En aquel momento en el que reinaba la oscuridad, la noche acechaba
Su joven y delicada figura femenina era guiada únicamente por los enormes faroles a sus costados, que emitían una luz enceguecedora.
Corría tan deprisa como sus piernas se lo permitían, odiaba cansarse, el esfuerzo físico y el sudor, le repugnaba.
No sabía cuánto tiempo había pasado, mucho menos cómo llegó a esta situación, sin embargo, se encontraba corriendo en un laberinto sin paredes, sin final.
Sus piernas empezaban a doler, pero no tenía intenciones de detenerse, el temor le arrastraba hacia adelante.
El miedo a lo desconocido era algo incontrolable, inimaginable, no sabía a qué temía, a qué corría pero estaba aterrada.
¿Muerte..?
No sabía el motivo de aquel pensamiento tan autodestructivo, pero en aquella situación la muerte para ella solo significaba alivio.
Entre jadeos y quejidos de cansancio intentaba no mirar atrás, aquello desconocido a sus espaldas paralizaba todos sus pensamientos.
Su única orientación eran los faroles a sus costados, era como si buscaran guiarle, y aunque el camino se desviara, siempre habría algo que le llevara a una salida inconclusa. Una luz, que aunque tropezase no se iría, no hasta que amanezca.
El deseo de detenerse era real, quería parar. Sus pasos titubeaban, estaba cansada, sin aire y aterrada. Su mente estaba en blanco y su cuerpo en automático.
"¿Realmente quiero salir?"
Se cuestionaba. Toneladas de incógnitas atravesaban por su cabeza, preguntas sin respuesta; lágrimas se derramaban a medida que su mente estallaba. Empezaba a dudar de la existencia de una salida, pero no desistía, corría, a pesar del temor en cada uno de sus pasos.
Un agresivo empujón provocó su caída, un fuerte quejido entre dolor y llanto se escapó de sus labios. Sus rodillas y manos fueron rasgados al tropezar, ligeras gotas de sangre no tardaron en aparecer.
Ignorando el dolor trató de levantarse, sentía la sangre escurrir y silenciosas lágrimas recorrer sus mejillas. Una piedra impactó en su hombro izquierdo, su cuerpo se tensó, se llenó de temor y confusión; volteó por inercia.
Sus ojos se abrieron de par en par, llenos de sorpresa y paralizados por la inquietud, sus latidos comenzaban a acelerarse y sus manos empezaban a tremer.
Estaba confundida, y aunque aquel incógnito frente a ella debía causarle desconfianza, una extraña "aura" de tranquilidad y calidez se asentó en su cuerpo una vez sus ojos captaron su figura, un suspiro de alivio se escapó de sus labios.
Su terrible cobardía era causada por una silueta exactamente igual a ella, sin embargo su postura era completamente distinta: Una postura imponente, sonrisa altanera y mirada iluminada, completamente segura de sí misma.
Su contraria dió unos cuantos pasos al frente, hasta quedar más cerca; extendió su mano, indicando que la tomara, cambiando su semblante a uno más compasivo. Estiró su mano aceptando su propuesta, sin embargo su vista se nubló..
Nota de la autora: Hai hai! Perdonen la inactividad, en general. Espero poder estar más activa, trayéndoles más capítulos de estás historias que tanto me encantan. Por otro lado, prometo que el próximo episodio no será de dobles, pero realmente así me cuadró. Disfruté mucho escribiendo estás historias y espero que las disfrutaran tanto como yo lo hice. ¿Qué opinan? Si bien yo escribo cada parte en base a un tema y una sensación en concreto, me gusta mucho dejar los finales abiertos, para que el lector forme parte de todo y que en mis historias encuentre piezas con las que identificarse.
Hasta la próxima.
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Incertidumbre
Mystery / ThrillerAquella tristeza esparcida que se derrama del vaso, ese momento en el que las plegarias fueron insuficientes. Ese momento en el que te grapan y te perforan, te cortan y te arrugan. Aquella historia en la que el dolor se extiende hasta explotar. Ese...