Pescando Tu Sonrisa (Kibanaru)

~Capitulo 17~

¡Fue intenso!

Todos los chicos se presentaron en la enorme casa de Ino, solo para ser bombardeados por el ruido, la música, los gritos y los vítores. El ambiente era de pura emoción. Naruto, que nunca había estado en una fiesta de ningún tipo, no pudo evitar quedarse boquiabierto al ver las luces brillantes y los adolescentes bailando y demorándose por todas partes. Sus ojos azules se iluminaron, reflejando las luces en constante cambio, mientras miraba con asombro. No había esperado algo tan... asombroso.

"¡Oh, sí! ¡He estado esperando esto todo el año!" Obito gritó, sonriendo tontamente.

"¡Hey chicos!" llamó Ino, saliendo por la puerta principal con una sonrisa emocionada en su rostro. Naruto personalmente odiaba a la chica, pero no pudo evitar admitir que el atuendo y el peinado reveladores la hacían lucir atractiva . Estaba claramente complacida de verlos, corriendo y abandonando sus responsabilidades de anfitriona solo para recibirlos.

"Hola bebé." Dijo el Uchiha mayor, abrazándola brevemente y besándola en la mejilla. "¿Rin aquí todavía?"

"No la he visto, sexy". Respondió la chica rubia, demorándose en los brazos del hombre un poco más de lo necesario. "Te da tiempo para tomarte unos tragos sin molestarte". Ella susurró, guiñando un ojo sugestivamente.

"¡Muy bien! ¡Vamos Kakashi, me voy a emborrachar!" La ravenette gritó, como un niño excitable al que le acaban de ofrecer acceso gratuito a una enorme tienda de juguetes. Estaba sonriendo enormemente mientras corría adentro sin perder un segundo. Su amigo de cabello plateado suspiró profundamente, sus ojos se cerraron mientras lo hacía.

"Bueno, mejor voy a cuidarlo". Kakashi anunció, saludándolos con desdén antes de seguir a su mejor amigo, pero la mayor carga, al interior casualmente. El hombre actuaba más o menos igual fuera del salón de clases que dentro: frío, tranquilo, perezoso.

"¡Deidara, mi gemela!" Ino gritó, moviéndose hacia su próxima víctima. Ella lo abrazó, solo entonces haciendo obvio lo parecidos que eran a pesar de no tener absolutamente ninguna relación... era espeluznante. "Tengo la bebida que pediste".

"Impresionante. Así se hace, Ino". Dijo el chico, sonriendo complacido. Con él satisfecho, pasó al siguiente macho, casi como una puta, que resultó ser Kiba.

"Hola, preciosa. Me alegro de verte tan bien". Ella bromeó, riéndose mientras lo empujaba juguetonamente.

' Perra.' Naruto frunció el ceño por dentro, mirándola malvadamente mientras ella hacía un movimiento sobre su Kiba. El moreno le devolvió el coqueteo, solo haciendo que su vigilante novio los mirara, mientras la abrazaba. No hace falta decir que Naruto estaba enojado.

"Ey." Murmuró, mirando distraídamente a Naruto por un instante antes de que su rostro se iluminara con puro deleite. Finalmente había notado al último miembro del grupo. "¡Sasori, lo lograste!" Gritó emocionada, abalanzándose hacia el ágil muchacho y tirando de él hacia sus brazos con bastante fuerza. El pelirrojo se quedó helado, dejando caer su máscara distante para mostrar una expresión de confusión, sorpresa e incomodidad.

"Eh... sí". Murmuró, no muy seguro de lo que estaba pasando. El repentino contacto físico lo tomó completamente desprevenido y su reacción solo hizo que los otros hombres se rieran divertidos. Era bueno tenerlo de vuelta, eso era seguro. Ino, ajena a lo mal recibida que era su atención, se apartó y sonrió dulcemente.

"Bueno, tengo un montón de gente para presentarte y ¡tienes que ver la pista de baile que he montado!" Anunció la chica rubia, deslizando su mano hacia abajo para agarrar la de Sasori. Ella entrelazó sus dedos suavemente, mirándolo profundamente a los ojos antes de darse la vuelta y tirar de él hacia la casa con impaciencia, obviamente deseando pasar tiempo con él. Mientras los demás observaban cómo arrastraban al pobre hombre por la puerta, giró la cabeza para mirarlos suplicante, pronunciando la palabra 'ayuda'. Su súplica fue ignorada ya que todos lo vieron desaparecer en el alboroto y el caos.