172✨[One-shot]

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· FemSoukoku; Dazai mide 180 y Chuuya 155, van a primero de bachillerato, están en un callejón desierto por la noche

La más baja se acercó a su compañera, rodeando su cintura con sus brazos. Ella correspondió el abrazo y la imitó, sólo que sus manos acabaron posadas sobre sus nalgas, y no aferradas a su cintura. Estuvieron así por varios segundos, hasta que la pelirroja agachó la cara de su amiga hacia la suya para besarla con ganas. Todo hay que decirlo, tuvo que ponerse de puntillas para llegar, pero lo importante es que sus labios -y lo que no eran los labios- estaban haciendo contacto. Después de varios besos, alguna que otra mordida de labios, y unos cuantos intentos de llegar a tocar algo más, Dazai se separó de ella y rió. Chuuya no pudo evitar pensar en lo bonita que era su risa.

- ¿No va a ser mejor si te cojo? Es que veo que te cuesta alcanzarme -puso énfasis en la última palabra. Prestó atención a la reacción de su compañera, que apartó la vista con las mejillas sonrojadas, mostrándose un poco incómoda. Dazai entendió porqué, y, sin darle tiempo a responder, la subió para quedar cara a cara con ella, con sus manos rodeando y agarrando el trasero de la más chiquita. Ella reaccionó sonrojándose más. No podía decir si era por el hecho de que la tuviera que coger para poder estar a la misma altura, o por lo que agarraban sus manos. Probablemente ambas. Pero no tardó en ir a atacar su boca con la suya. Se fundieron en un beso que de calmado tenía poco, explorando sus cavidades con sus lenguas, Chuuya cogiendo la cara de Dazai con las manos, y esta subiéndola más para poder acceder mejor a su cuello.

- ¿Puedo? Ahora que estás más alta... -recibió un gruñido por respuesta, que ella interpretó (correctamente) como un sí. Comenzó a besar su cuello, dejando marcas bastante cantosas, mordiendo algunas partes, hasta que decidió volver a por su boca. La agarró la carita con una mano, y, sin pensarlo mucho, la acercó a la suya, en un beso impaciente en el que se mostraban de manera indirecta, las ganas que tenían de hacerlo. Los brazos de la castaña comenzaron a soltar poco a poco a Chuuya, que tuvo que dejar de rodear su cintura con sus piernas para posarse de pie. La bajó y la abrazó con cariño, y en un intento de besar su frente, se agachó, cosa que iba a ser objeto de burla por parte de la mś alta.

- Mira, me tengo que agachar para llegar a tu frente

Chuuya miró con enfado, y le dió un puñetazo suave en el hombro. Que hicieran bromas sobre su altura le ponía de mala ostia, pero no la afectaba tanto si venían de ella. 

Mentira, la cabreaba aún más y pensaba "¿Y yo cómo me lío con esta gilipollas?", pero debido a que estaba en un momento en el que podía decir perfectamente que estaba enamorada, no le prestó tanta atención. Eso no quita que la respondiera con un poco de rabia, y algo de envidia (cosa que ella nunca admitiría en alto) 

- Es que no todas podemos medir 1,80 

Dazai se quedó mirándola, y se echó a reír. No era una risa para burlarse de ella, era más por la ¿ternura? que la provocaba la de menor estatura.

- Oye, yo no tengo culpa de tener estatura de modelo. Si acaso, sería culpa de mis padres por casarse los dos siendo altos. -se quedó callada un momento, hasta que se le iluminó la bombilla- ¡Ah! ¡Y tú estás pequeña por culpa de tu madre! Por casarse con un hombre bajito siendo ella bajita, ahora todo tiene sentido, está en tu sangre ser un umpa-lumpa

- Pues que yo sepa, mi Ane-san tiene una altura aceptable, y yo aún estoy creciendo

- Uy sí, se nota que tomas un vasito de leche todos los días. -bajo la mirada hacia los pechos de Chuuya, dando un ligero pico en la zona cubierta por un top ceñido- Otra cosa es a dónde se vaya

La chica apartó la mirada, cosa que hizo reír más a Dazai. La amarró por debajo del trasero y la subió para darle un beso tranquilo, antes de decirla:

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