Roomie Alpha 🧷 KOOKMIN

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¿Soy un omega?

Esto no podía ser posible. Se supone que el celo de un omega se revela entre los once o doce años.

Tenía veintidós años, ¡Maldita sea!

¿Por qué diablos ahora?

La idea de ser un omega no le molestaba, el problema era que tenía muchos planes que probablemente como omega no podría hacer por la estúpida sociedad.

El médico le había dado instrucciones sobre cómo usar esos nefastos supresores. No quería, pero tenía que hacerlo.

¿Qué debo hacer ahora?

No podía llegar allí y decirle a Jungkook que era un Omega; no podrían vivir juntos y los planes que habían armado juntos se irían a la basura.

Cuando él y Jungkook fueron a la escuela secundaria, siempre hablaban de lo que sería ser compañeros de cuarto, pero como no tenían para comprar uno, prometieron alquilarlo. Y ahora que lo cumplió, su maldita presentación de Omega lo arruinó todo.

¿Que haría ahora?

Estaba de pie en la puerta de su apartamento, se sentía nervioso. Pero sus ideas se fueron al suelo cuando recordó lo más nefasto de su situación.

Tenía un olor, un olor que según el médico era muy dulce y agradable. Con eso podían reconocerlo.

Por suerte recordó los supresores que el médico le dio para disminuir su olor. No pasará ni diez segundos antes de que tomar la pastilla y la pasara de un solo trago.

Sintió como el calor disminuía y su cuerpo recuperó gradualmente su estabilidad.

Sacó una botella de perfume y la roció por todas partes. Tal vez eso también ayude.

Por fin se armo de valor y entró al departamento con más confianza. Inmediatamente se sorprendió por el pequeño desorden en la habitación.

Fue a la cocina a preparar algo para el almuerzo, porque si no cocinaba, se morirían de hambre.

Jungkook era un vago de primera clase.

Preparó algunos huevos con chuleta y tortilla con un poco de jugo de naranja. Guardó en el armario lo que había hecho para Jungkook y se sentó con emoción para probar el suyo.

—¿Dónde estabas?

Dio un grito ahogado cuando escuchó esa voz. Sintió como algo en él se movía. Un olor fuerte y embriagador entró por sus fosas nasales.

Se dio la vuelta y se encontró con Jungkook, tenia el cabello negro despeinado y no llevaba camiseta.

Se sintió aliviado al darse cuenta de que el alfa no reconocía ningún olor. Agradeció a los supresores.

Se dio cuenta de que Jungkook lo miraba como si esperara una respuesta, así que se encogió de hombros y volvió a mirar su comida.

—Fui a pedirle a ayuda a Taehyung sobre una tarea.

Jungkook se despeinó más y bostezó estirándose. Jimin no pudo evitar sentir un pequeño hormigueo por dentro, así que se obligó a mirar hacia otro lado.

—Está bien, por favor dime que cocinaste para mí porque me muero de hambre.— Jimin asintió, captando un sonido mientras bebía jugo.

Jungkook abrió la alacena, sacó el plato, se sirvió jugo y se sentó frente al Omega completamente tranquilo.

Mierda.

Jungkook era un alfa atractivo, tenia el cabello negro, su piel era blanca, sus ojos marrones, alto y tenia un cuerpo sumamente trabajado, lo que hacia que cualquier omega o beta quisiera estar con el sin pensarlo dos veces. Tenía una actitud intimista por momentos, pero también era un seductor de primera. Ademas, para sorpresa de varios era un tipo inteligente a pesar de ser tan despreocupado.