La persona menos esperada

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Cuando iniciamos nuestro camino, muchas veces lo hacemos sin la más mínima idea de hacia dónde queremos llegar. Al comienzo es extraño, incómodo y muchas veces feo, porque no sabemos a que tipo de persona te encontrarás en el camino.
Es en ese momento en el cual, algo tan maravilloso está pasando sin que tú supieras, pero, de la noche a la mañana, pasa.
De repente esa persona especial está frente a ti; esa persona que desde el momento en que la ves, no puedes sacarla de tu mente.
En un inicio, no sabes ni cómo acercarte a esa persona, pero algo inesperado pasa y por una u otra razón de la vida, el destino mismo se encarga de que los sentimientos que creías desde un inicio (ya extintos), vuelven a surgir y con mayor intensidad.

Obviamente tienes que hacer todo con calma, ya que esa persona está ahí para tí por obra de la vida misma, así que no hay por y para qué apresurar los pasos para llegar a esa persona, ya que ella misma llegará a tí sin que tú la estés buscando.
Se ven fijamente el uno al otro, intercambian sonrisas, juegan con su cabello dándose toquesitos para verse mejor, se arreglan rápidamente para cruzar palabras el uno al otro hasta que... ¡Llega el momento!

Ambos saben que la atracción es mútua, sincera, honesta, así que independientemente del lapso de tiempo que deseen darse para expresar lo que sienten el uno por el otro, deciden dar el siguiente paso.
Se dicen lo que cada uno tiene para dar y recibir, ambos ponen las cartas sobre la mesa y deciden probar esta nueva pero real relación que tanto anhelaban.
Sin temores empiezan a comunicarse los temores del uno al otro, sus pasatiempos, trabajos, gustos, etc.
Se vuelve más concreta su conexión que ni si quiera les importa el qué dirán de ustedes y solo viven el uno por el otro.

De repente llegan los recuerdos repentinos de sus relaciones pasadas pero ya sin el fin de lastimarlos, sino más bien les recuerda que por fin salieron de ese hueco del cual parecía imposible salir, y con la mente puesta en el futúro, sonríen y se dan cuenta que ya son capaces de sonreir y perdonar.
La compañía que en este caso sienten con esta nueva persona, es fuerte, intensa, segura de si misma y que hace que el mal recuerdo de su antigua relación que se transformó en un frío tan penetrante, y que había dentro de ustedes, desaparezca al igual que un témpano de hielo se derrite por el calor del ambiente.

Todo el dolor vivido, irá borrándose de la vida de cada uno de nosotros y veremos que esa persona por la cual esperamos tanto tiempo, ¡al fin ha llegado!.
Talvés por las ocupaciones de cada quien, no podrán estar muy al pendiente como uno quisiera, pero saben que están ahí y de cualquier manera y sin dudar, se apoyarán el uno al otro.
Los días se volverán tan largos para volver a verse, contarán los días, las horas, minutos, incluso los segundos para reencotrarse.
Todo será mágico, pero siempre tendrán en cuenta que los días no siempre sera así. Habrán altas y bajas, disgustos y enojos de parte y parte.
Pero en sí, sabrán sobrellevarlos sin importar qué, viendo el bienestar de ambos.
Habrá momentos que por el estudio, el cambio de horario, trabajo y falta de internet, no podrán hablar constantemente, pero al fin de todo, podrán estar juntos queriéndose mutuamente.

¿Saben por qué se los digo con tanta seguridad?
¡Porque es lo que pasó en mi vida!.

Un Amor InesperadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora