarle un beso.

–What? ¡No! ¿Qué te pasa?

–¿A mi? Nada, solo quería recordarte qué eres un cagón...

–No lo soy... – regreso a ver hacia donde se encontraba Roier notando como intentaba buscar la manera de ponerse de cabeza en el pasamanos.

–Entonces... ¿Qué probabilidad hay para que vayas donde Roier y le comas toda la boca?

El híbrido soltó un pequeño gruñido y asintió levemente, sabia que su amigo no dejaría de insistir hasta que hiciera lo que pide, comenzó una cuenta regresiva y en cuando llegaron al uno ambos dijeron "Dos" al mismo tiempo.

La risa de Carre hizo qué todos los que iban con ellos regresarán a verlos y las mejillas de Spreen se pintaron rápidamente de rojo.

–No seas un cagón, hazlo~

El pelinegro gruño de nuevo, apretó sus manos formando puños y camino hasta donde Roier bajo la atenta mirada de todos, menor la de él.

–Mira Aldo, soy Spider- – dijo emocionado una vez que logro colgarse de cabeza en el juego utilizando sus pies como soporte. Pero en cuando vio a Spreen venir hacia el con el ceño fruncido, las mejillas rojas y sus manos formando puños pensó lo peor.

Cuando el híbrido estuve frente a él intento salirse de la forma tan extraña en la qué estaba firme en el juego, pero este tomo sus mejillas y sin pensarlo más unió sus labios en un beso lento y algo extraño al tenerlo de cabeza.

Roier correspondió sin dudar, llevaba gustando de él desde el curso pasado pero había decidido dejarlo en secreto y evitar que sus amigos hiciesen lo que sea para molestarlo. Roier puso las manos en los hombros del contrario como pudo hasta separarse por falta de aire.

Todos los presentes se quedaron boquiabiertos ante tal escena. Spreen se alejo unos pasos hacia atrás haciendo qué el único soporte estable de Roier desapareciera.

El castaño aun bajo las miradas de todos intento mantener el equilibro pero gracias al intento en vano de salir rápidamente antes cayó al suelo sintiéndose mareado por estar de cabeza, por el golpe y por el repentino beso.

–¿Estas bien? – pregunto el pelinegro agachandose hacia este al verlo algo perdido.

El castaño negó con la cabeza dramatizando un poco. – Creo que estoy muerto... ¿O por que estoy viendo un ángel?~

–Vete a la mierda... – el pelinegro camino hacia el otro lado para ayudarlo a levantarse.

Ambos tenían miles de preguntas, y sabían que tenían que responder una ola de estas en cuando regresan la mirada a los columpios donde todos los esperaban...

#Spiderbearweek 2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora