En una de las muchas veces que me toco estar a solas con Yoongi en el café, me le quede mirando por mucho tiempo, no podía dejar de seguirlo con la mirada, estaba intentando entender que pasaba por su cabeza, quería comprender la forma de actuar de ese chico, algo me carcomía por dentro quizá era la curiosidad o un presentimiento que me decía que había algo que no estaba viendo en el, después de lo que me contó Hoseok sobre su historia sentía que Yoongi tenía un por qué de sus acciones.
-Yoongi, ¿puedo preguntarte algo?- hable sin quitarle la mirada de encima
- hazlo, se que de todas maneras vas a preguntar aunque digas que no- se quejo el mayor y yo solo sonrei
Se que quería saber toda la verdad sobre el pleito entre los Min, pero no quería ser tan directo, no quería hacerlo sentir mal.
- se que es algo que quizá no me importa pero ¿por que eres tan bueno con la señora que viene todos los lunes?- quiza fui demasiado directo al hablar con el aunque supongo que el esperaba esa pregunta de alguna manera ya que en su rostro no se mostraba ningún rastro de sorpresa
Yoongi suspiró y se metió a la cocina, por un momento supuse que el intentaba escapar de mi pero después comencé a escuchar el ruido de la licuadora.
- ¿te gusta la limonada rosa?- pregunto desde el otro lado de la puerta a lo que yo solo le respondí un leve si-
momentos después el salió con dos vasos de lo que parecía ser un frappe de limonada rosa
- siéntate, esta es una historia larga-
Me senté al otro lado de la mesa que Yoongi estaba ocupando, era la primera vez que hablaba con el de algo que no fuera respectó al trabajo y por alguna razon eso me hacía sentir nervioso.
- supongo que despues de la pelea que presenciaste Hoseok ya te contó todo, lamento que estuvieras metido en el drama familiar-
Lo vi morderse levemente los labios, según Hoseok esa era una manía que el tenía cuando estaba nervioso, sabía que esta platica era difícil también para el, pero yo estaría ahí para escucharlo
-cuando yo era niño, aproximadamente tenía unos 5 años quizá 6 nosotros nos mudamos a Seúl, mi padre era un hombre maravilloso kook , te aseguro que nadie podría tener ni una sola queja de Min Ki Yoon-
Comenzó a relatar Yoongi mientras una pequeña sonrisa se reflejaba en su rostro al recordar a su padre
- Al principio todo estaba bien, mi padre tenía una pequeña tienda de instrumentos musicales, no era muy grande pero tenía cualquier instrumento que pudieras imaginar desde un chelo hasta un pequeño violín y si el no lograba conseguir lo que le pedías, te lo fabricaría, era un hombre de sueños que no conocía la palabra imposible-
Yoongi hizo una pequeña pausa mientras sonreirá y corría su mirada por toda la cafetería- era un lugar pequeño pero lleno de cosas, muchos instrumentos de madera que hacía que una pequeña tienda tuviera el olor de un bosque, era un lugar relajante.
Por un momento la cafetería de blues Ku desapareció y logré mirar lo que el describía, un lugar pequeño pero cálido, con violines y guitarras, al lado cds viejos que aun eran la adición de algunos coleccionistas, un viejo tocadiscos para probarlos y el gran piano sobre un pequeño podio donde alguien tocaba una melodía preciosa, podía imaginarme las escaleras que el describía que daban al lugar que ellos consideraban casa, la sala adornada con colores crema y café claro, el sillón frente a una tele y el pequeño cuarto compartido donde vivía su familia.
- no teníamos mucho, pero se que fui un chico afortunado, podía pasar miles de horas escuchando a mi padre tocar música con cualquier instrumento que se le pasara por enfrente, de ahí sacó Hoseok su amor por la música, aunque el era muy pequeño para recordarlo.

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Blues Ku (TaeKook)
Romance¿Alguna vez has soñado con alguien que no conoces?, jungkook lo hizo, solo un chico apuesto de bella sonrisa que le pedía besarlo una última vez antes de despertar, era como si hicieran una promesa de reencontrarse. Sería una pena que... ese reencue...